En las series de aventuras y peleas es normal ver como cuando el protagonista vence al enemigo de turno, de pronto aparece uno más fuerte y poderoso que necesitará de otra subida de nivel para ganarle e ir a por el siguiente. Si no se va con cuidado puede ser un esquema que termine cansando a la larga, haciendo que sea absurdo el comparar al protagonista de los últimos arcos con la fuerza que tenía en sus inicios. Con más de 80 tomos One Piece sería la víctima perfecta de este tropo de las series de aventuras. Sin embargo Eiichiro Oda ha sabido racionar tanto las diferencias de niveles de los enemigos de la serie así como las subidas de poder que tiene la banda del sombrero de paja.
Para entender la estructura de poderes de la serie tenemos que ver cómo su autor ha organizado las distintas fuerzas a lo largo de la aventura: Por una parte tenemos a la Marina; organización jerárquica donde es sencillo determinar quién es más fuerte dada su posición. Los capitanes empezarán a mostrar una fuerza capaz de vencer a los piratas más débiles, pero son los almirantes los que personifican la verdadera fuerza de la organización. Al lado de la Marina tenemos a los siete piratas que trabajan por el gobierno, los llamado Schichibukai o “Los siete grandes piratas”; independientemente del precio a su cabeza todos tienen una fuerza mayor a la de cualquier pirata de este mar. Por último, tras un largo trayecto la serie nos presenta a “Los cuatro emperadores”: Piratas tan fuertes que dominan los mares del último trayecto del viaje y que suponen una amenaza para cualquier iluso que ose enfrentarse a ellos.
¿Y de qué forma Oda transmite el poder de las distintas fuerzas de su mundo? Pues a través del desarrollo de Luffy y su tripulación. No es hasta que se encuentran a Smoker y Cocodrilo donde la tripulación se ver forzada a aumentar la potencia de sus habilidades. Hasta el momento no había habido un peligro real de muerte. Fueron necesarios tres enfrentamientos contra Cocodrilo, el primero de “Los siete grandes piratas”, para poder vencerle a duras penas. Y aun habiendo mejorado, la victoria no estaría asegurada contra los próximos enemigos. Tanto contra Moria como Doflamingo no se necesitarían tres enfrentamientos para vencerlos, pero seguían siendo un peligro.
Con la Marina y los Emperadores sucede algo similar. Aún a pesar de haber mejorado un poco, los primeros enfrentamientos contra los almirantes de la Marina se limitaron únicamente a huir y esquivar sus ataques. No tenían la capacidad suficiente como para siquiera contraatacar, y durante muchos arcos de la historia los almirantes representarían la mayor fuerza de la Marina. Con los Emperadores estamos ante la misma situación; siendo los piratas más fuertes, ya supone un sobre-esfuerzo enfrentarse a los subordinados más poderosos, pero a la hora de enfrentarse al mismo Emperador, nada puede con ellos. De la misma manera, si son las mismas fuerzas las que combatan entre ellas, dependiendo de su posición será más o menos complicado salir ileso de la batalla.
Y tras ver como se estructuran las distintas fuerza de la serie, toca ver de qué forma afecta esto a la banda del sombrero de paja. Como se mencionaba al inicio del texto, sería fácil ir mostrando nuevos poderes y habilidades llegando al punto del absurdo, pero en One Piece tenemos un ritmo adecuado para ir subiendo el nivel. No es hasta el enfrentamiento contra Cocodrilo, con más de 20 tomos detrás, donde la tropa empieza a usar nuevas habilidades. Hasta pasado el mismo tramo de serie será cuando, de nuevo, logren mejorar sus fuerzas con el arco de Ennies Lobby. Y ya tras 60 tomos y el único arco de entrenamiento de toda la serie será cuando la tripulación supere de nuevo su límite.
Eiichiro Oda logra, a través de un ritmo lento, mostrar el universo de su serie y la escala de su poder, evitando caer en la predicción de que, a cada enemigo superado aparecerá de golpe otro más fuerte y que requerirá de otro arco de entrenamiento para subir de nivel. Es por esta estructura y otras más por lo que One Piece se ha podido mantener como el número 1 de la revista Weekly Shonen Jump tras tantos años, y aún queda tramo por ver qué nuevas sorpresas nos dará.