La nueva consola de Nintendo, Wii U, ha sido desarrollada con bloqueo regional. ¿Qué quiere decir esto? Que está bloqueada de manera que impide utilizar un software de unos territorios a otros. Los grandes territorios que Nintendo ha delimitado son Japón, América, y el pack Europa, Oceanía y Suráfrica. Por tanto, esto implica, por ejemplo, que si un juego es comprado en América no se podrá usar en una consola europea o japonesa.
El caso es que no es la primera vez que Nintendo hace algo de este tipo, ni parece ser la última, puesto que ya hizo lo mismo con la 3DS, Wii, GameCube, Nintendo64, SNES y NES. Lo que trata de conseguir la compañía japonesa es un control casi total sobre el control de ventas y precios, pero sobre todo, intenta evitar las posibilidades de importación. El país al que menos (o nada) afecta este bloqueo es a Japón, puesto que es el lugar donde más lanzamientos de nuevos títulos se producen.
Sin embargo, la competencia de Nintendo, Sony y Microsoft, no es tan estricta con las barreras regionales, lo que hace dudar de su eficacia. Ambas compañías se abstienen y permiten a los desarrolladores de videojuegos que sean ellos los que decidan si quieren bloquear los juegos por territorios o no. De hecho, la última consola de Sony, PS Vita, carece de bloqueo regional.