Nacido en Barcelona en la década de los 80 es un apasionado del manga desde que tiene uso de razón. Cursó estudios de Sociología en la Universidad Autónoma de Barcelona y actualmente se encuentra estudiando Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Barcelona, además de sacarse el título de actor de doblaje. Paralelamente a su formación académica ha trabajado para varias empresas dedicadas al manganime como Norma Editorial, Jonu Media, Estudio Fénix o Canal Buzz Empezó en el mundo de la radio, en el que destacó por conducir durante 7 temporadas consecutivas el programa de RCB llamado Mision Tokyo y ser colaborador del programa Más Allá de la Viñeta de COM Radio, aunque también ha participado en algunos proyectos televisivos de La Sexta y el Canal Buzz. En el terreno de la prensa ha escrito para revistas especializadas como Minami, Shirase, Anitype, Dibus! y Jetix Magazine, además de editar su propia publicación, Mision Tokyo Magazine. Actualmente es uno de los directores de MisionTokyo.Com |
Retrasos incompetentes
Los retrasos, aunque duelan, solo se deben a la falta de profesionalidad y la incompetencia de los que hay detrás de los proyectos. A los que vivimos el manga como poco más que una afición no se nos puede exigir mucho más (bastantes problemas tenemos en nuestras vidas) pero a los que fichan cada mañana en sus respectivas empresas para que cumplan el cometido de que cada mes salgan las novedades previstas sí que se les puede (¡se les debe!) exigir mucho más. El panorama en España es desolador. No les estamos pidiendo que descubran la vacuna contra el VIH, ni que realicen planes científico-económicos que permitan finalizar con la pobreza en el mundo. Tan solo les pedimos un mínimo de previsión como ocurre con otros mercados de naturaleza similar.
Que si la culpa es de la imprenta, que si es la distribuidora, o que si son los japoneses… Las excusas son infinitas y los retrasos constantes. ¿La solución por la que han optado las editoriales? No anunciar las novedades hasta que ya estén de camino a las librerías y ya está. O lo que es lo mismo, ante las deficiencias de planificación (me pregunto cuantos editores usarán el método PERT) optan por el secretismo más absoluto, de esta manera se ahorran quedar mal ante los aficionados… más bien no quedan, y es que quién no ve no siente, pero tampoco lee. Una cosa es que los listados estén sujetos a cambios de última hora y la otra que dichos listados sean inexistentes. En todas las profesiones hay incompetentes y accidentes que pueden propiciar retrasos, pero precisamente el trabajo de la editorial consiste en preverlos y evitarlos. No me imagino a dichas personas detrás de un estreno mundial…
Algún editor avispado dirá que como no soy editor de manga no se de que hablo. Efectivamente, no soy editor de manga y probablemente nunca lo sea, pero se perfectamente los procesos y variables que intervienen en la edición de un manga. Lo que pedimos no es nada del otro mundo, solo con que le pusieran un mínimo de ganas en sus responsabilidades lograrían que un mercado que parece saturado y confuso, una auténtica marea imposible de seguir por un aficionado de a pie, desprendiese algo más de claridad, logrando así llegar a sus clientes potenciales de una manera mucho más efectiva. Luego dirán que el mercado del manga en España está saturado y las ventas son bajas…