Desde que Norma Editorial anunciara su licencia durante el Salón del Manga de Barcelona de 2016, el púbico ha estado expectante por volver a disfrutar de las aventuras de la pequeña cazadora de cartas que nos cautivó a todos en nuestra infancia. Sin embargo, parece que la obra aún se resiste a aterrizar completamente por segunda vez en terrero español. Entre unas cosas y otras, pasa el tiempo y seguimos sin noticias de la nueva edición de Card Captor Sakura.
Gracias a la entrevista que desde Misión Tokyo realizamos a Anabel Espada, editora de Norma Editorial, durante el Salón del Manga de Barcelona de este año, hoy podemos responder a la pregunta que muchos se hacen: ¿Qué es lo que pasa con Card Captor Sakura?
En primer lugar, es de obligatoria mención hacer un repaso a la trayectoria de Card Captor Sakura en España. Allá por 2001, Ediciones Glénat nos trajo el primer tomo del manga de las CLAMP en castellano. Los 12 tankoubon originales fueron editados entre 2001 y 2002, conteniendo la primera edición una colección de 12 cartas exclusivas a modo de regalo promocional. La peculiaridad de esta edición, era su formato de lectura occidental, puesto que en aquella época, la contratación de títulos era más lenta y, a pesar de ya estar asentado el formato de lectura oriental gracias a Rurouni Kenshin, también de Glénat, ciertos títulos que salieron a posteriori seguían los estándares anteriores del mercado. No obstante, como curiosidad, seis años más tarde, en 2007, la editorial sacó una edición en catalán que si respetaba el formato de lectura oriental, pero no incluía las cartas exclusivas de promoción.
Ediciones Glénat no se quedó solamente en el manga, sino que también nos deleitó con los tres artbook de ilustraciones de la serie, así como con la licencia oficial de la baraja de las Cartas de Clow Reed y el libro que servía de instrucciones para usarlas.
Desgraciadamente, la editorial recibió varios golpes que la llevaron hasta su desaparición, dejando huérfanos gran parte de su catálogo, entre los que se encontraba Card Captor Sakura.
No sería hasta el pasado 2016 cuando Norma Editorial sorprendía a todos con la noticia de la relicencia de Card Captor Sakura. Pero no quedaba ahí la cosa, pues la edición escogida era nada más y nada menos que la kinen-ban recién salida en Japón: la edición conmemorativa del 60º aniversario de la revista Nakayoshi, publicación en la que había nacido Card Captor Sakura. ¡Y además incluiría de extra las cartas originales que también venían en la edición japonesa!
Pero después de la alegría general… vino el infierno personal para Norma Editorial: las aprobaciones.
Y es que como ya había adelantado la editorial a través de twitter y el propio Oscar Valiente en su charla durante el Daruma Gashuku, las aprobaciones de los materiales referentes sobre todo a las portadas de Card Captor Sakura estaban siendo más tediosos de lo que se esperaban. El primer tomo debería haber visto la luz en la primavera de 2017 según el planing inicial. La propia Anabel bromeaba diciendo que el principal problema había sido suyo porque era una persona muy optimista y no contaba con volver a encontrarse un panorama como el que ya sufrieron con Naoko Takeuchi y las aprobaciones de Sailor Moon: «Sakura está siendo el Rosario de la Aurora» – confiesa.
El primer tomo estaría ya listo para mandar a imprenta desde el pasado mes de junio, es decir: todo su contenido de traducción y maquetación se encuentra ya cerrado y preparado. El problema… son las aprobaciones. De hecho, Anabel confesaba que ese manuscrito ya no sería válido porque tenía copyright para 2017 y tendrían que cambiarlo a 2018. Así que, vuelta a empezar.
Dentro de las aprobaciones, el infierno viene de la mano de la gama de colores. Desde Japón, quieren que la edición de Card Captor Sakura sea idéntica a la japonesa a nivel de color, formato y detalles (por eso también incluye las cartas de extra). No habría ningún problema con esto… si los materiales facilitados desde Japón fueran exactamente iguales. Para más inri, dentro de esto, el principal problema es la gama de colores, pues en Japón se usa la paleta de colores DIC que contiene los colores tradicionales japoneses, mientras que nosotros usamos el famoso «Código Pantone». Y a pesar de que son muy parecidas, a veces hay colores que no coinciden, como el famoso «rosa Sakura» que nos comentó Óscar durante el Gashuku.
