Misión Tokyo fue medio oficial de la Japan Expo Sud que se celebró el pasado febrero en Marsella, y aprovechamos la cercanía con los invitados para captar sus opiniones sobre la actualidad del manganime en Japón.
La mayoría de los animes en los que ha trabajado no tienen manga original por lo que a la hora de realizar su trabajo no ha tenido referencias. ¿Es mejor o peor para su trabajo?
No creo que se pueda decir que es «mejor o peor» trabajar a partir de un manga previo o de un guión original, ambas cosas tienen cosas buenas. Pero en mi caso me gusta crear mis propias historias.
La industria del anime en Japón actualmente está en una situación difícil. Creo que necesita urgentemente una revolución. Algo tiene que pasar. Antes la variedad temática era muy grande pero de un tiempo a esta parte la producción está destinada a un público muy reducido, si haces eso te estás olvidando de mucha gente y pierdes la posibilidad de realizar historias variadas. Actualmente las series de anime se reducen a temáticas de escolares con mucho moe, y esto es perjudicial para la industria pues no permite explorar otros géneros que permitan llegar a más gente.
Entonces, ¿qué hay que hacer?
Bueno, ante esta situación lo que nosotros no debemos hacer es parar de producir nuevas series, pase lo que pase, porque si parásemos sería muy difícil volver a empezar de nuevo. Pero al mismo tiempo quizá deberíamos aumentar el porcentaje de nuestro público objetivo para poder realizar desde películas de Miyazaki a series moe, esa es la riqueza del anime que se está perdiendo.
Bueno, los directores de Samurai Champloo y Ergo Proxy son amigos personales míos, esta relación de amistad hace que compartamos la visión de las cosas y me permitió trabajar con ellos.
Bueno… ¿sabes que pasa? En mi caso por lo menos, es que el dinero para financiar las series proviene básicamente de empresas japonesas, entonces antes de nada tenemos que hacer nuestro trabajo pensando en el público japonés. Pero sí es cierto que exportamos nuestro trabajo por lo que a veces sí que sucede que se añaden elementos que no son típicamente japoneses para hacerlas más exportables. Pero lo primero es convencer a un inversor japonés y llegar al público japonés, si no es muy difícil que el proyecto se haga.
Bueno, primero hacemos una breve y simple descripción sobre cuál es la serie que queremos crear, luego realizamos el diseño de personajes. Lo siguiente es hacer una prueba en forma de capítulo piloto que se presenta a las productoras de televisión como Sony, Bandai Visual… que las explotan comercialmente, con la venta de DVD\’s y demás… y si el proyecto es aprobado entonces recibimos el dinero para poder hacer la serie.
Me alegra porqué precisamente de Escaflowne, como director que fui, lo supervisé todo, desde la música hasta el storyboard. Fue un proyecto en el que me involucré mucho.
Bueno, Escaflowne es un trabajo que hice hace ya 15 años y actualmente veo pequeños detalles que no me acaban de satisfacer, ahora los habría hecho distinto pero por desgracia no puedo. Pero visto en perspectiva, 15 años después, pienso que no está nada mal para ser mi primer trabajo como director.
Por favor, ved mucho anime y seguid apoyándolo. Muchas gracias.