La primera clave de esta saga es el retorno de la banda de Pilaf, pues serán los encargados de liberar a Piccolo Daimaoh de su prisión hermética, la urna legendaria, para sembrar el caos en la Tierra. De esta manera, Pilaf y sus secuaces pasarán a ser los vasallos de Piccolo durante su reinado infernal en el planeta. No eran conscientes del mal que acababan de desatar.
El asesinato de Krilín a manos de Tambourine, hijo de Piccolo, propiciará la venganza de un Goku enrabietado por la muerte de su amigo. Tras esto, un extraño personaje irrumpirá en la saga de los demonios: Yajirobai, el guerrero de los bosques. Este glotón espadachín poseedor de una resistencia sin igual, se enfrentará a Goku en la espesura de la flora. Sin embargo, ambos unirán fuerzas contra el infierno. De este modo, Yajirobai cortará a Cymbal (segundo hijo de Piccolo) en dos de un tajo y Goku pulverizará a Tambourine de un Kame Hame Ha. La comunión de estos dos guerreros se antojó fugaz, a la par que letal, en la franquicia.
Las sendas victorias de estos entrañables luchadores obligarán a Piccolo Daimaoh a presentarse ante ellos. Si bien Yajirobai se refugiará en la frondosidad del bosque, Son Goku le plantará cara cayendo fulminado ante su abrumador poder. Por suerte, el gran Yajirobai aparecerá para salvar el día y llevar a Son Goku de camino a la torre Karin, lugar que se convertirá en la nueva residencia del espadachín forestal.
Mientras estos guerreros estrechan sus primeros lazos de amistad, Mutenroshi decide enfrentarse cara a cara con el núcleo del terror. Emulando el mafuba, la técnica que su maestro Mutaito utilizó para encerrar a Piccolo en la urna, Mutenroshi perecerá en el intento. No suficiente con esto, Piccolo asesinará a Chaoz, reunirá las Bolas de Dragón y conseguirá la eterna juventud, fulminando a Shenron a sangre fría. La encarnación del mal acaba así con el maestro y dios dragón de tiempos ancestrales.
El único hálito de esperanza se reduce a Son Goku y el agua divina de Karin. Este brebaje le desbloqueará el poder interior necesario para extirpar la raíz demoníaca. De esta forma, el pequeño guerrero se enfrentará en un segundo round dantesco contra el rey de los demonios, que dejará contra las cuerdas a Ten Shin Han (rehén de Piccolo) y a Son Goku. Pero éste, con un solo brazo, su poder Ozharu interior y su puñetazo divino, será capaz de atravesar el pecho de Piccolo impulsado por su propio Kame Hame Ha.
Finalmente, cuando la estirpe de los demonios parecía ser historia, el monstruo vomitó su venganza en forma de huevo antes de explotar en mil pedazos. La herencia del terror eclosionó, dando a luz a Piccolo Jr y sentenciando un horizonte claroscuro para el mundo dragón . La paz celestial ya tenía grabada a fuego su fecha de caducidad: el 23 Torneo de Artes Marciales.