Entrando en detalles: todos los colores del Pantone se forman en base a cuatro colores: cian, magenta, amarillo y negro; la conocida cuatricromía CMYK de colores pigmento (colores sustrativos). El problema es que no todas las combinaciones ni cantidades de estos colores consiguen asemejar todos los colores DIC, así que esas famosas «tintas extras» de las que habla Anabel y que les han traído por la calle de la amargura, han de pedirlas directamente a Japón. «Cuando lo pedimos a Japón, que no nos importa, nos dijeron que era un DIC especial que la imprenta les había hecho a las señoras CLAMP» – apunta Anabel.
Siguiendo con la cadena de problemas: las pruebas de impresión. Además de haber perdido tiempo probando las combinaciones de colores para encontrar las famosas tintas extras con el Código Pantone, ahora CLAMP exigía un tipo de prueba especial: «Ahora CLAMP no quiere pruebas calibradas sino que exige pruebas mojadas» – explica Anabel. Una prueba mojada es literalmente una impresión de máquina, por lo que habría que movilizar a toda la imprenta para realizarla, ya que es como una orden más de impresión al ser una prueba de cómo se vería realmente el producto finalizado. «Tenemos que preparar el archivo, tenemos que hablar con la imprenta, pagar una entrada en máquina, tirar 50-100 hojas, plastificar, estampar y enviar a las señoras CLAMP» – relata Anabel todo el proceso.
Algo que parece fácil hacerlo, se convierte en un infierno cuando la prueba de impresión no es la definitiva porque «el color del pelo de Sakura no es el que quiere CLAMP, sino que lo quiere más naranja». Vuelta a repetir todo el proceso que, entre imprimir las hojas cuando hay hueco en el planning de las novedades normales de la editorial, secar, plastificar y estampar, puede pasar perfectamente un mes. Si a eso le sumas que CLAMP no mira la prueba nada más la reciben, aumenta el tiempo de espera… para luego acabar con una negativa y tener que volver a empezar.
Después de contarnos todo esto, a Anabel no le queda más que suplicar paciencia, igual que ellos la están teniendo con las aprobaciones. Afirma fervientemente que Card Captor Sakura llegará bajo su sello, Norma Editorial, y esperan que sea para febrero de 2018, que es la fecha con la que están trabajando en mente ahora mismo.
La ironía de la situación ha querido que durante la presentación de novedades de Norma Editorial realizada el sábado salonero, se haya hecho el anuncio de licencia de la continuación del citado manga, Card Captor Sakura Clear Card-hen. Presumiblemente, este título podría llegar a salir antes que su predecesora, ya que sus aprobaciones y sus materiales no son tan especiales como los de la edición del aniversario de Nakayoshi.
Y ya para terminar de rizar el rizo, Anabel se lamenta de la ironía de la situación actual, puesto que ya tenían todo cerrado para hacer una edición de Card Captor Sakura en tomos dobles, a imagen y semejanza de la edición que «se inventaron» para Chobits, cuando les llegó el aviso de la nueva edición por el aniversario de la revista: «Si lo llego a saber me callo y saco la otra, que ya tenía el ok» – confiesa entre risas.
Así pues, este es el panorama actual de Card Captor Sakura en España. No es que Norma Editorial tenga los derechos y no quiera sacar los tomos. ¡Qué más querrían ellos que sacar el primero de una vez! Pero habremos de armarnos de paciencia mientras se alinean los astros para que el proceso de aprobación se agilice.
Como curiosidad, Leando Oberto comentaba en la entrevista que le realizamos a Ivrea en nuestro stand que «ellos también estaban teniendo problemas con Card Captor Sakura para la edición argentina». Uno ya no sabe que es peor, si malo conocido como los quebraderos de cabeza que tienen con Junjou Romantica, o bueno por conocer como el infierno que se les avecina con las CLAMP…
Y todo para que al final, en el anime, el tono del color del pelo de Sakura y el aspecto de los personajes principales, sean diferente, si los comparamos con las tres primeras temporadas. ¿A nadie le importan esos detalles? Porque, a mí, como fan, desde luego que sí.