Según noticiaba hace un par de días el diario Yomiuri, recientemente un equipo de investigadores de la universidad de Osaka del departamento de Biología decidió nombrar su nuevo descubrimiento protéico como Pikachurina, en honor al mítico Pokémon. La proteína juega un papel importante en la eficiente transmisión de información visual quinética de los ojos al cerebro, y debido a los ágiles y rápidos movimientos de Pikachu, la proteína recibió la nomenclatura como homenaje por parte de sus descubridores, los cuales esperan que el hallazgo permita avanzar en la investigación de los tratamientos para la renitis pigmentosa, una enfermedad hereditaria que produce ceguera.