“Un desastre”, así se refirió Félix Sabaté, editor de Glénat, a las ventas de su línea yaoi, el género que hoy por hoy se encuentra más marginado en España sólo por encima del hentai. Estamos hablando de un género que en Japón mueve masas, que en Estados Unidos es tan popular que hasta tienen salones dedicados exclusivamente a este tipo de manga, que en Francia, Italia o Alemania se está haciendo su hueco, y que en España ha fracasado rotundamente.
¿Quién tiene la culpa? ¿Las editoriales? ¿Las ruidosas aficionadas que a la hora de la verdad no responden?
Podemos decir que la culpa es compartida, aunque ésa es la respuesta más fácil. ¿Realmente han elegido tan mal las editoriales? Bronze, Fake o Kizuna no destacan precisamente por su dibujo, pero son grandes clásicos largamente demandados por las aficionadas más veteranas. Wild Rock, PBB, Casino Lily o Yellow son obras de cuatro de las autoras más destacadas del panorama actual en Japón.
¿La culpa es de las aficionadas, entonces? Dibujo poco atractivo, obras largas y abiertas, ediciones poco cuidadas y caras son varias de las razones esgrimidas para no comprar los títulos editados en España, razones que pueden tener su peso pero que también suenan a “excusas” porque son esas “excusas” las que han causado las bajas ventas y que el yaoi esté prácticamente muerto en España.
Curiosamente parece que han tenido mejor aceptación trabajos de otros países que no son Japón, como son las historias de las españolas Kôsen o el manhwa Las Mil y una Noches, ¿tendrán estos títulos las características claves que le han faltado a los yaois japoneses editados en España y que los editores no han sabido ver, como dibujo atractivo, historia sugerente, buena edición o corta duración?
Parece complicado que hoy por hoy este género levante cabeza, pero yo sólo digo una cosa: editores, licenciad You’re my Loveprize in Viewfinder, Crimson Spell, o Haru wo Daiteita. Si estos tres mangas fracasan en España, sí que no habrá ninguna duda de que la culpa es enteramente de las aficionadas y podremos dar el género por muerto y enterrado.