Aunque una serie nos muestra las peripecias de un grupo protagonista a través de todo tipo de obstáculos, si alrededor de este se logra mostrar un mundo tan vivo y carismático como la trama principal es cuando estamos ante una historia que se siente grande. La historia de One Piece nos presenta el viaje de los piratas de la banda del sombrero de paja y cómo recorren el vasto mar para llegar a su destino final. Por el camino se encontrarán con todo tipo de aliados y enemigos que llenarán su viaje de momentos inolvidables, pero el mundo no gira entorno a ellos. Eiichiro Oda, en los más de 80 tomos que tiene la serie, ha conseguido crear un complejo de vidas y aventuras que irán cruzándose con el viaje principal.
Las primeras historias paralelas a la de la tripulación principal las encontramos en las portadas de los distintos capítulos de la serie. En ellos, Oda puede ofrecernos una ilustración inconexa de algún personaje de la serie o nos puede mostrar una sucesión de eventos determinada. Cuando termina un arco, alguno de sus personajes, ya pueden ser enemigos como aliados, sigue su rumbo en la vida: Vemos como Buggy logra recuperar tanto su cuerpo como su tripulación hasta encontrarse de nuevo con Luffy en Loguetown, como las distintas familias de la tripulación reaccionan con los nuevos carteles de “Se busca” de la tripulación y vemos los cambios que hay a su alrededor.
De esta manera, sin gastar páginas en capítulos dedicados exclusivamente e dichas aventuras podemos ver cómo mundo va siguiendo mientras la historia principal progresa a su ritmo. Entendemos así cómo parte de la banda de Cocodrilo se encuentra en la cárcel mientras la otra mitad ha logrado reflotar un café, como abren unas termas o cómo nace el nuevo imperio de la juguetería de Wapol. No todas las historias tendrán algún impacto con la historia de Luffy. La vida es un entramado de idas y venidas y no todas tienen porque coincidir.
Pero Oda no expande el universo de la serie únicamente a través de historietas cortas. Cuando nos presenta a la figuras de las “supernovas”, de pronto, el mundo se abre aún más. Entendemos como supernova a aquellos piratas que llegaron a la mitad del viaje y cruzaron la ruta marítima haciéndose con un nombre y recompensa que ya no se podía ignorar. En el momento que Luffy llega a dicho punto se encuentra con 9 piratas más que han pasado por aventuras similares a las suyas. Todas las demás tripulaciones han ido viajando desde sus respectivos mares, pasando por islas en las que la tripulación protagonista no llegó a anclar. Y cuando nos muestran los primeros pasos de las supernovas en el llamado nuevo mundo, donde cada uno se encuentra en una isla con ecosistemas surrealistas, es cuando vemos lo grande que ha llegado a ser la serie.
Y el universo se sigue expandiendo con cada arco. Tras los dos años de entrenamiento de Luffy, todo la sociedad ha cambiado. Sus conocidos habrán progresado en sus respectivas islas, las supernovas habrán conquistado distintos retos de todo tipo y la estructura de este mundo sigue aumentando en sus dimensiones. Luffy no tardará en encontrarse a nuevos aliados; aliados que de igual forma que las supernovas se separarán temporalmente de la trama principal y tendrán todo tipo de aventuras que iremos viendo en forma de retazos.
A través de los pequeños retazos que nos mostrarán de las demás aventuras y las historias paralelas que irán sucediendo Oda logra mostrar en su serie un universo tan vivo como el que va sucediendo a cada capítulo. No es necesario mostrar todos los acontecimientos que suceden, con mostrar ciertos eventos es suficiente para ver como de vivo puede ser la serie, y One Piece, a través de todos sus personajes y eventos ha demostrado que siempre está en constante movimiento.
Este anime en particular me encanta, tiene una excelente historia. Sigo al día el manga 🙂