Texto: Rolando José Rodríguez De León, Ph.D.
Si a finales del siglo pasado alguien nos hubiese dicho que en las universidades occidentales se estudiaría el anime, la respuesta inmediata habría sido una carcajada. Sin embargo, a escasos diez años para llegar al primer cuarto de este nuevo siglo, esta es una realidad que nos mira de frente haciéndonos un guiño de complicidad.
Existen muchas universidades que brindan, como parte del currículo, el estudio del anime bajo diferentes enfoques; estudios de género (Universidad Central de Florida), históricos (Universidad DePaul), Japón moderno (Universidad del Estado de California), arte de la animación (Universidad de Indiana en Pensilvania), transnacionalización del anime (Universidad de Oregon), textuales (Universidad Stevenson), fílmicos (Universidad de Hawaii en Manoa), Géneros y estilos fílmicos (Universidad Estatal de Dakota Norte), anime y catolicismo, (Universidad Agnes Scott) y uno que llama mucho la atención “Terapia e iluminación” (Universidad Budista de Budapest), entre otros.
La mayoría de estos cursos son de libre elección, es decir, no forman parte del pensum obligatorio de una carrera o titulación, pero se encuentran entre las materias electivas que el estudiante puede incorporar a sus créditos universitarios. Si bien, la nueva oferta académica es más accesible en países angloparlantes, poco a poco investigadores y profesores de habla hispana han ido aventurándose en dicha linea de conocimiento e investigación. Sin embargo, lograr que materias como las anteriores se impartan en nuestras casas de estudios, resulta un poco más difícil.
Laura Montero Plata recuerda algunos intentos de introducir el anime en la academia hispanohablante, en forma de módulos (Valladolid) y seminarios (Autónoma de Madrid); sin embargo, cursos como el Posgrado en Cines Asiáticos de la Universidad Pompeu Fabra, cuyo módulo 2 mencionaba el anime, no prosperaron.
Igualmente sucedió con la asignatura: “Japan pop: la cultura japonesa de masas. Manga, anime y más.” de la Universitat Oberta de Catalunya.
Pero, no todo son malas noticias, recientemente Antonio López Horno, profesor de la Universidad de Granada estará impartiendo el curso “Animación japonesa: Historia, estética y proceso de producción” lo que brinda una luz de esperanza, por lo menos en España.
Además de los cursos, la academia también necesita investigaciones y textos referentes al tema; en este aspecto, los anglosajones también nos llevan la delantera. Jonathan Clements, Helen McCarthy, Paul Gravett, Sharon Kinsella, Antonia Levi y Keiko McDonald son algunos de los muchos autores que se han especializado en investigar y escribir sobre anime, sus libros son utilizados por investigadores noveles y en diversos cursos a nivel mundial; en este aspecto los estudiosos hispanohablantes del anime han entrado en la competencia.
Autores de diversos países como Vanina Papalini de Argentina; Laura Montero Plata, Francisco Javier López, Ángel Sala por mencionar a algunos en España y un servidor en Panamá, trabajamos investigando y escribiendo sobre el tema. También existen tesis como: “Imaginación colectiva, comunicación y héroe en el relato japonés Paranoia Agent”, “Animación japonesa: Análisis de series de anime actuales”, “El cine de animación japonés: Un estudio analítico de la obra de Satoshi Kon”, “La narrativa cross-media en el ámbito de la industria japonesa del entretenimiento: Estudio del manga, anime y los videojuegos” y “La construcción de la identidad en la obra de Hayao Miyazaki: memoria, fantasía y didáctica” han sido todas para optar por el título de Doctor (Ph.D). Una búsqueda cuidadosa, permitirá también encontrar otras tantas de licenciatura, lo que indica que cada vez hay más personas interesadas en este campo.
Dentro de mi perspectiva como docente en la Universidad de Panamá, existen muy pocas carreras de licenciaturas o maestrías cuyos planes de estudio cuenten con materias electivas. Además, las que hay suelen ser cursos de otros planes de estudio, pero que se considera, pueden aportar a los conocimientos “culturales” de los estudiantes. Por ejemplo, en la carrera de Arquitectura, la materia Fotografía I era electiva, mientras que en la carrera de Diseño gráfico era obligatoria.
No hay una formula mágica para incrementar las horas de estudios relativas al anime, manga, cultura o cine japonés como materia electiva; solo como materias específicas de grados técnicos, licenciaturas o diplomados se lograría que el estudio del anime fuese más formal; es decir, el dejar de pensar pequeño; se pueden brindar diferentes enfoques dependiendo de lo que queremos impartir.
Probablemente un diplomado que abarque historia de la animación y la industria, la cinematografía, la globalización del producto o la recepción de este a nivel internacional, llamaría más la atención de futuros estudiantes. Esta es precisamente la tarea que queda pendiente y no es fácil, para los profesores e investigadores que de por si deben superar el estigma que puede representar, entre los colegas, el hacer estudios de “dibujitos chinos”. Sino para nuestras universidades, ya que en la actualidad parecen ver estos como de dudosa calidad.
Antes de finalizar debo agradecer a algunos de los colegas que a pesar de todo se mantienen dentro de este campo de estudios, como Laura Montero Plata, Antonio López Horno, Mikhail Koulikov, Adam Dobay, Elizabeth Birmingham y Marc Hairston, a quienes también agradezco su cooperación con el listado de materias en las diferentes universidades.
Texto: Rolando José Rodríguez De León, Ph.D.
Supongo que las materias selectivas no se le ve como algo rentable o practico.
Pero suena interesante que tengas las opciones aún sea para despertar el interés a investigar
Por ejemplo, le di seguimiento a su cronología o índice del anime en la televisión en Panamá. Recuerdo, las dificultades que menciono debido a la casi ausencia de registros de programación de canales de televisión panameños.
Prácticamente transcribió y organizó información de decenas de cable tv guías y periódicos. Trabajo invaluable de referencia.
Por otro lado, me agrada mucha la columna de What was Alternative manga? (Qué fue el Manga Alternativo?)
por Ryam Holmberg en http://tcj.com
De hecho, muy educativa. Cuando hablamos de manga con pretensiones para publico más adulto, se habla más de Gekiga. Por medio de ese señor me entero del Komaga, y de como el trabajo previo y paralelo del autor Matsumoto Masahiko tuvo influiencia sobre Tatsumi.
Además, por curiosidad de trabajos de animación no industriales rebuscando me encontre con este blog:
http://nishikataeiga.blogspot.com
La persona encargada tiene otro proyecto interesante: Japanese Animation Filmography Project. Es una wiki sobre autores del arte de la animación japomisma y sobre los principios u orígenes de la misma
Hay interés de añadir producciones más coobras.
En mi caso, he llegado al punto que leo más sobre autores, orígenes y corrientes, que el solo hecho de consumir el producto final porque me guste la trama o los dibujos.
Me interesa muchísimo las connotaciones culturales y sobre todo conocer, poco a poco de dónde y hacia qué, se dirigen las obras.
Mi nombre es Adalberto J. Rodríguez, saludos.