La franquicia Pokémon no ha parado de romper barreras abriéndose paso en el mercado en todas las opciones por las que ha apostado – videojuegos, mangas, juego de cartas coleccionales, animación- superando todos los límites habidos y por haber, sumando cifras inesperables y convirtiéndose en una saga que pasará a la posteridad.
En esta ocasión, la saga de Pokémon ha querido superar un nuevo límite con una adaptación del videojuego homónimo bajo la coproducción entre Legendary Entertaintment, Warner Bros. Pictures y The Pokemon Company. Pokemón: Detective Pikachu es una adaptación libre del videojuego que tiene el mismo título y por tanto, es una adaptación que se aleja de la versión de videojuegos más común de la saga.
La película está dirigida por Rob Letterman (Pesadillas, Monstruos contra alienígenas), con un guión co-escrito entre Nicole Perlman (Guardianes de la Galaxia) y Alex Hirsch (Gravity Falls) y una banda sonora compuesta por Henry Jackman (Kingman: Servicio Secreto, Capitán América: Civil War).
Una suma de elementos y profesionales que permiten al consumidor intuir que el resultado va a ser bueno.
Sinopsis
Tim Goodman, un joven de 21 años que de pequeño soñaba con ser entrenador pokémon y que en la actualidad trabaja com perito, recibe un día una llamada del inspector de polícia que le informa de la muerte de su padre. Huérfano de madre desde los 11 años, Tim viaja hasta Rime City para recoger los objetos y recuerdos de casa de su padre.
En el portal de casa de su padre, Tim se encontrará con la reportera Kathryn Newton y su Psyduck quién le apercerbirá que todo lo relacionado con la muerte de su padre esconde algo más oscuro. Ya en el piso, Tim se encontrara que no está sólo sino que se encontrará con el compañero pokémon de su padre, un Pikachu. Tim descubrirá que misteriosamente él puede entender y hablar con Pikachu y que, todo lo relacionado con el extraño accidente del padre de Tim parece indicar que el detective Harry Goodman no ha fallecido sino que ha desaparecido y que, toda la trama parece indicar que existe un complot que podría poner en peligro la convivencia pacífica entre humanos y pokémons de Rime City y por ende, del universo Pokémon.
Planteamiento y guión
En un mundo en el que conviven humanos y pokémons de igual a igual, en la que podemos ver Machamps dirigiendo el tráfico o Aipoms recorriendo las calles de la ciudad cual gatos callejeros carece de sentido que la mejor profesión del universo sea convertirse en el mejor entrenador pokémon puesto que la base de la normalización es la convivencia de igual a igual entre personas y pokémon.
Desde el principio se nos plantea una trama en la que su base argumental va a girar entorno a una investigación en la que nos encontraremos algún giro de guión, referencias a la franquicia, algún guiño a otras series con los que poquito a poco, nos irán desvelando detalles que nos permitirán hacer nuestras propias deducciones hasta llegar a desenredar la trama oscura que se esconde en Ryme City.
Si a esta trama detectivesca le sumas que detrás de Pikachu, tenemos a un Ryan Reynolds (Deadpool) dispuesto a saber sacar el lado más picaresco del espectador, convirtiendo una escena seria en una escena desenfadada te dará un resultado satisfactorio para los espectadores más ácidos.
Cierto es que para poder gozar de muchos detalles de la película es necesario conocer previamente la saga ya que si no es probable que estos matices pasen desapercibidos y, por tanto, el disfrute de la película sea menor.
El CGI está en el aire y se nota
A la hora de valorar la animación de la película hay que tener en cuenta que seguro que la adaptación de los pokémons no es del gusto de todos y que podría ser objeto de un debate largo y tendido.
En mi caso, vengo a dar mi más sincera aprobación en tanto entiendo que si tenemos en cuenta los rasgos, habilidades y aspecto de los pokémons a través de los videojuegos, mangas y/o animes es lógico que algunos nos infundan miedo, repulsión, asco o cualquier tipo de sentimiento negativo en lugar de adorabilidad.
