Cada año Norma Editorial organiza un concurso en el que los talentos nacionales pueden presentar sus trabajos y optar a la posibilidad de ver su obra publicada. El concurso ya ha alcanzado nueve ediciones y durante estos años se han publicado títulos muy interesantes como O.U.T. de Inma R. o Pechanko de Skizocrilian Studio que actualmente publican otro nuevo título con la editorial.
Este concurso sirve como escaparate para descubrir nuevas promesas del cómic nacional con inspiración manga que pueden conseguir su primera oportunidad de trabajar de forma profesional en un mundo tan complicado y competitivo como es el del cómic en nuestro país y demostrar así que fuera de Japón también hay historias que valen la pena ser contadas y ser leídas.
Las ganadoras de la octava edición fueron Gina Vila y Aran con Yudoku, una historia que ya de entrada sorprende por lo original de su argumento.
Sinopsis
Shun y Tora son yudokus, o gente tóxica. Esta clase de personas saca lo peor de la gente que tiene a su alrededor; la gente intoxicada por un yudoku va acumulando energía negativa cuanto más tiempo pasa con uno, especialmente si se produce cualquier clase de contacto físico, hasta que acaban cometiendo actos violentos que a menudo tienen la muerte como consecuencia.
Por ese motivo los yudokus se ven obligados a alejarse de la sociedad para protegerla, aislándose del contacto humano y buscando a otras personas como ellos. Shun y Tora investigan al grupo de rock Vodoo, que arrastra la muerte consigo allá donde va. Cuando el cantante del grupo muere envenenado, parece claro que o bien el bajista, Hans, o la guitarrista, Sika, es un yudoku. Shun está convencido de que tiene que ser Sika y organiza un plan para acercarse a ella y descubrir la verdad, pero entonces se enamora de ella.
Guión
Yudoku es el segundo trabajo que las autoras presentaron al Concurso Manga y su primer trabajo profesional. Yudoku, que significa literalmente gente tóxica, lleva al extremo el concepto de la clase de persona que mina la moral y motivación de los demás porque es su manera de sentirse mejor consigo mismos.
El cómic llama la atención de inmediato por su interesante premisa: tenemos a un protagonista, o dos en este caso, que saben que son gente tóxica. En vez de perjudicar a los demás, han decidido que la única manera de proteger a la gente que tienen a su alrededor es alejándose de ella. Los yudokus tienen que conformarse con una vida de aislamiento y soledad, sabiendo que sólo pueden relacionarse con ellos mismos, a los que esa energía negativa no afecta. Cuando aparece Sika, Shun sabe que se está metiendo en un terreno peligroso al acercarse a ella, porque si no es una yudoku como él sospecha, no va a hacer otra cosa que perjudicarla. Pero, si lo es, por fin puede tener una oportunidad de tener una relación con una chica sin el miedo de que su energía negativa la convierta en una asesina.
Yudoku tiene un toque oscuro y adulto, que muchos han calificado de “seinen español” (si es que realmente podemos aplicar las mismas categorías que los japoneses), mezclando la intriga y el suspense con un toque de romance. La historia tiene un gran potencial pero también se nota que es la obra debut de las autoras porque ese potencial no acaba de estar desarrollado del todo.
Pese a que la trama capta el interés, el cómic tiene algunos problemas de ritmo que ralentizan la lectura; el guión hace énfasis en las mismas cosas una y otra vez (las discusiones de Shun y Tora tienden a ser repetitivas) y por otro lado se echa en falta una historia de fondo de los dos yudokus algo más detallada que las pinceladas que nos da la historia; con un poco más de información sobre el pasado de Shun, el final podría haber sido más memorable.
Dibujo
El dibujo de Gina es una de las grandes bazas de Yudoku, ya que tiene un estilo que entra rápidamente por la vista. El dibujo es de trazos gruesos y sucios, tirando hacia una vertiente realista que casa a la perfección con el tipo de historia que cuenta. Curiosamente la autora explicó que se decantó por este estilo más sucio obligada por las circunstancias, ya que un dibujo más detallado le hubiera imposibilitado acabar el cómic a tiempo.
En algunas viñetas se nota más la falta de experiencia de la autora, especialmente en las siempre más complicadas escenas de acción, pero en general Gina hace un trabajo notable.
Edición
Yudoku está publicado de forma idéntica a un tomo manga estándar de la línea de Norma Editorial, incluyendo la sobrecubierta y el sentido de lectura oriental.
Como hacen muchos autores de manga español, Gina y Aran decidieron ambientar la historia en Japón, con personajes japoneses. Las autoras llegan al extremo ya no sólo del sentido de lectura, sino que incluso las onomatopeyas están en japonés (¡y SIN traducir!).
Conclusión
Yudoku es una demostración de por qué siempre hay que echarle un ojo a los ganadores del concurso de Norma Editorial. Aunque la historia no acabe de alcanzar todo su potencial, la original premisa y su interesante dibujo hacen que el cómic consiga destacar y sobre todo nos anima a hacer un seguimiento a estas dos autoras. Con un poco más de experiencia, seguro que sus próximos trabajos valdrán mucho la pena.
Las imágenes son propiedad de Gina Vila y han sido obtenidas del Blog Manga de Norma Editorial.