Junto con las últimas novedades puestas a la venta por parte de Glénat, una noticia sorprendia a los compradores cuando iban a la tienda a hacerse con Bleach y 666Satan: el papel de lo tomos había cambiado.
A través del foro, la editorial Glénat ha comentado que debido a un cambio de imprenta de los libros «formato shonen» (11.5×17) la calidad de papel se vería afectada a partir de ahora, así como la encuadernación, que pasa a ser tomos pegados sin coser. Este cambio provocó un aluvión de preguntas en su foro oficial, a lo que al responder, comentaron que esta semana harían una nota oficial y con más información a cerca de esta polémica medida.
El caso es que además de los tomos formato shonen, otro manga como Kurosagi, formato seinen, también ha visto la calidad final bastante inferior a lo acostumbrado, teniendo un nuevo papel y estando sin coser.
Desde Mision Tokyo nos pusimos en contacto con la editorial y nos han comentado que hasta la semana que viene no podrán darnos una versión oficial del tema.
Joan Navarro, director de Glénat España, ha publicado en su blog una explicación detallada sobre los hechos que reproducimos a continuación:
«El papel es peor y los tomos ya no están cosidos, sino fresados. El cambio se ha producido por dos motivos, tan inevitables el uno como el otro. Por orden cronológico, el primero es el cierre de Aleu, nuestro impresor.
Aleu ha sido uno de los mejores impresores de tebeos de los últimos 30 años. Ya he contado en varias ocasiones que ha sido mi impresor habitual a lo largo de las últimas decadas, tanto en editoriales, como en fanzines o en el Saló del Còmic de Barcelona. Y, acabó siendo el único impresor de Glénat. Entre Aleu y Glénat había una especie de hermanamiento que ha hecho posible casi un milagro: publicar todos nuestros álbumes y todos nuestros mangas con una calidad excepcional por un precio razonable. En especial para el precio de papel, impresión y encuadernación de los mangas. A base de asegurarle la totalidad de nuestra producción anual de novedades y reimpresiones. Como, tanto Aleix Aleu como yo mismo, somos unos chiflados de los comics, ni se nos pasó por la cabeza tocar la calidad del papel o de la encuadernación. A pesar de que los propios editores japoneses me insistían constantemente que así no podían salir los números y que en Japón la calidad era mucho menor.
Desde el año 2001 en que Glénat España empieza a crecer espectacularmente con el manga, el aumento constante de nuestra producción hizo que los precios se mantuvieran inalterables. Al tiempo se creó una especie de dependencia mútua entre Aleu y Glénat que, a base del perfecto conocimiento de colecciones y del producto en sí, generó un doble control de calidad casi perfecto así como un conocimiento humano total entre los trabajadores de ambas empresas, que además éramos vecinos. Pero llegó la crísis. La imprenta empezó a tener problemas con otros clientes y los mangas empezaron un descenso constante de ventas, es decir de tiradas y, en consecuencia de facturación para Aleu.Y un día, sin comerlo ni beberlo, Aleu cerró. Y nos sentimos huérfanos. Y empezó una búsqueda de imprentas y una lucha por los precios y por la calidad. Y tuvimos que volver a la realidad. Muchas de nuestras colecciones estaban bajo mínimos. Y cualquier aumento de costes las hizo inviables. Y, por otra parte, dada la situación general, nadie quiso asumir el riesgo total de nuestra producción.Y así llegamos al segundo motivo del cambio.
«Lo del papel, reconozco como coleccionista que soy, que es una putada»
Glénat España es filial de Glénat Francia y nuestra casa madre acudió con la caballería a poner orden. La decisión que se tomó fué imprimir en la imprenta española en la que ya estaba imprimiendo Glénat Francia una parte importante de sus mangas. Y para ello era imprescindible usar el mismo papel y la misma encuadernación de los mangas franceses. Gracias a este acuerdo hemos conseguido poder salvar todas las colecciones, lo que me pareció nuestra prioridad principal.
Lo del papel, reconozco como coleccionista que soy, que es una putada. Aunque ahora se acerca más a la edición japonesa original. Lo de la encuadernación, francamente me parece intrascendente. Todos los mangas están encuadernados así en Japón. O en Francia. Hay que tener en cuenta que este tipo de encuadernación se ha perfeccionado enormemente, con respecto a aquellos tomos de hace años que se desencuadernaban fácilmente. Y hoy ofrece las mismas garantías que el cosido. Que por otra parte no era factible en la nueva imprenta. Estas son las razones del cambio.
Un cambio que lamento haya sido tan brusco como necesario. Les aseguro que soy el primero que batalló para que sólo se aplicara a las nuevas colecciones. Pero el acuerdo era para toda la producción y Francia nos empujó (y ayudó) a tomar la decisión inmediatamente. Sé que disculparse no sirve para mucho. Por eso he creído mejor tratar de explicar los hechos. A pesar de ello, les ruego acepten mis más sinceras disculpas.»