Es muy habitual que las productoras de anime trabajen con estudios de animación extranjeros (normalmente de China) para reducir el coste de una producción animada tradicional. Mientras el estudio japonés se encarga de realizar las escenas clave, los dibujos que sirven para desarrollar los movimientos de los personajes eran realizados por estudios externos, y es que los llamados «inbetweens» son miles de dibujos de cells prácticamente idénticos entre ellos cuya función es unir las escenas clave con la mayor fluidez posible. Esta práctica alcanzó su punto álgido en la década de los 80, en la que aumentó la demanda de anime y todavía se apostaba por la animación tradicional. Fue entonces cuando se fundó la Toei Animation Filipinas, que desde 1986 viene trabajando en las series de su casa madre. Esto incluye producciones tan míticas como Dragon Ball Z, Sailor Moon, Slam Dunk o One Piece.
Recientemente el sitio filipino Inquirer ha publicado un video en el que se muestran las interioridades de este estudio, sus condiciones de trabajo y una entrevista con Nestor Palabrica, director del estudio.
Podéis ver el video aquí: http://www.inquirer.net/vdo/player.php?vid=1408