En el mundo de los videojuegos pocos títulos van tan de la mano como lo hacen Metroid y Castlevania. No se puede entender plenamente uno sin el otro. Las referencias cruzadas siempre están a la orden del día pues juntos crearon un género de juegos en sí mismo, los metroidvanias o castletroids, a gusto del consumidor. En base a esto era previsible esperar que Nintendo delegase en Jose Luis Márquez y el resto de su equipo la tarea de traer de vuelta a la caza recompensas espacial de La gran N.
Al parecer la desarrolladora española MercurySteam le está cogiendo el gustillo a eso de resucitar los grandes clásicos de la industria. Comenzaron allá en el 2010 con su particular revisión de los orígenes de la franquicia Castlevania y desde entonces se han ido ganando la confianza tanto de los jugadores como de las compañías niponas que han quedado francamente satisfechas con su trabajo. Samus Returns es el fruto más reciente de esta buena relación laboral.
Pese a que la Nintendo Swich viene pegando muy fuerte en el mercado actual de portátiles con títulos que nos han dejado sin aliento como el Breath of the Wild todo apunta a que a la 3DS aún le quedan días de gloria por vivir. Buena prueba de ello es este cartucho exclusivo que demuestra que el hardware de esta consola aún sabe estar a la altura de los juegos actuales.
Return of Samus, secuela directa del primer Metroid, vio la luz en 1991 en la pantalla monocroma de la clásica Game Boy. Más de 25 años después su remake vuelve a las portátiles de Nintendo resucitando el espíritu de aquel juego que sentó las bases de la franquicia.
Desarrollar para la 3DS no es algo desconocido para el equipo de Mercury. La experiencia obtenida durante la creación de Mirror of Fate está bien presente en la jugabilidad de esta entrega de la saga. La creación de entornos 3D que aprovechan al máximo las funcionalidades estereográficas de la consola es sin lugar a dudas uno de los puntos más atractivos del juego. Este efecto se hace especialmente patente en los emblemáticos conductos por los que Samus debe de rodar haciendo uso de las capacidades especiales de su Power Suit. Los diseños de la superficie exterior de SR388 así como las de los 8 distintos niveles subterráneos del planeta están muy bien logrados. Varían desde tecnológicas zonas de laboratorios hasta palacios chozo con reminiscencias a las pirámides aztecas. Desde Misión Tokyo hemos podido testear el juego tanto en una Nintendo 3DS convencional como en la New3DS. Mientras que en la última versión la fluidez del juego no se ve afectada en ningún momento las limitaciones de hardware de los primeros modelos de 3DS hacen mella en el gameplay teniendo como resultado puntuales caídas del framerate que suelen ir vinculadas a las secuencias cinemáticas generadas con el motor gráfico.
Gráficamente los diseños tanto de Samus como de las criaturas respetan lo que hemos visto en las últimas entregas de la franquicia. Las distintas fases evolutivas de los metroid han sido adaptadas a los esquemas 3D del Mercury Engine ofreciendo al jugador unas opciones de combate nuevas al mismo tiempo que fieles al original.
El apartado sonoro del juego tiene las espaldas bien cubiertas. Minako Hamano y Kenji Yamamoto repiten en la dirección de esta nueva entrega. La música recupera remixes del juego original así como algunos temas de la saga Prime, como la mítica fanfarria de adquisición de objetos o una nueva versión del tema principal del videojuego.
El gameplay mantiene muy bien el tipo con respecto al juego original pero lo cierto es que está más próximo a lo que viene siendo un metroidvania al uso como en Super Metroid. El tener que volver atrás para re-explorar niveles ya superados no es preciso de cara al avance del juego. Cada zona nos proporciona las herramientas necesarias para pasar al siguiente nivel y si bien el hacer un poco de backtrack nos permite aumentar de forma notable nuestro arsenal de misiles y bombas de energía no es algo mandatorio a la hora de hacer frente a los bosses y nuevas áreas.
Las habilidades que la señorita Aran tiene a su alcance en este retorno al mundo origen de los metroid son muy superiores a aquellas con las que contaba en su versión para Gameboy. El arsenal al completo de gadgets de la armadura chozo se irán desbloqueando poco a poco según avancemos en la aventura. Power Ups clásicos como el rayo hielo, el gancho, el disparo de plasma o el rayo múltiple volverán a estar a disposición de Samus. Las habilidades de la armadura como la morfosfera, el traje gravitatorio o el salto espacial también estarán entre el repertorio de movimientos a nuestra disposición.
