La mayor afición de Hikaru es observar el cielo, por lo que pertenece al club de astronomía de su instituto. Un día, en los pasillos se cruza con un altísimo chico de cabellos largos y rubios, casi blancos, que capta su atención. Esa misma noche sale a fotografiar las estrellas y se lo encuentra observándolas, y trata de entablar conversación con él, quedando el chico muy sorprendido de que no esté al tanto de su identidad. Su nombre es Asô, un joven de muy mala fama que hasta ingresó en un reformatorio; pero Hikaru, habiendo conocido su lado amable, decide que no le importan los rumores.
El otro final se ha anunciado en la Deracomi. Kazumi Ohya, de quien Ivrea está publicando Culebrón romanticón, terminará Amai Yatsura el próximo 24 de febrero en su octavo capítulo. Con dos tomos en el mercado, se supone que entonces el último será el tercero, sin fecha prevista. La trama se centra en el mundo de los idols japoneses.