Cuando una fórmula común es interesante y buena, una franquicia sabe conservarla en su máximo cénit, además de innovar en lo necesario para seguir atrayendo al público. No obstante, el concepto de reinvención, que muchas veces se utiliza de modo peyorativo cuando el resultado no es el más adecuado, no debe tomarse con prejuicios. Muchas franquicias han obtenido una nueva vida gracias, precisamente, a este hecho. Y es precisamente lo que ha hecho Capcom en esta ocasión con una de sus franquicias estrella: Monster Hunter.
Los gremios de cazadores que han existido desde los tiempos de PlayStation 2 dejan paso a una remota villa llamada Hakum, donde existe la tradición de los Riders. Los Riders son personas que forman un vínculo con las bestias, las doman y tienen la posibilidad de usarlas como montura para todo tipo de fines. Sin bien este argumento que deja un poco de lado las largas campañas de caza a las que los títulos de la franquicia nos tienen acostumbrados, Monster Hunter Stories contiene elementos únicos que lo hacen brillar con luz propia.
¿Quién diría que el paso a las consolas de la familia Nintendo no vendría acompañado de algún spin-off? En Monster Hunter Stories nos adentraremos en el mundo de los Riders y su peculiar forma de vida: tendremos que derrotar bestias, por supuesto, los hábitos nunca se abandonan completamente. Sin embargo, lo haremos por una razón en concreto: los huevos de sus crías. La tradición de los Riders implica utilizar la teoría de la impronta que poseen los seres vivos al nacer. Esto es, el monstie, nombre con el que se conoce a las crías eclosionadas, se queda prendado de lo primero que ve nada más eclosionar el huevo y forma un vínculo. Gracias a la Piedra Vinculante, este vínculo hará que las criaturas luchen a nuestro lado, podamos usar sus habilidades y muchas más cosas.
Y por si fuera poco, ¡podremos tener más de un monstie con nosotros! ¿Os suena el famoso lema «Hazte con todos»? Pues precisamente deberemos aplicarlo a la nueva fórmula presentada en este Monster Hunter.
No obstante, el cambio más significativo viene dado en el sistema de juego, y sobre todo de combate. Dejamos a un lado el componente de acción en tiempo real para dar paso a un RPG por turnos al más puro estilo Pokemon. Su sistema se basa en un triángulo de fortalezas y debilidades formado por los movimientos de nuestros monstie: potente, ágil y técnico. Siguiendo un sistema que podríamos comparar con el de Piedra, papel, tijeras: técnica gana a agilidad, agilidad gana a potencia y potencia gana a técnica). Después de elegir el movimiento, pasamos al cara a cara. El careo se produce cuando el rival y tú os atacáis mutuamente. Una línea roja nos indicará dónde se producirá el ataque del enemigo y si definitivamente lo ganamos siguiendo el esquema de los tres tipos, causaremos más daño al enemigo. No hay que olvidar el sistema de combos, pues aunque el azar estará presente en las batallas, los combos serán de gran utilidad en base a las armas que portemos.
Siendo estas, quizás, las novedades más destacables, nos resta mencionar el basto y colorido universo que se deja ver en Monster Hunter Stories. Un pseudo-mundo abierto que otorga mucha libertad al jugador. Si bien no se trata de un juego que esté destinado a los jugadores más acérrimos a la franquicia Monster Hunter, si es una buena alternativa como juego independiente o incluso si se quiere desvincularse un poco de las mecánicas tan fuertemente arraigadas por el género.
Monster Hunter Stories está disponible para la familia de portátiles de Nintendo 3DS y 2DS desde el día 8 de septiembre de 2017. ¿Listo para sobrevolar los cielos con tu monstie, criarlo, combatir y pasar horas y horas de diversión junto a él?