Texto: Mimotaku y hidefan
Semana a semana, Shōnen Jump lleva ostentando desde hace décadas la posición de revista de manga más vendida. No en vano ha sido la cuna de grandes éxitos internacionales como Dragon Ball, One Piece, Naruto, Saint Seiya (Los Caballeros del Zodíaco), Bleach, Slam Dunk, Campeones (Capitán Tsubasa), Yu Yu Hakusho, Dragon Quest, Shaman King, Mazinger Z, Video Girl Ai, Hunter x Hunter, City Hunter, Death Note, El Puño de la Estrella del Norte (Hokuto no ken), Rurouni Kenshin, Yu·Gi·Oh, Bakuman… Como puedes ver, un largo etcétera que no cubre ni la cuarta parte de todo lo que nos ha llegado proveniente de esta revista. Mucho se ha debatido acerca de la sobreexplotación del catálogo de SJ y lo formulaico que resulta, reduciéndose a series de combates (erróneamente denominadas nekketsu), de deportes o comedias románticas. Nada más lejos de la realidad, más de cuatro décadas avalan un amplio abanico de posibilidades. Te invitamos a conocer qué queda por descubrir de la reina de las publicaciones de manga y comenzamos con los diez mejores mangas del siglo XX publicados en la revista, diez clásicos entre clásicos, que jamás han llegado a España.
Yokai Hunter de Daijirou Morohoshi
1974, 1 tomo
En Shōnen Jump también tienen cabida series más experimentales que la media. En España una muestra puede ser Level E de Yoshihiro Togashi (Hunter x Hunter, Yu Yu Hakusho) pero en plena década de los ’70 los editores de SJ sorprendían apuntándose a las corrientes más vanguardistas con el florecimiento del manga para adultos, a pesar de estar orientada a una demografía de lectores más juveniles. Yokai Hunter surgió en las páginas del semanario como una serie extraña, introvertida y, por mucho que sugiera su comercial título, carente de narrativa con acción. El protagonista se diluye en una obra llevada por los personajes más que por la trama. Con el pasar de los años Yokai Hunter se expandió en diferentes publicaciones, como ha sucedido con tantas obras que comenzaron en SJ, pero queda como testimonio de la variedad que puede llegar a ofrecer la revista como medio difusor de series más inaccesibles.
Space Adventure Cobra de Buichi Terasawa
1978-1984, 18 tomos
El semanario Shōnen Jump no solo ha creado sus propios fenómenos sino que también ha sido escaparate de las tendencias de cada momento y muestra de ello es Space Adventure Cobra, que debemos entender especialmente en el contexto de su creación. En pleno asentamiento del género space-opera a finales de los años ’70 del pasado siglo surgía en SJ una historia de corte futurista con un dibujo y puesta en escena orientados a un público más adulto del conveniente para la revista, aunque en esencia su sexploitation y violencia desmesurada son fiel reflejo de intereses más juveniles. En paralelo con la evolución del manga, su autor decidió experimentar con técnicas digitales pioneras en su posterior continuación en plena década de los ’90. Cobra es recordada como una rara avis en el catálogo de SJ pero todo un referente para series venideras e incluso fuera de Japón ha tenido su reconocimiento y planes de ser adaptada a la pantalla grande. Aquí nos llegó su anime, suavizado respecto a su homólogo impreso, aunque con destellos de genialidad técnica en animación, además de otras obras de menor popularidad como Kabuto, el guerrero Tengu y Goku Midnight Eye.
Cat’s Eye de Tsukasa Hojo
1981-1985, 18 tomos
No es muy frecuente encontrar un título de SJ protagonizado por un personaje femenino pero Cat’s Eye rompe moldes y se atreve incluso con tres: las hermanas Kisugi, que de día regentan una cafetería y de noche se dedican, cuales ladronas de guante blanco, a recuperar obras de arte que pertenecieron a su desaparecido padre. La primera serie regular de Tsukasa Hojo presenta todo un cóctel de acción, sensualidad, misterio y comedia romántica a partes iguales. Quizá una combinación tan descabellada podría resultar caricaturesca hoy en día pero el manga posee ese savoir faire de los ’80 con su particular encanto. Tal es el cariño que el autor profesaba a su serie que aún en City Hunter, su obra más conocida internacionalmente, pueden encontrarse múltiples guiños a Cat’s Eye. Su éxito propició una serie de anime (emitida en España en Antena 3 y Canal Sur), adaptaciones cinematográficas e incluso un remake de reciente factura, además de formar parte del imaginario japonés ya que las hermanas y sus vistosos robos son continuamente parodiados.
