Un tipo de arco que se repite con frecuencia con bastantes series de aventura es el período de entrenamiento. Ante una amenaza futura o una que ha vencido recientemente, el protagonista se ve forzado a estar unos capítulos realizando de forma constante y repetitiva un mismo ejercicio para poder llegar al siguiente nivel. Sin embargo, una vez termine dicho entrenamiento seguirá teniendo dificultades con la amenaza de turno y será en la propia pelea donde podrá superar sus límites. El problema de los arcos de entrenamiento es que si se abusa mucho de estos segmentos, puede llegar a cortar la acción y la trama de la serie, despertando al espectador las ganas de que este termine ya para poder seguir la historia. En One Piece, solo hay un arco de entrenamiento, y este sucede tras más de 60 tomos.
Durante todo el trayecto de Luffy y compañía la tripulación se enfrenta con enemigos cada vez más poderosos. Pero en vez de obligarles a hacer un parón del viaje para que se entrenen, Eiichiro Oda usa los mismos enfrentamientos como únicas barreras para que cada uno las supere a su manera. De esta forma, se agiliza mucha más tanto la historia del arco de turno como del combate en sí. Ahorrando unos capítulos en donde solo veríamos la determinación de la tropa entrenando se consigue hacer que, aún la ausencia de un entrenamiento corriente, veamos el progreso de los protagonistas.
La experiencia es un grado, y en One Piece se irá escalando el poder de forma gradual con los mismos enfrentamientos. Zoro aprende a cortar el acero luchando contra Mr.1, el cual podía transformar su cuerpo en dicho metal. Luffy, con sus distintos enfrenamientos contra Crocodile empieza a cambiar su patrón de ataques aprovechando las habilidades de goma de su propia fruta. Es viendo como los demás usan a su manera sus puntos más fuertes la mejor forma para avanzar.
Pero como se ha mencionado al inicio, One Piece tiene un arco de entrenamiento. El parón de dos años de la tripulación para fortalecerse se aprovecha para que cada uno de ellos tenga el tiempo suficiente para mejorar sus respectivos campos. Chopper investigará la medicina de otra cultura para poder desarrollar la suya, Nami jugará con la ciencia para mejorar sus armas.
Teniendo un solo arco de entrenamiento, y que este sea de un mayor tiempo de lo que estamos acostumbrados consigue que los resultados de este se vean amplificados. Aparte del respectivo cambio físico, la tripulación consigue mejorar lo suficiente como para que los siguientes dos arcos no haya un enemigo que suponga una amenaza en sí mismo.
Los arcos de entrenamiento no son malos, pero hay que administrarlos bien. Si a cada final de saga uno tiene que ver otro arco de entrenamiento puede mermar el conjunto de la obra. One Piece no depende de los entrenamientos al uso para ir mostrando las mejoras de cada uno de los tripulantes de la banda del sombrero de paja, y por ello, y muchos más factores, ha sabido aguantar tanto y mejorar con cada arco.