El ganador de esta subasta además de llevarse este gran recuerdo, también se llevará el autógrafo del co-director Kazuya Tsurumaki, quien dibujó el boceto que ilustra el poster y que se convirtió en una de las imágenes más representativas de esta segunda entrega.
También está en subasta otro poster de tres metros firmado en este caso por Hidenori Matsubara, el encargado de la ilustración.
Parece que esto de las subastas otakus se ha puesto de moda en el país nipón, ya nos lo demostraron con la subasta de Gundam. Los fondos recaudados serán donados al Comité de Vacunas en Japón para la Niñez Mundial.
Los precios están así: El primero de estos posters está a un precio de unos 101.000 yenes mientras su «hermano menor» cuesta unos 124.000 ahora mismo, a pesar de su tamaño.