Ginga nagareboshi Gin de Yoshihiro Takahashi
1983-1987, 18 tomos
Esquivando todo tipo de impedimentos narrativos o de género encontramos a Gin, una historia intergeneracional protagonizada íntegramente por animales. El relato de supervivencia de Gin en la despiadada naturaleza contiene todos los elementos que pueden identificarse en los grandes nombres del shōnen: frenetismo, intensidad, afán de superación, epicidad y solidaridad entre otros muchos valores. A pesar de haber dado comienzo en la década de los ’80, su estela ha trascendido las circunstancias de su creación y hoy en día su autor sigue trabajando en las secuelas que le sucedieron. En Japón ha marcado a muchos profesionales como por ejemplo Takeshi Obata, que se declara fan de la saga. Como dato curioso, en Finlandia figura como el manga más vendido de todos los tiempos, superando a la mismísima Dragon Ball.
Rokudenashi Blues de Masanori Morita
1988-1997, 42 tomos
Hay un subgénero del shōnen manga que apenas está explotado en España que es el de los gamberros o delincuentes juveniles, salvo alguna excepción como la malograda GTO o la más reciente (en lo que se refiere a su llegada a España) Crows. Probablemente las diferencias culturales tienen mucho que ver en este caso, y un autor que es todo un maestro en este subgénero y que nunca ha visto la luz en nuestro país es Masanori Morita. Rokudenashi Blues es el manga de boxeo por excelencia de la Jump, pero es mucho más que un spokon en el que el protagonista quiere convertirse en el mejor en su especialidad, de hecho la temática deportiva no es el punto central de este título. A través de una óptica muy realista, tanto en narrativa como en dibujo, Morita nos ofrece su visión sobre la vida de estos delincuentes juveniles en una historia que se toma su tiempo en desarrollarse (no obstante son más de cuarenta volúmenes) y que demuestra que se pueden crear historias enmarcadas en un contexto deportivo con identidad y personalidad propias, algo que el mangaka volvió a hacer patente posteriormente con la también inolvidable Rookies.
Wild Half de Yuuko Asami
1995-1998, 17 tomos
Con la irrupción de éxitos como Tutor Hitman Reborn, Ichigo 100% o D.Gray-man, se ha perdido parte del mérito de Wild Half como una serie popular realizada para SJ por una autora. Pero aun así, Wild Half tiene características de sobra para figurar en nuestra selección al margen de ser precursora. Es una historia que, si bien con resolución o grafismo un poco añejos frente a los estándares actuales, consigue conmover a sus lectores con la relación que establecen los personajes con sus contrapartidas animales, mensaje que por suerte no resulta caduco pasen los años que pasen. A día de hoy, casi dos décadas después de su estreno en la revista a mediados de los años ’90, la serie sigue reeditándose en distintos formatos e incluso ha generado obras de teatro.
Ninku de Kouji Kiriyama
1993-1995, 9 tomos
Que Naruto no es en absoluto el colmo de la originalidad e incluso considerado por expertos como una versión domesticada de la indomable Hunter x Hunter adaptada a los intereses de los editores de la revista es un hecho que no escapa a los más veteranos. Pero aun así la memoria de los lectores continúa olvidando otro referente que moldeó definitivamente al manga del entusiasta aspirante a ninja. Se trata de Ninku, manga con altas dosis de acción y todo el misticismo que corresponde a la figura del ninja tradicional representado por el protagonista, Fuusuke, que más allá de su singular aspecto (único incluso en manga, ya que el resto del elenco protagonista obtuvo diseños de personaje de corte más realista) es todo un experto en técnicas de viento. Las comparaciones con Naruto no acaban ahí, ya que ambas fueron llevadas al anime por el estudio Pierrot. Sorprendentemente Ninku no acabó siendo tan extensa como cabría esperar, pero su gran aceptación le permitió ser continuada en Ultra Jump años más tarde.
