La crisis está azotando a la industria editorial del manga más de lo que imaginábamos. De un tiempo a esta parte se están sucediendo congelaciones indefinidas, retrasos, ausencia de nuevas licencias y lo peor de todo… las temidas cancelaciones. Una situación que no se daba desde finales de los años 90 y que terminó con la práctica desaparición del manga en las librerías especializadas de cómics.
Pocas han sido las editoriales que se han librado de tener que dar malas noticias a los otakus, en ese sentido, la editora de Norma, Anabel Espada, ha declarado a Mision Tokyo que «Vamos a intentar por todos los medios no cerrar ni congelar ninguna serie» aunque también ha añadido un sincero «pero en algunos casos el esfuerzo es muy grande». Una situación ante la que debemos reflexionar para detectar los errores cometidos y evitar que vuelvan a suceder en un futuro. Así lo ha hecho el traductor Marc Bernabé en su columna de opinión en Mision Tokyo en la que apunta a que «se ha publicado demasiado material para un público potencial demasiado escaso» como una de las causas principales de esta situación.