En respuesta a un artículo en el que se hablaba de la posible colaboración entre el primer ministro japonés vigente, Taro Aso, y el presidente ruso Dimitri Medvedev para crear una producción animada entre Doraemon y Dorafei, un personaje clásico del folklore ruso, el co-fundador del estudio Ghibli, Hayao Miyazaki, ha replicado una opinión contraria a la nueva imagen de político que difunde el nuevo ministro. Según el director, supone una vergüenza que el ministro enfatice tanto en su afición al manganime, algo que debería hacerse en privado en su opinión. Miyazaki argumenta quitándole relevancia al uso de las actividades ociosas japonesas como vehículo de promoción de la cultura y advierte acerca de las fatales consecuencias que tuvo en el pasado el exhacerbado nacionalismo japonés, motivo por el cual se debería aprender de los hechos históricos en lugar de encauzar a las juventudes a una conclusión similar.