Mangas de vampiros tenemos en el mercado actual hasta para aburrir. Desde ya clásicos como Vampire Hunter D, Blood o Hellsing hasta obras más recientes como Owari no Seraph.
Sin embargo, de entre todas ellas, hay una del catálogo seinen de Norma Editorial que es de todo menos convencional. Os estamos hablando de Blood Lad, un trabajo de Yuuki Kodama que acaba de finalizar su serialización en la revista Young Ace tras casi siete años de larga andadura.
Si queréis descubrir qué tiene de peculiar esta atípica historia de vampiros no dudéis en hincarle los colmillos a esta reseña que os hemos preparado.
Sinopsis
Staz Charlie Blood es un poderoso vampiro líder de la zona Este del Mundo Demoníaco. Según cuentan los rumores es un monstruo sanguinario y despiadado, pero lo cierto es que Staz es en realidad un otaku completamente obsesionado con la cultura japonesa y que no siente el mas mínimo interés por la sangre humana. Delegando el cuidado de su territorio a sus subalternos Staz se pasa el día entero haciendo el holgazán. Entre sus pasatiempos favoritos se encuentra el ver anime, leer mangas y jugar a la videoconsola.
Un día Fuyumi Yanagi, una chica japonesa, cruza por error un portal interdimensional que la lleva al mundo demoníaco. Staz se vuelve completamente loco al descubrir que una chica perteneciente a la cultura que tanto admira ha terminado en su territorio así que se presenta ante ella al instante para conocerla y saber más sobre su mundo. Justo en ese momento tiene que hacerse cargo de una disputa territorial y en medio del conflicto Fuyumi muere y acaba convirtiéndose en un fantasma.
Staz promete encontrar la manera resucitarla y de este modo comienzan un esperpéntico viaje en busca de un poder que les permita devolver a Fuyumi a la vida.
Guion
Si bien Blood Lad no es directamente una parodia sí que es un manga que es experto en una cosa: reírse de sí mismo. Referencias a otros animes, series o la cultura otaku asaltan al lector constantemente. Los personajes tanto principales como secundarios rompen el cuarto muro de una forma continuada con sus chascarrillos lo cual le da a la obra un toque satírico muy fresco. Referencias constantes a Dragon Ball o pequeños guiños a películas como Terminator son tan solo dos ejemplos de lo mucho que nos podemos esperar de este manga.
La historia principal, si bien comienza un poco a ralentí, aumenta su ritmo muy bien pasados los primeros volúmenes, ampliándonos la trama, dándonos a conocer los entresijos del Mundo Demoníaco así como las oscuras figuras que lo controlan. La búsqueda principal de los medios para resucitar a la desdichada protagonista se acabará mezclando con los problemas de un mundo en el que familias de licántropos y vampiros luchan por mantener el poder.
Los personajes es cierto que están totalmente dentro de los cánones de lo que sería más propio de un shonen manga convencional pero son muy peculiares a su manera. El protagonista principal es indiscutiblemente el motor de la obra. Staz es un vago al que solo le interesa leer mangas y ver anime. Pasa completamente de todo lo que le rodea y los conflictos le son totalmente ajenos, pero se ha comprometido a resucitar a Fuyumi así que ahora no le queda otra más que cumplir su promesa.
El romance entre los personajes también está presente en cierto modo aunque queda completamente eclipsado por la acción de los combates y el desternillante sentido del humor de la obra.
El dibujo
El dibujo no es desde luego el punto fuerte de este manga, pero tampoco lo desmerece.
Los diseños de los personajes son bastante genéricos para lo que viene siendo su demografía. Este punto se nota mucho en sus diseños femeninos que abusan completamente de los clichés. El fanservice es una constante en lo que a las protagonistas se refiere.
Los diseños de los varones son un poco más variados y en ellos sí que se puede apreciar al menos en parte el trazo personal del autor.
Los escenarios son variados y su recreación de los interiores está muy bien lograda en contraste con los planos generales y lugares abiertos que son algo menos detallados.
El bestiario de seres que habitan el mundo de los demonios es variopinto y extenso. Hombres paloma que tiran de carruajes, tríclopes adivinos que regentan restaurantes o mimos timoratos son solo algunos ejemplos de los moradores del inframundo.
Las escenas de acción y las cómicas son el plato principal que nos sirve Blood Lad. Son vistosas y en absoluto caóticas. Siempre van acompañadas por buenas dosis de humor que le restan tensión a los conflictos con los que se van topando los personajes.
Un detalle visualmente muy agradable de este manga es el vestuario de los personajes. Cambia constantemente. En un mismo tomo desde el protagonista hasta el último de los secundarios puede llegar a cambiar de ropa en cuatro o cinco ocasiones. Este detalle es muy de agradecer en un género en el que los personajes parecen ir a todos lados con su ropa de instituto o el traje genérico con el que fueron dibujados en el primer volumen.
Edición
La edición española de Blood Lad nos llega de la mano de Norma Editorial.
El formato escogido es el clásico tomo rústico con sobrecubiertas que por 8€ el tomo cuenta además con cuatro láminas a color en cada volumen.
Los diseños de portadas y sobreportadas concuerdan con los de su homóloga nipona. Cada tomo nos presenta a alguno de los protagonistas junto a unas franjas negras y un color de fondo que varía en cada ejemplar. Las tapas interiores incluyen la mini sección de humor personal de Mamejirou, la mascota de la serie.
Hay que destacar el duro trabajo de traducción que Annabel Espada realiza en esta obra. El punto fuerte de la serie es el humor y los japoneses son muy aficionados a las bromas lingüísticas relacionadas con las pronunciaciones erróneas. Este tipo de chascarrillos es muy fácil que se pierdan con la localización de los textos al castellano dando como resultado escenas que carecen completamente de sentido. La buena labor de edición e inclusión de comentarios aclaratorios consigue retener casi en su totalidad el sentido del humor predominante en el manga y minimiza este inconveniente de la traducción.
¿Sabías que…?
- Blood Lad cuenta con una serie propia de animación de 10 episodios dirigida por Shigeyuki Miwa y obra del estudio Brain’s Base, responsable de otras series como Baccano!, One Week Friends o Durarara!!.
- El manga cuenta con un spin off llamado Bloody Brat compuesto de dos volúmenes en el que se cuentan otras aventuras previas de Staz y compañía.
- En el momento de la publicación de esta reseña se ha recopilado la serie en un total de 16 tomos en Japón mientras que la edición española va por el tomo nº 12.
- Yuuki Kodama anunció que el manga terminará de editarse en septiembre tal como os adelantamos recientemente desde Mision Tokyo. Queda completa en 17 tomos.
- Se ha publicado en la revista Young Ace, de demografía seinen, pero aquí en España Norma Editorial lo vende como un manga shonen.
Conclusión
Tal como dijimos antes, mangas que tengan a vampiros como protagonistas hay un montón. Mangas que tengan a un vampiro como Staz, ninguno, solo Blood Lad.
Su peculiar sentido del humor, sus carismáticos personajes y las buenas dosis de acción hacen que destaque dentro de un género en el cual ya casi todo está visto.
En líneas generales es un manga de vampiros más del montón con chicas guapas, mucha acción, buena comedia y una historia entretenida que pese a no ser apasionante ni novedosa sí que cuenta con un par de giros argumentales que hacen que no se vuelva en absoluto aburrida.
Si sois asiduos lectores de todo el material relacionado a los chupasangres que llega a las librerías en Blood Lad podréis encontrar un vampiro como ninguno que hayáis visto hasta la fecha.