No es nada sencillo que una revista se mantenga durante 40 años al pie del cañón, y si no que se lo digan a Shonen Jump, una de las publicaciones periódicas dedicadas al manga para chicos con una mayor tirada. ¿Cuál es la fórmula del éxito de esta revista que ha causado furor en diferentes generaciones? Una buena combinación de diferentes series con personajes con los que lectores puedan identificarse y que además disfruten a la hora de leer la revista.
Un poco de historia
Corría el año 1968 cuando la editorial Shueisha decidió aprovecharse del tirón que tenían las revistas dirigidas a los jóvenes de aquella época (más concretamente la Shonen Magazine, de la editorial Kodansha, y la Shonen Sunday, de Shogakukan). El resultado fue Shonen Jump, una revista que incluía en su primer número el primer capítulo de Kujira Daigo y Chichi no Tamashii además de seis historias cortas, entre las que figuraba Harenchi Gakuen, que posteriormente pasó a convertirse en una serie regular de Shonen Jump.
No fue hasta el año siguiente cuando en el número 20 se añadió el matiz de «Shûkan» en el título de la revista debido a que pasó a ser un semanario. Poco a poco iban añadiéndose contenidos y a finales de 1969 ya tenía un total de 14 obras publicándose (entre historias largas y one-shots).
Durante los primeros años de vida de la revista varios pesos pesados del manga como Osamu Tezuka, Leiji Matsumoto y Ryoichi Ikegami aportaron su grano de arena realizando diferentes obras (Tezuka con la saga Lion Books, Matsumoto con Kôsoku Esper e Ikegami con Kasane, entre otras).
A lo largo de la década de los setenta destacaron algunos mangas como Mazinger Z (de Go Nagai) y Play Ball (de Akio Chiba), aunque no fue hasta los últimos años de esta década cuando empezaron a publicarse varias historias que influenciaron a futuros manga-kas que triunfarían en la época de más éxito del semanario Shonen Jump. Estas obras que influenciaron a futuros autores son Susume!! Pirates (de Hisashi Eguchi), Ring ni Kakero (de Masami Kurumada), Cobra (de Buichi Terasawa), Kinnikuman (del dúo Yudetamago) y la incombustible obra de Osamu Akimoto, Kochikame, que tras más de 30 años sigue publicándose a día de hoy.
A medida que pasaban los años las ventas de Shonen Jump iban en auge, y con ello el número de historias que se incluían en cada número: ya en el primer número de 1982 se publicaban un total de 16 obras. Durante los ochenta una serie de autores como Akira Toriyama, Masakazu Katsura, Tsukasa Hôjô y Tetsuo Hara hicieron acto de presencia en el semanario con los mangas Dr. Slump, Wingman, Cat\’s Eye y Hokuto no ken (más conocida por estos lares como El puño de la estrella del norte), aunque los años dorados de la revista llegaron a partir de finales de esta década con las nuevas obras de los manga-kas anteriormente citados: Dragon Ball, Video Girl Ai, City Hunter y Hana no Keiji (ésta a partir de 1990). Otros mangas destacaron en la revista de cómic más vendida de la editorial Shueisha, como el spokon Slam Dunk y el segundo manga de la historia de la Jump con más material publicado: Jojo no Kimyô na Bôken (Jojo\’s Bizarre Adventure, de Hirohiko Araki).
Gracias a una buena combinación de títulos que cada vez conseguían atraer a nuevos lectores, las ventas de la revista iban superándose año tras año, hasta llegar superar los 6.500.000 ejemplares.
Pero a partir de 1995, tras la finalización de Dragon Ball, comenzó una caída en picado de las ventas de la revista que con el final de Slam Dunk al año siguiente se agudizó aún más con una disminución de casi un 33% de los beneficios.
Pese a la incorporación de series que tuvieron un notable éxito como es el caso de Rurouni Kenshin (de Nobuhiro Watsuki), I»s (la nueva comedia romántica de Katsura), Shaman King (de Hiroyuki Takei) y Yu-gi-oh! (de Kazuki Takahashi), la pérdida en número de ejemplares vendidos era inevitable aunque consiguió a partir del año 2000 que los descensos no fuesen tan bruscos como los que sucedieron años atrás.
Con el cambio de siglo y de milenio, con el objetivo de evitar más pérdidas, los editores de Shueisha aprovecharon para fijarse en un target comercial que hasta aquel momento no habían tenido en cuenta: el público femenino. Era poco frecuente que las chicas se compraran una revista dirigida para chicos, pero la incorporación de mujeres manga-kas como Mizuki Kawashita fue clave para que las chicas se fijaran en títulos como Ichigo 100%, aunque también fue decisivo comenzar a incluir de forma consciente a personajes atractivos que visiblemente llamaran la atención a las chicas (bishonens) en los mangas hechos por hombres, como es el caso de The Prince of Tennis (de Takeshi Konomi), Bleach (de Tite Kubo) y Naruto (de Masashi Kishimoto).
No cabe duda que tras el éxito acumulado a lo largo de cuatro décadas el semanario de Shueisha se ha convertido en un negocio redondo con la adaptación animada de diversos títulos (y el merchandising correspondiente), además de la globalización existente hoy en día, haciendo posible que un éxito en Japón también lo sea en todo el mundo en cuestión de tiempo.