Sin querer entrar en más detalles del planteamiento anterior y siguiendo con el análisis de los pokémon, decir que la aparición de diferentes tipos de pokemón a lo largo de la película sólo plasma el meticuloso trabajo en el que a través de las diferencias apariciones, podemos disfrutar de los matices con los que se han realizado los diferentes pokemons, desde la viscosa lengua de Lickitung hasta la mirada esquizo de Psyduck, pasando por la presencia todo poderosa de Mewtwo y la adorabilidad de Pikachu.
Pero no todo es pokémon lo que reluce ya que la película ocurre en Ryme City, una ciudad futurista con estilo ciberpunk en la que quería perderme en ella para analizar al último detalle cualquier cartel, letrero, graffiti, edificio o reflejo y descubrir qué referencia hay detrás.
Todo el espectáculo gráfico vendrá acompañado de una gran banda sonora, que proporcionará nostalgia e intensidad a partes iguales dando un resultado excelente. La nostalgia vendrá por los matices electrónicos típicos de la música electrónica de los 90’s y, a su vez, a la música de la Gameboy. Obviamente, en diferentes puntos de la película podemos disfrutar de la banda sonora original de la serie e incluso escuchar cantar a Pikachu el mítico opening de la serie.
Y si a todo esto le sumas los chispazos y las explosiones de las batallas pokémon, te encuentras en un colorido festival de fuegos artificiales no apto para epilépticos. Aquí he exagerado, no es para tanto, simplemente era una referencia al episodio “Electric Soldier Porygon” emitido en la televisión japonesa el 18 de diciembre de 1997, por el cual más de 600 ninos y niñas tuvieron que ser atendidos por presentar signos de un ataque epilepsia. Esto no es broma, es real. El capítulo jamás volvió a ser transmitido.
Una oda a Pokémon
Desde el minuto uno la presencia pokémon acompaña hasta el minuto final de la película, ofreciendo los mejores momentos de la película. Haciendo honor al título de la película, la presencia de Pikachu se vuelve esencial desde su primera aparición, ya sea por su adorable animación, por su adicción al café o por querer oír en algún momento su pika-pika reafirman quien es la esencia de la franquicia.
Psyduck el pokémon bobalicón a la par que entrañable regala de las mejores escenas y apareciendo en los momento justos para que pienses “míralo, seguro que hace algo interesante” y si quieres saber si hace algo interesante o no, te dejo que lo descubras en la película.
De todos los personajes de la primera generación, Mr. Mime creo que es el pokémon que más grima me da, pero en la película regala una de las mejores escenas con los protagonistas. Para mi, un elemento clave de la película.
Tal y como se puede ver en alguno de los trailers de la película, Charizard es fiero, agresivo y siendo fiel a su papel, desata su ira sobre Pikachu y ante cualquiera que se ponga en su camino.
Y, como no podía faltar, Mewtwo, quién aparece como el malvado a derrotar en la película se manifiesta como todopoderoso, imbatible y enemigo a temer. Verlo en acción es una gozada ya que toda aparición sabe a poco.
Snubbul, machamp, snorlax, aipom, lickitung, flareon, eevee, gengar, blastoise, cubone, bulbasur, jigglypuff, greninja, charmander, growlite y muchos más aparecen en la película, endulzando el resultado para el fan de Pokémon.
Conclusión
La suma de elementos positivos sólo puede concluir en un buen resultado y una película a recomendar. Eso sí, creo que a la hora de recomendar el largometraje hay que tener en cuenta si el espectador es fan o no de la saga y, si lo es, que espera encontrar. Recordar que es una adaptación libre del videojuego Detective Pikachu y por tanto, si el fan busca encontrar esa adaptación de un pokémon amarillo, zafiro o sol no es lo que se va a encontrar.
Ya he mencionado que ser fan de la saga es un nivel de positivismo y en consecuencia, aquel que no sea seguiudor de la franquicia le recomiendo que le dé una oportunidad pero es probable que su conclusión esté un par de puntos por debajo de mi valoración.