El fin de una de las historias más épicas del manganime se presenta en este último Box de Dragon Ball Z. Poderes superiores a toda dimensión, fusiones de guerreros excelsos, un golpe de gracia universal y la reencarnación de un monstruo oscuro en un ser terrenal. Comienzan las claves de los últimos compases de la franquicia, que sin la calidad de Selecta Visión, no podrían haberse disfrutado en esta espectacular edición.
Mientras Son Goten y Trunks dominan la técnica de la Fusión para derrotar a Boo, Mr. Satán y el cachorro Bee purifican el corazón del temido ser de manera inconsciente. Sin embargo, la maldad del ser humano es superior a la de cualquier monstruo, tal y como demuestran un par de asesinos esteparios al fulminar con sendos disparos a Mr Satán y Bee. Ante tal desolador escenario, el monstruo sufrirá un colapso de rabia que expulsará el mal de su interior, dando a luz a un ser oscuro que erradicará casi en su totalidad a la raza humana y se comerá, literalmente, a su alter ego.
El nuevo Boo maldad pura se enfrentará a Gotenks, la fusión de Son Goten y Trunks, en la sala del espíritu y el tiempo. Ni la diversidad de técnicas de Gotenks, entre las que destacan el Galaktic Donut o el Ghost Kamikaze Attack, ni su estado en Súper Saiyan 3, surtirán efecto contra el monstruo. Cuando todo parecía perdido, un Son Gohan en estado místico, cuyo poder ha sido desbloqueado por Ro Kaioh Shin, regresará a la Tierra para salvar a los escasos supervivientes del planeta. No obstante, el monstruo absorberá a Gotenks y Piccolo, dando lugar a un nuevo ser que destrozará y asimilará el estado Saiko No Senshi de Son Gohan, haciéndose también con su cuerpo.
Ante este horrible escenario, Son Goku volverá a la vida gracias a Ro Kaioh Shin y llegará justo a tiempo para salvar el día. Además, Vegeta pedirá un permiso en el más allá para bajar a la tierra y fusionarse con Goku a través de la Unión Pothala. Así nacerá Vegetto, un ser formado por ambos Saiyan cuyo poder sobrepasará cualquier nivel imaginable. Lejos de intentar derrotar a Boo, la intención de Vegetto es introducirse en el cuerpo del monstruo para liberar a Goten, Trunks y Piccolo de su interior. Tras lograrlo, Majin Boo recuperará su foma original y destrozará toda la tierra con su bola de energía. Son Goku, Vegeta, Dende y Mr. Satan serán los únicos que logren escapar gracias al Shunkanido hacia el planeta Kaiohshin.
El planeta de los dioses Kaioh será el escenario de lujo para uno de los combates más impresionantes de la franquicia, la batalla por el universo entre Majin Boo y Son Goku SS3. Una animación que no tiene nada que envidiar al anime actual nos regala fotogramas épicos, ensalzando la fiereza del nivel 3 de Super Saiyan. Incluso Vegeta se resignará ante el poderío que contemplan sus ojos, dejando a un lado su orgullo y confesando que Kakarotto es el número 1, esto es, uno de los discursos más emotivos de toda la serie.
Pese al inmenso poder de Goku, ni siquiera el SS3 es rival para la forma mas primitiva de Majin Boo, por lo que la creación de la Genkidama interplanetaria parece ser la única vía para vencer a Boo. Gracias a la idea de Vegeta y la capacidad de convicción de Mr. Satán para con los terrestres resucitados por Porunga, millones de seres vivos compartirán su energía con Goku para dar el golpe de gracia al monstruo. Un trabajo en equipo para derrotar unidos al último villano de la etapa Z, que supondría un punto y seguido para el despertar de Beerus con el inicio de Dragon Ball Super.
Una década más tarde, el desenlace de esta antológica aventura concluiría con la aparición de Oob, el ente puro de Majin Boo, que se consagraría como el futuro discípulo de Son Goku y la gran esperanza de la Tierra. Son Goku, tras librar cientos de batallas, por fin adquiere la experiencia y madurez necesarias como para convertirse en el maestro de las nuevas generaciones. ¡Nos volveremos a ver en el futuro, gran maestro!