Veintidós años antes de que Sui Ishida pariera Tokyo Ghoul, ya hubo un mangaka que se adentró a explorar la esencia del ser humano fusionándolo con alguna sangrienta criatura. El nombre de este señor era Hitoshi Iwaaki, cuya obra, Kiseijuu, fue publicada mensualmente en la revista Afternoon entre 1989 y 1995, alzándose con el galardón de los XVII premios Kodansha en 1993 y el Seiun Award al mejor manga del año en 1996.
El pasado 8 de octubre, casi un par de décadas más tarde, llegaba a las televisiones japonesas su versión animada, de la que hasta la fecha NTV (Animax Asia para los angloparlantes) ha emitido 6 de los 24 episodios que completarán la historia; margen suficiente para ir tomando posiciones con respecto a un anime que se está convirtiendo rápidamente en una de las grandes sorpresas de 2014.
Sinopsis
La historia se desarrolla en el Japón actual, con la llegada de unos aliens llamados Parasytes. Estos aliens atacan los cerebros de las personas y toman el control de sus cuerpos, para devorar a otros seres humanos. Un alien llamado Migi tan sólo logra entrar en el brazo derecho del introvertido estudiante Shinichi Izumi, y es incapaz de someter a su víctima completamente. Migi y Shinichi aprenderán a coexistir y lucharán contra aquellos aliens que sólo ven a los humanos como comida con la que alimentarse.
Haciendo del contraste su mayor virtud
Con una premisa parecida a la que en la pasada temporada nos presentara Tokyo Ghoul, Parasyte pretende tomar parte de la eterna discusión acerca de la esencia del ser humano. Toma como punto de partida a un personaje no especialmente seguro de sí mismo, al que inculca un elemento externo que es salvaje y brutal: un alien incapaz de sentir emociones como la empatía.
El guión
La trama está planteada de forma que engancha desde el primer capítulo, y conforme ésta se desarrolla aumenta el interés por parte del espectador. Esto no se debe únicamente a su hilo argumental, sino también a unos personajes bien construidos. Shinichi -pese a tratarse de un protagonista algo estereotípico- promete dar un giro de 180º antes de alcanzar la segunda mitad del anime, siendo Migi la estrella indiscutible hasta el momento: un personaje capaz de despertar simpatías aunque carezca de humanidad. En mi opinión, la relación entre ambos se está convirtiendo en el verdadero sostén de la serie, sobre todo por las contradicciones que suscita ver cómo dos personajes completamente opuestos entre sí se ven obligados a coexistir y cooperar para salir adelante.
A la historia principal se le unen pequeñas subtramas que sirven de excusa para presentar nuevos personajes y algunas reflexiones interesantes, abarcando temas tan amplios como el acoso sexual en Japón, su estricto sistema educativo, el instinto de supervivencia, el suicidio, el aborto, las políticas de austeridad de la OCDE o las asperezas entre China y Japón. El guión se apoya en algunos diálogos muy bien construidos, en el que quizás sólo sobran un par de escenas excesivamente melodramáticas, manteniendo hasta el momento un ritmo bastante decente.
Parasyte acierta también en el tono, y es capaz de pasar de la comedia romántica -con cierto subtexto erótico- al gore menos autocensurado, y del humor más absurdo -como los efectos de sonido de Migi, que confrontan con su humor negro- a divagaciones existencialistas. Otro de sus aciertos es la adaptación temporal de la década de los ‘90 a la actualidad, product parody incluida. En ese sentido, la ambientación está muy cuidada, aportando verosimilitud a una historia que no sólo resulta consistente, sino también muy entretenida. Además de sus reminiscencias kafkianas, en Parasyte se hacen guiños a otras películas y figuras la tradición popular, desde Saw a Krishna, pasando por Spiderman y el cine de yakuzas.
Diseño y animación
En cuanto al dibujo, tanto el estilo como el diseño de personajes son los propios del slice of life más habitual, aunque resultan bastante expresivos y el movimiento está muy conseguido, con un apropiado uso del CGI bien insertado en la animación. La paleta de colores es muy suave y está bien empleada, contrastando con los litros de sangre que se vierten en las escenas de gore (al fin sin censura), y dando lugar a imágenes fijas bastante cuidadas.
Los seiyuus principales también hacen un buen trabajo, caso de Nobunaga Shimazaki para el protagonista –que esta temporada también ha estrenado Orenchi no Furo Jijō-, de la seiyuu y vocalista Aya Hirano para Migi, y del personaje de Satomi Murao, al que da voz Kana Hanazawaza –seiyuu de Akane en Psycho Pass, y curiosamente también de Rize en Tokyo Ghoul-, destacando la labor de Aya Hirano a la hora de aportar personalidad al carismático alien.
La música
La música es obra de Ken Arai, con un criticado dubstep que cuenta con grandes aciertos, pero también con algunos batacazos discordantes que no casan para nada con la escena. El opening, sin embargo, es de los mejores de la temporada: Let me hear, un tema firmado por la banda Fear, And Loathing In Las Vegas, fundada en 2008, y que también fuer responsable del primer ending de HunterxHunter, con otras colaboraciones como la banda sonora del videojuego Pro Evolution Soccer 2012 con Jump Around.
El ending, entre el pop y el R&B, contrasta mucho con el opening, y en mi opinión funciona mejor como concepto que a nivel musical, trasladando uno de los principales mensajes de este anime: nadie sabe a ciencia cierta quién vive tras la puerta de al lado. El tema se llama It’s the Right Time, de Daichi Miura, que además de cantante, pianista y compositor, es bailarín y coreógrafo, y ya ha colaborado con otras bandas sonoras de animación como Toy Story 2 o Lilo&Stitch.
Conclusión
En definitiva, a 6 capítulos de su estreno podemos decir que Parasyte lo tiene todo para convertirse en un gran anime: un guión sólido que abarca temas universales como las contradicciones del ser humano, en combinación con una buena historia de horror y ciencia ficción en la que la comedia, el gore y el amor logran atraer a un público tan amplio como variado. Parasyte –the maxim- recoge los grandes dilemas existencialistas que Tokyo Ghoul pretendía abarcar y demuestra lo que verdaderamente podía hacerse con ellos, extrayendo desde el primer episodio todo su jugo sin pecar de pretencioso. Esperemos que no se estropee más adelante, y que las distribuidoras se animen a traérnoslo también al Estado español.
Otros datos de interés
- Actualmente podemos seguir el anime en Crunchyroll, con un nuevo episodio cada miércoles en versión original subtitulada.
- Con más de 11 millones de copias en circulación, el manga podemos encontrarlo en una edición kanzenban de 8 tomos y una edición a color de 10 tomos que ha sacado Kodansha para su relanzamiento.
- Además de su adaptación al anime, el 29 de noviembre se espera el estreno de la primera de las dos películas live-action dirigidas por Takashi Yamazaki (Space Battleship Yamato).
Ficha técnica
- Estreno en JP: 2014-10-09
- Fecha de finalización: marzo 2015
- Estado: en emisión
- Formato: serie
- Nº de capítulos: 24
- Título original: 寄生獣 セイの格率 (Kiseijuu: Sei no Kakuritsu)
- Animación: Madhouse
- Producción: NTV, VAP, Forecast Communications
- Dirección: Kenichi Shimizu
- Guión: Shoji Yonemura
- Diseño de personajes: Tadashi Hiramatsu
- Música: Ken Arai
- Género: Seinen, Ciencia Ficción, Terror