La franquicia Saw es una de esas antologías del cine actual que se niegan a morir dulcemente. Cada cierto tiempo una nueva secuela reaparece en taquilla y poco o nada queda ya de la frescura original que aportaba la saga a un anquilosado género de terror.
Yoshiki Tonagi ha sido bastante mas cauto en ese aspecto procurando no estirar tanto el chicle como ha hecho la gente de Hollywood con Saw. Ha sabido contenerse y limitar su obra de suspense a la trilogía que Doubt, Judge y Secret conforman. Cada obra cuenta con su peculiar estilo narrativo y componen un conjunto bastante agradable de leer pese a la repetición de fórmulas y formato.
Dejad que os expongamos mediante esta reseña nuestro alegato final sobre el contenido de este manga y juzgad por vosotros mismos si este manga es digno de formar parte de vuestra colección.
Sinopsis
Envidia. Lujuria. Pereza. Ira. Gula. Soberbia. Avaricia. Siete pecadores que encarnan a los pecados capitales han sido reunidos en un viejo juzgado. Solo existe una forma de salir de ahí con vida. Para no morir, deberán ofrecer un sacrificio. Así comienza este juego mortal cuyo resultado se decidirá por mayoría.
Guion
Siempre se ha dicho eso de que segundas partes nunca fueron buenas, en el caso de Judge eso tan solo es una verdad a medias.
Las bases establecidas en Doubt vuelven a repetirse a lo largo de los 6 tomos que componen esta obra. Sin embargo, no se hace repetitivo ni aburrido de cara al lector. Judge amplia y mejora la experiencia narrativa ofrecida por su precuela. Su guion está mas elaborado en esta ocasión y su lectura es bastante menos caótica que en el título previo. Los 32 episodios que componen la historia tienen un desarrollo pausado pero claro que permite incluso adelantarse un poco a los acontecimientos si el lector está atento y procura leer entre líneas.
En esta ocasión los personajes no forman parte de ninguna re interpretación de un juego de móvil. Los involuntarios reos deben realizar cada 8 horas un juicio en el cual mediante votación sentencian a muerte a un miembro del grupo. Las misteriosas ejecuciones tienen como consecuencia la apertura de unas puertas que progresivamente guían a los supervivientes hacia su libertad.
El hilo argumental está plagado de constantes giros que buscan sorprender una y otra vez. El problema está en que tanto va el cántaro a la fuente que acaba por romperse. Abusa demasiado del plot twist lo cual acaba por tener el efecto contrario. El lector está constantemente con la mosca detrás de la oreja así que la sorpresa nunca llega puesto que ya la estamos esperando en todo momento. Como consecuencia a esto el desenlace en lugar de ser álgido es bastante previsible y lineal.
Los personajes tienen personalidades bien definidas a las cuales se ciñen en todo momento. Casi todos tienen su pequeño trasfondo y motivaciones propias pero es difícil llegar a empatizar con ellos puesto que son demasiados. El hecho de que estén constantemente entrando y saliendo de escena hace difícil que se hagan cercanos lo cual repercute en que sus muertes, si no son visualmente llamativas, tienen bastante poco impacto.
La lógica de supervivencia que rige a los protagonistas es bastante nula y su adaptación a los sucesos está completamente tiranizada por el necesario avance del guion. Pese a ello la historia es creíble hasta cierto punto. Pocas incógnitas se quedan en el tintero tras su lectura y el regusto que deja completar la obra es bastante placentero.
La ambientación que crea el autor es igual de claustrofóbica que lo era en Doubt. Elementos como las siniestras máscaras de animales, la lucha por la supervivencia y el opresivo ambiente que predomina en el juzgado vuelven a ser uno de los principales alicientes de la historia.
El dibujo
La tarea artística del autor se mantiene en su linea. El diseño de los personajes y su estilo es generalista y muy comercial. No se aprecian rasgos particulares que sean obra del propio dibujante y que destaquen de forma peculiar. Nuevamente el dibujo se limita a ser un complemento y soporte narrativo para la historia que nos quiere ofrecer el mangaka.