Los controles del juego desde el stick analógico se hacen un poco toscos de cara a los momentos de plataformeo puro. La cruceta convencional queda relegada a la selección entre las cuatro habilidades Aeion: el scanner, la multirráfaga, la armadura eléctrica y el desplazamiento en fase. Del mismo modo las opciones táctiles del título se limitan a una gestión opcional de los menús y a la visualización del mapa. Por lo demás una vez que te acostumbras a los mandos es fácil entregarse a la exploración de los distintos niveles.
Una de las principales características de este remake de cara al gameplay es la adición de un tipo nuevo de movimiento, el contragolpe. Esta acción empleada en el momento correcto consigue aturdir a nuestros enemigos con un golpe cuerpo a cuerpo que nos permite atacarles mientras se encuentran incapacitados. La mecánica es completamente opcional y no se requiere su uso para poder completar el juego, sin embargo su utilización en el momento idóneo puede facilitar mucho los combates contra algunos enemigos especialmente correosos e incluso durante las peleas contra los distintos jefes.
La variedad de criaturas a las que tendremos que hacer frente durante la aventura es respetuosa con respecto a lo visto en la franquicia. Las distintas fases evolutivas de los metroids ha sido rediseñadas tomando como referencia el arte conceptual del juego base. Si bien su diseño se ha mantenido fiel al original no lo ha sido tanto el modo de enfrentarnos a ellos. También aporta novedades exclusivas de esta entrega como por ejemplo los frustrantes niveles de persecución por parte del Diggernaut así como la confrontación final contra este nuevo enemigo. Muchos jefes mantienen las mecánicas clásicas para hacerles frente pero otros muchos añaden patrones de ataque diseñados para ser anulados con el contragolpe, iniciando una secuencia cinemática interactiva similar a las que hacían de interfase en los bosses del Castelvania: Mirror of Fate.
El argumento del juego sigue siendo el mismo que era antaño. Tras el incidente con los metroids que estaban en poder de los piratas espaciales la Federación Galáctica no puede hacer oídos sordos a la amenaza que estas criaturas representan. A fin de controlar la situación contratan a la caza recompensas Samus Aran para que se dirija a SR388 a erradicar todos los metroids que habitan el planeta. Una vez allí tendrá que hacer frente a las 40 criaturas metroid que pueblan el subsuelo volcánico. A nivel de historia el juego se ha mantenido respetuosamente dentro del canon en casi todos los aspectos, salvo en cosillas puntuales como la inmunidad al hielo de ciertas evoluciones de los metroid. Al final de la aventura rompe el canon clásico y le mete dos soberanos bocados a la historia de otros dos títulos de la franquicia, Super Metroid y Metroid Fusion. Esto nos hace pensar que tal vez en un futuro no muy lejano una revisión de estos dos títulos pueda llegarnos también de manos de la actual compañía al cargo.
El juego cuenta con varios niveles de dificultad que se van desbloqueando a medida que completamos la aventura. La primera partida para un jugador nuevo en la franquicia puede durar entre unas 10-14 horas dependiendo de su pericia a los mandos. La rejugabilidad del cartucho es bastante comedida. Acabar el juego nos permite acceder al modo difícil pero para obtener el modo Fusión necesitaremos ser poseedores de uno de los amiibos Metroid que salieron a la venta con el juego y se han convertido en raros objetos de coleccionista. Si conseguimos rebajar el tiempo que nos lleva completar la aventura disfrutaremos de secuencias en las que Samus aparece con trajes alternativos de su armadura además del ya famoso Zero Suit.
Hemos de concluir que este Metroid: Samus Returns es por derecho propio un juego más dentro de la franquicia. Respeta la esencia de los metroidvania y hace una revisión del clásico muy fiel en casi todos los aspectos. Las comparaciones son odiosas pero lo cierto es que la gente de Mercury Steam no se ha sacado de la manga un Mirror of Fate con skins de Metroid. Es cierto que sí que se han tomado ciertas libertades con respecto a determinados puntos del lore canónico de la historia. Esto sin embargo no ha alterado de forma alguna la trama original de la aventura ni en absoluto desmerecido la esencia del plataformas de 1991.
Este título conjuga lo viejo y lo nuevo en las dosis exactas para poder devolvernos una experiencia de juego muy noventera pero con todos los avances a los que los jugadores actuales nos hemos acostumbrado hoy en día. Si sois poseedores de una Nintendo 3DS su compra es altamente recomendable pues sienta las bases de lo que podrían ser futuras revisiones dentro de la franquicia para esta consola portátil.