Sé que tenía 5-6 años pero ni idea de cómo llegó la Game Boy a mis manos. Pero mis primeros recuerdos que tengo de una consola son de mi Game Boy. Yo creo que debo de ser de los jugadores, digamos, de segunda generación, porque los de primera generación eran aquellos que ya eran adolescentes cuando compraron la Game Boy. Y después ya está la generación «hardcore» que ya eran adultos cuando la compraron.
Si hago memoria, mis primeros recuerdos de Game Boy son una pantalla verde que podías hacerla más oscura o más clara, la musiquita que volvía loco a toda persona mayor a mi alrededor y a un muñequito con bigote que saltaba, se hacía «mayor» y a veces, si cogías una «cosa» tiraba piedrecitas (bendita inocencia). Así empezó mi historia con la Game Boy pero está no es la historia de Game Boy. Por cierto, una cosa que me enseñó Game Boy para aplicar en cualquier situación de la vida: soplar, soplar, soplar, meter el cartucho lo más fuerte que podías… y a tener paciencia, que el logo de Nintendo no saliese con alguna letra torcida, con barras…
Game Boy se gestó antes de 1989 pero este año fue el elegido para su lanzamiento en Japón. La consola portátil por excelencia surgió de las ideas de Gunpei Yokoi y su lanzamiento fue un éxito totalmente rotundo, con la forma y colores que todos recordaremos, la Game Boy clásica, la mítica, la legendaria.
Gunpei Yokoi creó Game Boy para que la gente pudiese jugar en cualquier parte, sin tener que estar en casa o en una sala de juegos recreativos. En 1990, la «maquinita» salió en Europa donde ya llegó con los grandísimos y épicos por legendarios Tetris y Super Mario Land a los que seguramente el 99´9% de los que estáis leyendo esto habéis jugado alguna vez. Super Mario Land, se convirtió en uno de los mayores referentes de la consola vendiendo 18 millones de copias. El primer Mario, el Mario original, el Mario primigenio, el primer Mario como tal. En el que ya teniamos que luchar contra Bowser y rescatar a la princesa Peach ¡Un momento! no rescatábamos a Peach sino ¡a Daisy! Realmente Daisy fue el primer amor de mario 😉 pero quedo relegada por la rubísima Peach que todos conocemos. Aunque en los últimos años Daisy no se ha querido quedar encerrada en uno de los cajones de Nintendo y la estamos viendo aparecer en muchos juegos del mundo «super mariero».
Por su parte Tetris, fue el primer juego de Game Boy que pasó de juego a enfermedad. Fue el primer pack de la consola «Game Boy + Tetris«, se vendieron un millón de copias en una semana y comenzó la «Fiebre Tetris«.
Después de Super Mario Land y Tetris, vinieron una cantidad inmensa de juegos que cada uno tendrá sus míticos, yo por ejemplo recuerdo Spiderman, que me volvió loco, Super Mario Land 2, posiblemente el juego que me haya pasado más veces en mi vida, Wario Land, los Zelda, y mil y un juegos que cada uno recordareis y que si queréis podéis comentar más abajo en el apartado de comentarios.
Unos cuántos años después, cuando quizás Game Boy estaba perdiendo fuelle aparecieron dos juegos que revolucionaron el mundo Game Boy. Quizás el primero no sea del todo un juego, me refiero a la Game Boy Camera, que en su momento fue la cámara más pequeña del mundo (récord guinness incluido) y que nos volvió locos a los chavales de la época.
Podías hacer fotos con la Game Boy, modificarlas poniéndoles ojos, bocas, la nariz y bigote de Mario, ponerles un marco, etc. Y depués podÍas imprimirlas con la Game Boy Printer en un papel-pegatina en la que veías tu creación fotográfica hecha realidad. Te sentías el rey del mundo. En la Game Boy Camera, podías modificar con varios motivos tu foto y uno de los motivos eran unos monstruitos que podías poner para decorar, unos mostruitos que uno parecía una lagartija con fuego en la cola, otro una especie de tortuga, otro una especie de dinosaurio y flor, otra cosa con orejas puntiagudas que parecía un ratón y uno que parecía algo así como un marciano, con cola, un poco raro… que era ¡Mew! A España no había llegado todavía la fiebre Pokémon y ya te podías hacer una foto con Bulbasaur, Squritle, Charmander, Pikachu o el mismísimo Mew. Otra vez, ¡bendita inocencia!