Los personajes están bien proporcionados y sus rasgos faciales son correctos en todo momento aunque bastante inexpresivos y fríos. Teniendo en cuenta las características de este manga cabría esperar una mayor emotividad y variedad facial. La expresividad corporal que ofrecen es prácticamente nula dándoles un aspecto demasiado plano y transparente.
La recreación de los escenarios es muy correcta en todo momento. Transmite una moderada sensación claustrofóbica y tiene ese regusto de edificio abandonado típico de las de películas de terror.
El nivel de violencia visual es bastante comedido. No cuenta con escenas truculentas como sus homólogos del cine y el nivel de gore se ha reducido casi al mínimo.
La iluminación, el ritmo rápido de los acontecimientos y los planos de corte cinematográfico apoyan muy bien la temática de la obra y ayudan mucho a la hora de crear ambiente.
Edición
Cuando Ivrea comenzó con la publicación de las obras de Yoshiki Tonogai hizo público que era muy posible que la trilogía al completo de los animalitos asesinos pasara por su editorial. Un tiempo después, durante el Expotaku de A Coruña nos confirmaron que Judge y Secret se unirían a su catálogo.
La obra se compone de un total de 6 volúmenes impresos en un convencional formato B6 de tapas rústicas con sobrecubiertas plastificadas. Los diseños de las sobrecubiertas se mantienen en la linea de la obra anterior. Ilustraciones de los protagonistas con las mascaras animales para la sobrecubiertas e idénticas ilustraciones de los personajes pero sin las mascaras para decorar las tapas de pasta. Incluye un par de laminas a color en cada tomo que siempre son de agradecer.
La traducción, maquetación e impresión son correctas en todos los sentidos. Cada volumen ronda las 200 páginas lo cual a un precio medio de 8€ lo vuelve una compra muy razonable desde el punto de vista de calidad-valor.
¿Sabías que…?
· Todas las claves para resolver el misterio de Judge se presentan desde el inicio de la historia. Un lector observador puede llegar al desenlace de la trama desde el inicio si es capaz de seguir meticulosamente las pistas.
· El manga apela al sentido cinéfilo del lector mediante veladas referencias a películas de culto como Seven y la franquicia Saw.
· Cuenta con su propio Live Action que vió la luz en 2013. La compra del film venía acompañada con el primer tomo de Secret a modo de regalo.
· Al igual que los otros dos thriller de Yoshiki Tonogai esa obra fue publicada originalmente en la revista Monthly Shōnen Gangan propiedad de la división editorial de Squarenix.
· Tras finalizar su trilogía de animalitos asesinos Tonagai comenzó la serialización de Ikitemasu ka? Honda-kun (“Honda-kun, ¿estás vivo?”) Esta nueva obra es una especie de comedia romántica ambientada en un mundo plagado de zombies.
Conclusión
No todas las segundas partes son malas. Aliens, Terminator 2, El imperio contraataca o El Padrino 2 son algunos ejemplos de que no todas la secuelas son productos de inferior calidad.
El caso de este manga es idéntico al de tan ilustres films. Todos los puntos fuertes que el lector pudo encontrar el Doubt vuelven a estar presentes en Judge. El autor mejora a grandes rasgos todos los aspectos principales de su anterior trabajo y los complementa con mecánicas nuevas consiguiendo un resultado mucho mas satisfactorio.
Pese a todo, la ejecución dista mucho de ser perfecta. Hay subtramas completamente desaprovechadas, un elenco de personajes demasiado extenso y continuas referencias a algunos temas, como por ejemplo el de los pecados capitales, que no llevan realmente a ningún lado y parecen ser desechados a mitad de trama. Tanto a nivel visual como narrativo es francamente mejorable.
No podemos sentenciar a muerte a esta obra únicamente por que tenga una elevada acumulación de faltas leves. Su planteamiento es similar a Doubt pero mejor. Mantiene correctamente la ambientación y la tensión no decae casi en ningún momento.
Nuestro veredicto final es que si disfrutasteis de Doubt sin lugar a dudas disfrutareis mucho más de Judge.
Se levanta la sesión.