Nacido en Barcelona en la década de los 80 es un apasionado del manga desde que tiene uso de razón. Cursó estudios de Sociología en la Universidad Autónoma de Barcelona y actualmente se encuentra estudiando Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Barcelona, además de sacarse el título de actor de doblaje. Paralelamente a su formación académica ha trabajado para varias empresas dedicadas al manganime como Norma Editorial, Jonu Media, Estudio Fénix o Canal Buzz Empezó en el mundo de la radio, en el que destacó por conducir durante 7 temporadas consecutivas el programa de RCB llamado Mision Tokyo y ser colaborador del programa Más Allá de la Viñeta de COM Radio, aunque también ha participado en algunos proyectos televisivos de La Sexta y el Canal Buzz. En el terreno de la prensa ha escrito para revistas especializadas como Minami, Shirase, Anitype, Dibus! y Jetix Magazine, además de editar su propia publicación, Mision Tokyo Magazine. Actualmente es uno de los directores de MisionTokyo.Com |
El anime existía antes que los fansubs
Cada vez empezaron a salir más grupos de fansubs, y con la popularización del ADSL el intercambió pasó de hacerse físicamente a hacerlo virtualmente. Paralelamente, las televisiones empezaron a emitir anime, nació Jonu Media, Otaku Visión no terminó de asentarse en el mercado pero sí que lo hizo como Selecta Visión y, en definitiva, se llegó a un punto en el que cualquier serie de anime emitida en Japón tenía numerosas posibilidades de llegar a España. En este momento los fansubs ya no tenían razón de existir, sus reivindicaciones habían sido escuchadas por las empresas y el anime llegaba sin problemas a España. Pero claro, España es España y el ser humano es el ser humano ¿Para qué pagar por algo cuando lo puedes tener gratis? Algunos amantes del anime se alegraron de la nueva situación próspera, pero algunos…. ¡Ay algunos! Se convirtieron en auténticos Enjutos Mojamutos que vivían con el objetivo de descargarse cuánto más material mejor (aunque luego ni lo veían) para vacilar ante los colegas de la gran cantidad de anime que poseían. Unos seres que con el tiempo llegaron a organizarse para subtitular absolutamente TODO el material que saliese en Japón y luego intercambiarlo masivamente mediante redes P2P. Esta situación para nada favorecía la industria del anime, todo lo contrario… pero claro, algunos Enjutos justificaban su actitud con el argumento de que los fansusb se crearon para divulgar el anime en España sin darse cuenta que su actividad en la nueva situación nada tenía que ver con las motivaciones de sus predecesores.
“¿Qué pasaría si toda la gente que descarga los fanusbs luego comprase las ediciones oficiales? Seguramente seríamos un país puntero y toda una referencia mundial en el sector del Anime.”
El DVD está en crisis, ya de nada sirve realizar ediciones estratosféricas, completas, económicas, con los mejores actores de doblaje del país, con la V.O.S, con un montón de extras y de series tan populares como reclamadas… entonces me pregunto ¿Qué pasaría sí toda la gente que se descarga los fansubs luego compraran las ediciones oficiales? ¿Estaríamos al nivel de USA y Japón? Seguramente seríamos un país puntero y toda una referencia mundial en el sector del anime. Las tiendas especializadas se multiplicarían, las jornadas pasarían a ser eventos y éstos a macroeventos, las productoras japonesas se instalarían en España y las distribuidoras se multiplicarían, saldrían revistas profesionales y en definitiva, dejaríamos de ser un sector de Enjutos Mojamutos para convertirnos en toda una industria profesional y potente al nivel de las más grandes. De lo contrario, vamos a alejarnos del paradigma japonés y a situarnos al nivel de los países tercer mundistas.