Y poco después, llegó y vaya como llegó, lo que sería la fiebre Pokémon, llegaron Pokémon Rojo y Pokémon Azul. Si Game Boy no resultaba ya lo bastante popular, con la llegada de los Pokémon, las ventas de Game Boy (perdonadme por la expresión) lo «petaron» totalmente. Muchos la habréis sufrido y disfrutado a partes iguales, la obsesión por los Pokémon. Todos los niños, niñas, chavales, adolescentes, chicos, chicas, y adultos en general sucumbieron a la «enfermedad» de coleccionar Pokémon, al «hazte con todos», a intercambiar Pokémon con todos los amigos, conocidos, compañeros e incluso si era necesario, algún pacto con algún enemigo para conseguir a los 150 (151) Pokémon a través del cable link que echaba fuego. Y con la llegada de Pokémon Amarillo, el mismo juego, pero que era igual al anime de televisión, la locura estaba servida. Podías emular totalmente a Ash, Pikachu te seguía donde fueras, y además tenías que preocuparte por la relación con él ya que era importante el lazo entre entrenador y pokémon. Tan importante como que si no, no podías conseguir a Bulbasaur ¿spoiler? A estas alturas, no. Lo único que en el juego Brock y Misty no eran tus amigos, sino rivales. Aunque los auténticos enemigos eran el Team Rocket que ya eran Jessy y James y utilizaban a Ekans, Koffing y Meowth ¡Cómo en la tele!. Flipante.
Pero no solo los videojuegos hicieron que crecieran las ventas de Game Boy, también ayudaron a sus ventas las diferentes versiones que iban saliendo de la consola. A lo largo de su recorrido vital, la Game Boy original la hemos visto reconvertida en:
Game Boy Pocket que se puso a la venta en 1996, era algo más pequeña y bastante más fina, contaba con una pantalla en blanco y negro en vez de la verde original y funcionaba con solo dos pilas del tipo AAA (las finitas). Después de la versión pocket, llegó la versión color, Game Boy Color en 1998, la primera vez que veíamos más de dos colores en una Game Boy, esto fue una revolución total, poder jugar a color como lo hacías en las consolas de sobremesa. Dejadme destacar para Game Boy Color el videojuego The Fish Files, una auténtica joya para mi, un truñaco para la mayoría, supongo, pero para gusto los colores, y nunca mejor hablando de la Game Boy Color.
Ya en el siglo XXI, concretamente en 2001, Nintendo volvió a rediseñar la Game Boy y el resultado fue Game Boy Advance, para mí la primera consola portátil con la que sí que tenías la sensación de jugar a una consola de sobremesa. Por ejemplo, el Super Mario Kart de la Advance ya era bastante superior, técnicamente, al de la consola Super Nintendo. Poco después, en 2003 se revisó Game Boy Advance y surgió Game Boy Advance SP, el que prácticamente sería el Game Boy definitivo. Al igual que Advance, Advance SP era compatible con todos los juegos de la Game Boy Original y de Game Boy Color y contaba con pantalla retroiluminada, ya no hacía falta luz exterior para jugar y fue la primera Game Boy con batería en vez de pilas. Para más mejoras, ya tenías que cambiar de consola, de dispositivo, que fue lo que ocurrió con la llegada de la familia Nintendo 3DS, que significó el final de la fabricación de consolas bajo el nombre Game Boy. Para despedirse de la familia Game Boy, Nintendo sacó al mercado la que sí que ha sido la última Game Boy, la Game Boy Micro, que salió en 2005, y perdía bastantes funciones respecto a Advance o Advance SP ya que se perdía la retrocompatibilidad, la pantalla era más pequeña y los botones estaban muy juntos, eso sí, no se le podía discutir que era portátil porque he visto llaveros más grandes que la Game Boy Micro. Con este modelo se acabó oficialmente la vida de Game Boy….pero ¿Cuántos quedáis que todavía le dais un repasito a vuestra Game Boy de vez en cuando?
Y si os preguntáis por el mundo del manga/anime en Game Boy, hay gran cantidad de juegos para la portátil basados en mangas y animes. Desde Dragon Ball hasta Shin-chan, pasando por Astro Boy, Digimon… Todos los mangas/animes famosos han tenido su versión para Game Boy aunque la gran mayoria, es verdad, que no llegaron a España.
¡Larga vida a la Game Boy!