Selecta Visión ha lanzado al mercado cuatro ediciones diferentes de Dragon Ball Z: La Resurrección de F, el último largometraje de Akira Toriyama para la gran pantalla. ¿Aún no sabes de qué trata esta nueva aventura de los guerreros Z? ¡Pues no te pierdas nuestra siguiente crítica!
El telón de la obra se abre con Freezer, horrorizado y preso dentro de un capullo, mientras sufre su castigo eterno en un infierno celestial ornamentado con ángeles, bellas criaturas y música por doquier. Por suerte, Sorbet y Tagoma, secuaces de su antiguo ejército, reunirán las Bolas de Dragón de la Tierra para resucitarlo, recogerán sus pedazos mutilados y reconstruirán su cuerpo original mediante su maquinaria avanzada. De hecho, la escena en la que Freezer recupera su estado base, con el tema metalero de Maximum the Hormone, pondrá los pelos de punta hasta el más estoico.
Así se inicia el prólogo de una película cuyos héroes principales no aparecerán en pantalla hasta bien entrados los primeros 20 minutos, y pese a eso, el espectador no se aburrirá durante el inicio, al mostrarse con maestría y humor la rutina vital de los demás guerreros en la Tierra: Piccolo haciendo de niñera de Pan o Krilín ejerciendo de policía con su politono de One Piece son escenas que bien merecen su visionado.
Mientras Freezer fragua su venganza entrenando durante cuatro meses, Jaco, el patrullero galáctico, llega a la Tierra para avisar a Bulma del inminente regreso del tirano galáctico, el cual mantiene su esencia intacta con respecto a la serie original. ¿Por qué? Porque Freezer no duda en cargarse a sus camaradas si le llevan la contraria, ni tampoco se lo piensa dos veces al destruir la capital del norte nada más aterrizar en la Tierra. Freezer ha vuelto con un ejército centenario, más fuerte que nunca, y los guerreros Z ya han degustado su amargo banquete de bienvenida.
Con la ausencia temporal de Goku y Vegeta, los cuales se encuentran en el territorio de Bills entrenando con Whis para desarrollar el poder del Super Saiyan God, los encargados de defender el planeta serán: Gohan, Piccolo, Krilín, Ten Shin Han, Mutenroshi y Jaco. El espectáculo visual que se desata a partir de este momento es digno de cualquier película de artes marciales de culto, y es aquí donde, Tadayoshi Yamamuro, es un genio.
El director del largometraje plasma perfectamente los combates cuerpo a cuerpo de los guerreros frente a los solados de Freezer, resultando una suerte de batalla con sabor oriental en la que no faltarán las ráfagas de ki, la seriedad de Ten Shin Han o el humor innato de Jaco. Si en Battle of Gods, precuela de este filme, se echaban en falta más golpes, La Resurrección de F te dejará noqueado con sus potentes coreografías plagadas de arte marcial. Además, el espectacular doblaje original con los actores nacionales no hará más que acentuar la nostalgia a cada golpe propinado. ¡Bienvenido a tu infancia!
Tras la derrota del ejército, Freezer dejará en paro cardíaco a Gohan con un severo puñetazo en el pecho, para después recuperarse con ayuda de Piccolo (como en todas las películas de Dragon Ball Z) y una alubia Senzu. En ese momento se dan cuenta que Freezer pertenece a otra dimensión, por lo que Goku y Vegeta acudirán en su ayuda para proteger la Tierra y derrotar al tirano, esto es, el colofón de su entrenamiento.
Ahora sí… ¡Comienza la batalla final! Son Goku será el primero en enfrentarse a Freezer en un combate con un derroche energético sin precendentes, hasta que Vegeta detenga el espectáculo recordando a Goku, a base de puñetazos, que también quiere darle su propia medicina a Freezer. No obstante, el emperador del espacio solo quiere culminar su venganza frente a Goku, por lo que Vegeta se resigna y les deja luchar hasta la muerte. ¡Llegó el turno de las transformaciones!
En Dragon Ball las nuevas transformaciones son garantía de éxito, y este largometraje las traerá por partida doble: Son Goku se transformará en Super Saiyan Blue (el estado Super Saiyan del Super Saiyan God) y Freezer mostrará su nueva forma tras cuatro meses de arduo entrenamiento: Golden Freezer. Es el inicio de una batalla al límite en la que los efectos CGI atraparán al espectador, sobre todo si se disfruta de la edición 3D de Selecta Visión, dando lugar a un espectáculo visual que sentará cátedra en la franquicia. Eso sí, si no estáis muy familiarizados con las animaciones por ordenador, el resultado quizás se os antoje algo extraño. En cualquier caso, el frenetismo del combate es trepidante.
Finalmente, Son Goku Super Saiyan Blue da con el punto débil de Golden Freezer y lo acaba humillando, tal y como ocurrió décadas atrás en el planeta Namek. El consumo de energía alarmante de Freezer es la sentencia de muerte del tirano, pues sus ansias de venganza no le han permitido perfeccionar su nueva forma. Sin embargo, el anillo mágico de Sorbet dejará fuera de combate a Goku con un disparo en el pecho. La guardia baja del saiyan, pese a su inmenso poder, hace que su defensa disminuya y sea un blanco fácil hasta para el más débil de los enemigos.
Con Goku fuera de combate, es el turno de Vegeta, el príncipe de los saiyans. Si la venganza se sirve en un plato frío, Vegeta dejará congelado a Golden Freezer con su gélida transformación en Super Saiyan Blue. El frío color azul no se manifiesta solo en la tonalidad del pelo, si no también en la actitud de Vegeta ante el tirano que erradicó a su pueblo años ha. Los golpes acometidos por Vegeta irradian venganza estelar, emociones enterradas, realeza solemne y justicia divina. Al verse contra las cuerdas y de nuevo en su forma original, Freezer destruirá la Tierra con una explosión mortal instantánea. ¿Se habrá salido con la suya?
Afortunadamente, Whis logró sacar a tiempo de la explosión a algunos de los guerreros, entre los que se incluye Goku. Para sorpresa de todos, Whis se presenta como una forma de vida capaz de viajar a través del tiempo, por lo que retrocederá en el mismo para que Goku, ya recuperado con una alubia Senzu, aseste el golpe de gracia a Freezer mediante un glorioso Kame Hame Ha, justo antes de la explosión. De este modo, Son Goku será el encargado de exterminar a Freezer, algo que no pudo conseguir en el pasado tras su primera transformación en Super Saiyan. Y así se cerrará el telón, de nuevo con el emperador del mal sumido en su capullo infernal.
En definitiva, Dragon Ball Z: La Resurrección de F se erige como la película de corte más dramático de la nueva era de Akira Toriyama. La acción constante y la venganza imperante no desentonan con el humor esporádico de la cinta, dando como resultado un cóctel explosivo: delicioso en el ámbito visual, amargo en los ingredientes argumentales y añejo en el campo del doblaje.
¡A tu salud, Freezer!
Esto no es una reseña. Es el argumento de la película contado de principio a fin. XD