Durante los últimos años el mundo del cosplay ha ido ganando cada vez más y más adeptos; ha evolucionado y cambiado como todo aquello que adquiere fama y relevancia, y ya no es únicamente un hobbie sino que incluso se ha convertido en una profesión para muchos.
A FAVOR
Respecto a los eventos de cultura japonesa y alternativa, el cosplay es uno de los elementos más visuales y llamativos que podemos encontrar. Te lleva directamente al contexto de un anime o manga por lo que es una forma bastante directa de publicitarlo.
Ver un cosplay de un personaje de tu manga favorito puede despertarte ternura e ilusión al ver “en vivo” a uno de tus ídolos; también puede hacer que quieras volver a releer ese manga o ver ese anime y en el caso de que no sepas de qué es ese cosplay se puede despertar en ti la curiosidad y el interés por verlo/leerlo.
El mundo del cosplay es un mundo visual, donde por suerte o por desgracia, todo entra por los ojos. Si un cosplay tiene la capacidad de despertar el interés por ver un anime o un manga en concreto, este cosplay habrá cumplido una gran función publicitaria, y es que muchos hemos empezado a ver un anime a raíz de ver a X personaje de éste en los cosplays de los eventos.
Ya sea por cosplayers profesionales o amateurs, el hecho de hacer cosplay nace principalmente del respeto y el cariño hacia un personaje, y esto bajo mi punto de vista no perjudica al manga y al anime sino que enriquece todo lo que les rodea y permite a los cosplayers formar parte de éstos.
EN CONTRA
Sin embargo esto no siempre se cumple; la fama que el cosplay ha ido adquiriendo estos últimos años, y la “necesidad” de muchos cosplayers por conseguir el éxito y el destacar entre los demás, ha provocado que poco a poco el hecho de realizar un cosplay no siempre vaya acompañado de la admiración por el personaje sino simplemente de la competición, de llamar la atención y el “postureo”.
Es común ver en salones del manga algún que otro cosplay de un personaje de un videojuego que aún no ha salido al mercado o un anime que no se ha estrenado (que ya es el colmo de los colmos). Pero más común es ver cosplayers que no saben realmente de qué van disfrazados. Es aquí donde considero que la esencia, la magia, la gracia del cosplay se esfuman: cuando el cosplay pasa a ser únicamente un modo de llamar la atención, de conseguir fotos, piropos, entrar de forma gratuita a un evento…
No quiero referirme con esto a que todas las personas que disfrutamos del mundo del cosplay hagamos esto, pero seamos sinceros ¿Quién no ha visto en eventos al cosplayer de turno que sólo pasea su cosplay, sin disfrutarlo, sin ser agradecido con quien alaba su trabajo? ¿Quién no ha intentado conversar con un cosplayer sobre el anime o manga del que va cosplayeado y se ha dado cuenta de que no sabe más que su nombre?
CONCLUSIÓN
Muchos olvidan que los eventos de cultura alternativa y japonesa son algo más que una pasarela donde lucirse y alimentar su ego; olvidan que son lugares donde compartir nuestra pasión por el manga y el anime; y olvidan que el cosplay es otra forma de disfrutar de tus series favoritas.
¿Y tú, qué opinas?
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