Las hermanas Jump
La editorial Shueisha ha sabido aprovechar el tirón de la revista semanal Shonen Jump y a lo largo de su historia ha publicado diversas revistas basadas en el universo Jump. En primer lugar destaca la versión mensual de la Shonen Jump que ha venido publicándose desde febrero del año 1970 hasta junio del pasado año 2007, tras llegar a un nivel de ventas que iba de mal a peor. Entre sus páginas han sido publicados mangas como Nekomajin de Akira Toriyama, Buzzer Beater de Takehiko Inoue y uno de los títulos más conocidos en los últimos años de la revista ha sido Claymore de Norihiro Yagi.
Otra revista Jump bastante conocida por tierras niponas es V-Jump, donde el protagonismo se lo llevan a los videojuegos y no los mangas (a pesar de que se publican pero en bastante menor medida). Se caracteriza por sus numerosas páginas a color en que viene bastante información sobre videojuegos y otros contenidos, además de diversos regalos como tarjetas, carátulas alternativas para videojuegos y pegatinas para personalizar tu consola. Esta revista es mensual y se publican en cada número una media de cinco historias, entre las que destacan las nuevas sagas de Yu-gi-oh!.
Además existen revistas aperiódicas como Akamaru Jump que ha servido de trampolín a la fama a autores como Masashi Kishimoto, Akira Amano (autora de Tutor Hitman Reborn!) y Yoshio Sawai (autor de Bobobo-bo Bo-bobo).
La última revista que forma parte de la familia Jump es Jump SQ (también conocida como Jump Square), cuyo primer número salió en noviembre de 2007 y entre sus series continúan los mangas de Claymore y Tegami Bachi, entre otros, cuya publicación se vio interrumpida debido al cierre de la Shonen Jump mensual.
Lamentablemente no sólo la versión mensual de Shonen Jump ha sido la única revista que tuvo que cerrar por malas ventas, ya que durante la década de los ochenta a la revista Fresh Jump le ocurrió lo mismo. Fue publicada entre los años 1982 y 1989.
A pesar de que la revista Shonen Jump va dirigida hacia un público juvenil, existen otras revistas dirigidas a un público más adulto que a medida que pasan los años poco a poco va desvinculándose de unas series que le ofrecen unos contenidos con los que ya no se identifica. Estas revistas son la Young Jump (revista semanal en la que incluyen mangas como Gantz, Sidooh o Real, además de reportajes sobre las idols de más rabiosa actualidad con fotografías apetecibles para los adolescentes con unos años de más), Ultra Jump (revista mensual que acoge títulos que en su día fueron criticados en Shonen Jump por tener un contenido más adulto, como Bastard! y la saga más reciente de Jojo, Steel Ball Run), Super Jump (otra revista mensual que publica, entre otros títulos, secuelas de mangas previamente publicados en Shonen Jump como por ejemplo Ring ni Kakeru 2 y Akatsuki!! Otokojuku: Seinen yo, Taishi wo Idake) y Business Jump (dedicada a los trabajadores que tienen entre 20 y 30 años, con mangas de una temática más adulta).
El mundo de Jump Comics
Como suele ocurrir en todas las editoriales niponas, a medida que se acumulan bastantes capítulos publicados, al cabo de un tiempo suele recopilarse en un tomo (tankôbon), y los títulos de las revistas Jump no son ninguna excepción. Normalmente salen nuevos tomos de diferentes series el día 4 de cada mes (en caso de que dicho día caiga en sábado o domingo, se adelanta al día 2) y suelen incluir 200 páginas aproximadamente. Todos los tomos salen bajo el sello de Jump Comics teniendo en portada como imagotipo a un pirata con gorro y un parche que desde finales de la década de los sesenta ha hecho acto de presencia en todos los volúmenes.
Además de los tomos simples, cada mes salen unos tomos bunko de series bastante más antiguas (destacan ya que incluyen más páginas que los tankôbon, aproximadamente entre 300 y 400, y además tienen un formato A6, es decir, una cuarta parte de un A4), los kanzenban (ediciones de lujo con páginas a color, nuevas ilustraciones en las portadas y algún que otro contenido extra) y los remix (una especie de revista en edición limitada dedicada a una serie en concreto que incluye más páginas que un tomo normal).
¡Y por muchos jump más!
Es evidente que el universo creado por la editorial Shueisha que se inició hace 40 años con la creación de la revista Shonen Jump ha sido un negocio redondo y una mina de oro que aun le queda mucho por explotar y esperemos que siga dando de que hablar en las próximas décadas, ofreciendo entre sus páginas a día de hoy un total de 21 historias diferentes.
Para celebrar este aniversario tan especial, durante 2008 Mision Tokyo destacará mes a mes las 12 series más célebres de la revista que aún no han gozado de un artículo en el portal, además de otras sorpresas que irán desvelándose a lo largo de este año que acaba de comenzar y complementarán a este destacado en el que no han figurado varios títulos conocidos por falta de espacio.
Por la buena salud del pirata y por otros 40 años más, ¡felicidades!