Una buen motivo para que un título no sea criticado por ser un escaparate de desnudos y curvas es añadirle una base argumental de fondo, y si no que se lo digan a Yûji Shiozaki con su manga Ikkitousen.
Con la trama de la leyenda de los tres reinos de fondo, la historia se situa a la región nipona de Kantô en plena actualidad, en donde siete institutos de secundaria se pelean por mantener su territorio.
La protagonista de esta historia de peleas entre bandas de diferentes institutos es Hakufu Sonsaku, una chica joven que, a diferencia del resto de jóvenes de su edad, se defiende bastante bien a la hora de pelear. La única pega que tiene es que existen rivales mucho más fuertes que ella, tanto de su propio instituto (el Nanyô) como del resto, ya que existen cinco diferentes escalas de poder y Hakufu pertenece a la más inferior. La tarea de la protagonista no es nada sencilla debido a que tendrá que lidiar con el resto de futuros aspirantes a conseguir el ikkitousen, es decir, la supremacía absoluta.
En definitiva, la trama histórica poco tiene que ver con lo que el manga-ka ofrece: un espectáculo de golpes y porrazos entre los personajes, donde a la mínima los trozos de sus prendas se rasgarán para ofrecer carne, preferiblemente femenina. Visualmente esta característica es atractiva, aunque a largo plazo la aperiodicidad de este título (causado por tener una publicación mensual de cada capítulo en Japón) es el peor inconveniente, provocando que al comenzar a leer el nuevo tomo de turno no te acuerdes de lo que sucedió en el anterior volumen que leíste.