Hoy he venido a presentaros a un viejo amigo de todo lector de cómic occidental. Una oscura sombra de justicia que recorre desde 1939 las calles de Gotham City.
Muchos son los que han disfrutado con las aventuras detectivescas de este “hijo rico” que perdió a sus padres en una infancia demasiado traumática. Envestido en mallas, con su larga capa y la máscara de orejas puntiagudas, el nombre de Batman cobró un nuevo significado cuando el éxito en la tira cómica “Detective Comics” de la editorial Nacional Comics (ahora DC Comics) hizo que se ganase su propia linea y familia de Comics.
El personaje ha variado mucho, pues el éxito de esta tira cómica hizo que llegase a un publico muy númeroso, que obligó a Nacional Comics a realizar pequeños ajustes. El Batman cruel y despiadado, que acababa con la vida de casi todos los enemigos a los que se cruzaba, fue poco a poco cambiando en un justiciero que se negaba a arrebatar la vida a menos que fuera estrictamente necesario. Además, se le añadieron compañeros, como el afamado Robin que casi todo el mundo asociará a esta serie.
Para los nuevos lectores de esta línea, recomiendo personalmente que comiencen por la saga escrita por Neal Adams, que nos adelanta a los 70, ahorrandonos muchos malos tragos de los 40-50-60, y algunos como Batman: The Dark Knight Returns de Frank Miller. O personalmente, una un poco psicodélica pero que me encantó llamada Arkham Asylum de Grant Morrison y Dave McKean, que nos presenta a Batman encerrado en las salas descontroladas de este hospital psiquiátrico, donde se encuentra con muchos de sus mayores enemigos.
Un comic excelente para los amantes de las tramas detectivescas.