Jigoku Sensei Nube de Takeshi Okano y Shou Makura
1993-1999, 31 tomos
Una serie mítica en la Shōnen Jump donde las haya que no parece pasar de moda ya que sigue siendo prevalente en el nuevo siglo con spin-offs, secuelas, doramas, anime (Nuubeeeeee!) y más es Jigoku Sensei Nube, las aventuras de un exorcista y profesor de colegio que gracias a su mano sobrenatural ayuda a sus alumnos a librarse de los molestos fantasmas y espíritus que hacen acto de presencia en su clase día sí y día también. Estamos ante una gran y original combinación entre terror, violencia no apta para los estómagos impresionables, comedia y un toque ecchi con un dibujo deliciosamente noventero que resulta imprescindible para todos aquellos amantes de las leyendas urbanas, el folklore japonés y las historias del más allá.
Hoshin Engi de Ryu Fujisaki
1996-2000, 23 tomos
El imaginario y mitología japonesas han bebido desde tiempos ancestrales de la cultura continental, especialmente de China. Entre montañas de videojuegos, anime y manga destaca Hoshin Engi por méritos propios. Se trata de una interpretación de Fengshen Yanyi (La investidura de los dioses), clásico literario sino, con toques de excentricidad y genialidad a partes iguales a cargo de un autor con un dibujo anguloso, recargado, detallista y sobre todo diferente a la tónica de grafismo accesible de los éxitos habituales de SJ. Hoshin Engi comienza siendo una epopeya estereotipada pero pronto se desmarca de sus semejantes con un protagonista que favorece la estrategia frente a la acción en primera persona, un amplio elenco de personajes principales con justificadas y contradictorias motivaciones y un frenesí de giros argumentales. En España pudimos ver su incompleta adaptación al anime como Soul Hunter que da buena cuenta de la espectacularidad y complejidad de su argumento. Incluso en 2009 se propuso realizar un remake si se conseguían más de 10000 votos a favor, lo cual sucedió, por lo que podría tener un resurgimiento en el futuro.
JoJo no kimyouna bouken de Hirohiko Araki
1986-2004, +115 tomos (actualmente en curso en la Ultra Jump)
A estas alturas la saga JoJo no necesita presentación. Por fortuna, porque durante 25 años ha sido la gran ignorada por occidente respecto a otros títulos de renombre de Shōnen Jump. En ocasiones una aventura de corte clásico con elementos de terror, tragedia, comedia y psicodelia, por momentos parodia de los elementos más reconocibles de su demografía y definitivamente una revisión y puesta al día de aquello a lo que homenajea. Hoy en día el manga ha trascendido su status quo de niño mimado de la editorial por méritos propios: es una obra transgresora, arriesgada en su planteamiento, con un estilo propio muy definido que ha creado escuela y lo mejor es que solventa el paso del tiempo con renovaciones intergeneracionales en cada saga, realizando un paralelismo con la franja de edad de sus lectores, interdependientes tanto para sangre nueva como para asiduos seguidores. Su adaptación al anime más reciente ha sido el gran empujón que necesitaba fuera de su país de origen, donde ya es toda una institución que ha influido en moda, diseño gráfico y otros ámbitos. Aunque hace años hubo un conato de edición por parte de la malograda Iced Lands e incluso de las primeras OVAs por Jonu (actualmente con problemas de licencia por contenido considerado anti-islamista), el verdadero desembarco de JoJo vendrá de mano de Selecta Visión en cuanto las negociaciones lo permitan, ¿vendrá acompañado del manga? Así lo deseamos.
Y tras esta selección de los que consideramos los diez títulos más representativos del pasado siglo que nunca pudimos disfrutar en España, está claro que no nos podemos olvidar de otros grandes títulos de la Shōnen Jump que se han publicado en la pasada década y media, seguramente mucho más conocidos por nuestros lectores, y que de igual forma permanecen inéditos por estos lares. Así que, en nuestro siguiente artículo, repasaremos otros diez títulos olvidados correspondientes al siglo XXI. ¡Nos leemos pronto!
Cat’s Eye… me encantaría y Nube y Soul Hunter también
Joder, ¡exactamente las mismas que yo! jajaja Sería un gustazo poder tener esas obras.
Ojalá llegara Cat’s eye o cualquier otra obra de Tsukasa Hojo como City Hunter o Family compo que quedaron inconclusos por parte de mangaline T.T
Masamori morita, no he leido rokudenashi blues, si »rookies», 24 tomos sobre el beisbol y es una gran serie no se si el resto seran por el estilo pero su ultima obra duro 10 años en la young jump (19 tomos)