Motoro Mase, autor de corta trayectoria profesional, se ha dado a conocer con Ikigami, aunque anteriormente trabajó como dibujante, junto con Higashino Keigo, en el manga Head del año 2003.
En Japón se ha instaurado una ley que favorece el sostenimiento de la prosperidad del país, basada en un sistema en el que los niños son inoculados con unas vacunas especiales. De forma aleatoria, algunas de estas vacunas contienen unas nanocápsulas que paralizan la vena aorta, produciendo la muerte. Sin embargo, no surten efecto de inmediato, sino que durante el período crítico desde los 18 hasta los 24 años, la víctima puede morir. Horas antes de su muerte, un mensajero se encarga de entregar el comunicado de muerte (Ikigami) al afectado, para que pueda disfrutar del poco tiempo que le queda de vida.
Concretamente, este manga se centra las historias de las víctimas a las que el mensajero Fujimoto entrega el Ikigami. Mientras realiza su trabajo, el protagonista empezará a plantearse serias dudas sobre si estas muertes realmente contribuyen al bienestar de la sociedad.
El dibujo es limpio y se caracteriza por las expresiones corporales de sus personajes, capaces de reflejar la angustia y desesperación que se puede experimentar al recibir una noticia de tal calibre, como es la propia muerte.
Ikigami es un seinen con una base argumental sólida y narrada con un vocabulario correcto. Un manga que plantea varias cuestiones morales como la libertad de ideologías o la justificación de arrebatarle la vida a otras personas para mantener las condiciones económicas y niveles de delincuencia de un país. Una lectura recomendable que hará reflexionar al lector sobre las consecuencias de esta ley ficticia.
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