Dice el saber popular que a la hora de morir todos somos iguales, pero ¿y si esto no fuera cierto del todo? Tras la muerte no todos buscamos lo mismo. Las cuentas pendientes que arrastramos al más allá varían de una persona a la otra y para poder realmente avanzar en la otra vida primero es preciso hacer un alto en el camino, encontrar algún sitio en el que descansar y tal vez allí poder buscar aquello que hemos perdido y sin lo cual no podemos emprender el camino a la eternidad.
Usemono Yado o La posada de los objetos perdidos como Milky Way nos la ha traducido es una obra que desde lo místico, fantasioso y lo emotivo nos presenta unos sentimientos muy realistas, racionales y crudos.
Mejor no hagáis reserva para hospedaros en esta peculiar posada y dejad que seamos nosotros los que os hablemos de las virtudes de este alojamiento a través de la siguiente reseña.
Sinopsis
Existe un lugar conocido como La posada de los objetos perdidos. Un sitio al cual solo tienen acceso aquellas almas inquietas que cansadas del largo camino necesiten hacer un alto para recomponerse y así poder buscar aquello que les permita continuar con su andadura. Las “vidas” de los viajeros y las del servicio de tan peculiar posada se enlazan de formas misteriosas mientras todos ellos tratan de encontrar aquello que ha guiado sus pasos hasta este enigmático establecimiento.
Guion
Hay algunos josei a los que tenemos que acercarnos previamente con el adecuado nivel emotivo si no queremos tener que echarle el guante al paquete de pañuelos cuando se aproxime el final. Hozumi sabe cómo presentar el escenario para este tipo de desenlaces y la trama de La posada de los objetos perdidos no es una excepción en este caso. El argumento no busca ser lacrimógeno ni desgarrador, pero su cercanía y la cotidianeidad de su historia hacen que la implicación del lector con el argumento sea algo difícil de eludir.
Inicialmente la trama parece hueca y carente de un denominador común puesto que cada capítulo se limita a enfocarse en el caso de un huésped y luego a otra cosa mariposa. Sin embargo tras varios capítulos la estructura toma forma y las bases del argumento se encauzan y permiten que el lector poco a poco se pueda anticipar al avance de los acontecimientos, y una vez mordido el anzuelo, es imposible dejar de lado la lectura. Todo se equilibra en cuanto se nos presentan las motivaciones de los habitantes de la posada así como las de la propietaria y el enigmático Matsuura.
La variedad de personajes es extensa y también lo son sus inquietudes y personalidades. Pese a sus diferencias, todos muestran matices similares pues todos tienen un objetivo común, recuperar aquello que sienten han perdido y les ancla a la posada. Ese sentimiento igualitario y de necesidad los convierte en unos personajes cercanos, complejos y muy reales.
Debemos de señalar con el dedo acusador la brevedad de los capítulos y la aparente sencillez con la que la señora de la posada siempre consigue solventar los problemas de sus huéspedes. El ritmo es irregular dado que es demasiado rápido en este tipo de capítulos mientras que en aquellos que se centran en la historia de los empleados es más pausado y dubitativo. Estas variaciones le restan fluidez a la obra y la vuelven algo caótica de cara a su lectura.
El dibujo
El estilo artístico es tan agradable y cálido que no aburre en absoluto aunque divaguemos entre sus páginas.
Su diseño de personajes está bien proporcionado y estéticamente es acertado. Si bien la mayor parte de los protagonistas se asemejan bastante entre ellos también cuentan con trazos individuales que son especialmente marcados a la hora de catalogarlos por sexos y especialmente por edades. Mujeres, hombres, niños y ancianos cuentan cada uno con sus bocetos propios y personales.
Sin lugar a dudas la posada en sí misma es un personaje y no un escenario. Es paradigmático puesto que su representación rezuma vida en cada plano que vemos de ella y eso es algo muy sorprendente si tenemos en cuenta que estamos hablando de un lugar al que van a refugiarse las almas perdidas. Su caracterización es clásica, tradicional, vieja y acogedora. Su aspecto y su clima varían para adaptarse al huésped que alojan en cada momento y eso es algo innovador y peculiar. Muy de edificio encantado.
Gráficamente los trazos son firmes, bien definidos y suaves. Los planos de la posada son tan lineales y milimétricos que podrían haber sido impresos por algún plotter tras un esmerado trabajo de AutoCAD.
Edición
Los estándares de la edición de Usemono Yado son tan correctos como cabe esperar del catálogo de Milky Way.
La obra completa consta en total de 18 episodios repartidos en 3 volúmenes de 6 capítulos cada uno. Su precio por tomo ronda los 8 euros que suelen tener casi todas las publicaciones made in MW.
¿Su formato? pues el convencional. Tapas blandas con sobrecubiertas y tomos de unas dimensiones 11,5 x 17 cm. Los diseños de las portadas son los mismos que tiene la edición japonesa y las tapas interiores comparten todas unas imágenes del arco de entrada a la posada con distintos colores a modo de representación de las distintas estaciones del año. Cada volumen cuenta con algo menos de 200 páginas perfectamente rematadas y que no contienen ningún fallo derivado de maquetación o imprenta que sea digno de reseñar.
Nuevamente el staff de Daruma se ha hecho cargo de las tareas de traducción siendo esta vez a través del buen hacer de la veterana Verònica Calafell.
Podéis juzgar la edición vosotros mismos a través del siguiente enlace de la web de la editorial.
¿Sabías que…?
- Si os agrada el estilo de Hozumi en el catálogo de Milky Way también podréis encontrar otras de sus obras como Sayonara Sorcier (2 tomos) y La víspera de la boda (Tomo único).
- Las obras completas de la autora están siendo publicadas a través de la revista Flowers propiedad de Shogakukan y de la cual han salido obras tan emblemáticas como Kids on the Slope y en la que se publican los nuevos capítulos de Utena.
- Otra de sus conocidas obras es Izakaya Sachiko, historia corta que nos narra las divertidas vivencias de un ex oficinista que mientras busca un nuevo empleo en su sector trabaja eventualmente en un típico izakaya donde ha de lidiar con sus peculiares clientes.
- Actualmente Hozumi se encuentra publicando Boku no Giovanni, otra obra de corte musical al estilo de Sayonara Sorcier que nos cuenta la historia de Tetsuou, un virtuoso al chelo que vive en una isla a la cual un día llega Ikumi, un náufrago que encontró la costa guiado por su música.
Conclusión
Sería un grave error por parte de cualquier lector desdeñar la lectura de esta obra tomando como referencia conceptos predefinidos como por ejemplo su demografía. No todos los josei son iguales ni tampoco todos los seinen van del mismo palo así que del mismo modo que no juzgamos un libro por sus tapas no debemos valorar La posada de los objetos perdidos en base a una etiqueta.
La trama que nos presenta, el carácter de sus personajes y su peculiar arte son tan solo tres de las mejores bazas con las que cuenta esta tan poco habitual historia de fantasmas.
Todos aquellos lectores que disfruten de los romances, los dramas, la psicología y el misterio se van a encontrar más allá del umbral de esta posada un manga redondo e inusual.
Milky Way nos ofrece una obra reflexiva que a lo largo de sus tres tomos hará pensar al lector en que es aquello que hay en sus vidas y que no desearían tener que ir a buscar entre los muros de esta posada cuando la parca salga a su encuentro.