Cuando la banda pirata del sombrero de paja llegó a la isla del cielo se encontró con un conflicto de distintas escalas: Por una parte había llegado un nuevo Dios que tenía a la población horrorizada, mientras que había una guerra de territorio por el trozo de la isla de Jaya que había llegado al cielo tras ser expulsada del mar.
Este último conflicto está inspirado en la colonización de América. La colonización del nuevo continente que sucedió a partir del siglo XV supuso la entrada de distintos imperios a nuevo territorio, el cual se irían repartiendo entre ellos, obviando los derechos y las vidas que ya vivían en el lugar, como lo fueron los nativos americanos. En One Piece el papel de los colonos les corresponde a los habitantes de Skypiea. Al ver como de pronto un trozo de tierra, que ellos llaman Vearth llega al mar de nubes no dudan en hacerse con él. El problema surge cuando encuentran en dicha tierra a sus habitantes originales, el pueblo de Shandia.
El que era Dios en ese momento no dudó en emplear la fuerza bruta para poder hacerse con ese trozo de Vearth, obligando así a Shandia a defenderse de sus invasores. Un suceso similar a cuando los distintos colonos no dudaron en quitarles las tierras a los nativos americanos hasta el punto que en la actualidad están casi desaparecidos hasta el punto que hay reservas. El enfrentamiento en Skypiea también duró muchos años y tras tanto tiempo había llegado un Dios más sensato: Gan Fall. Él era consciente de que la gente de Shandia era la legítima dueña de la tierra y no buscaba acabar con más vidas. Sin embargo había pasado mucho tiempo y los habitantes de Skypiea también necesitaban ese trozo de tierra, pues el mar de nubes no ofrecía tantos recursos como el Vearth.
Gan Fall buscaba la paz, pero el pueblo de Shandia había visto caer a demasiados de los suyos como para dejar de luchar y tuvo que ser una tercera fuerza que amenazara la tierra la que consiguió poner punto y final al conflicto. Con la victoria de Luffy contra el Dios Enel todos socorrieron a los heridos, independientemente de a qué bando perteneciesen. Tras la recuperación mezclaron a la gente para que las diferencias de origen fueran una nimiedad; recolocando a Gan Fall como Dios junto a los guerreros de Shandia como protectores del lugar.
Con un final muy distinto al que hubo con la colonización de América, Eiichiro Oda trajo los temas de la religión y las guerras de territorio en su serie, ofreciendo distintos matices en esta batalla en la que los piratas del mar azul se habían metido.