Transcurrido un año desde el lanzamiento del último Dragon Quest que ha pisado nuestras fronteras hasta la fecha, nos detenemos para echar un vistazo a lo que representó.
Un poco de historia
Dragon Quest: El periplo del rey maldito (titulado en Japón Dragon Quest VIII~Sora to umi to daichi to norowareshi himegimi/La princesa maldita por cielo, mar y tierra) fue el primer Dragon Quest lanzado en Europa e, irónicamente, el octavo en la línea principal de la saga. Anteriormente hubo un conato de exportar los videojuegos de la saga de JRPGs por excelencia (lo sentimos, Final Fantasy) con un derivado para Gameboy titulado Dragon Warrior Monsters, que pasó sin pena ni gloria. Por fortuna, con El periplo del rey maldito y su incorporación a PlayStation 2 se subsanó el problema de su ausencia. Como consecuencia de una buena acogida, permitió la llegada de más entregas, entre las que se cuenta su remake para Nintendo 3DS, protagonista del presente artículo.
El videojuego de 2017 nos llega numerado, con el número VIII bien visible en su portada, al contrario que en su primer lanzamiento para PS2 en 2006. La omisión de la numeración se hizo principalmente para no ahuyentar a posibles jugadores potenciales. No fue en absoluto apuesta timorata por parte de Square-Enix, a juzgar por el cuidado que puso en la traducción y adaptación al español, una delicia que aportaba frescura a la épica trama enfatizando sus matices cómicos. El lanzamiento sirvió de modelo a títulos venideros, en su mayoría para las portátiles de Nintendo: de los episodios IV a VII, obviando spin-offs. Y por supuesto la adaptación y terminología se han respetado en su versión para N3DS.
La saga Dragon Quest ha trascendido por ser la más fundamentalista de todas, manteniéndose firme a sus orígenes, esto es: presentándonos una historia arquetípica con algún giro argumental sorprendente; mecánicas de combate por turnos (sin peleas en tiempo real); toques de humor (incluso picantes); equipo técnico y artístico principal invariable; apariencia infantil pero trama más profunda de lo que asoma; etc. Siempre repitiendo la misma fórmula pero añadiendo variaciones muy simples pero estudiadas. En el caso de DQVIII el principal aporte es el uso de la alquimia para transformar objetos, equipación y armas. Sin olvidar el reclutamiento de monstruos para que nos ayuden en combate o competir en torneos.
Teniendo como referente al que se considera uno de los mejores JRPGs del extenso catálogo de PS2, lo cual no es poco, la versión para N3DS tenía como misión primordial el hacernos olvidar la nostalgia que sentimos por la anterior versión y destacar por méritos propios. Para empezar, no se trata de un port directo, sino que el motor gráfico ha tenido que ser desarrollado de nuevo para adaptarse a las limitaciones de la consola de Nintendo. Atrás quedaron los detallados fondos y el diseño cell-shading del juego de PS2 para dar paso a entornos y gráficos simplificados en el nuevo juego. Como también echaremos de menos la banda sonora sinfónica, que tuvo que ser sacrificada por cuestiones de almacenamiento e idiomas del cartucho. En cambio, hemos ganado la posibilidad de evitar combates aleatorios ya que los monstruos aparecen siempre en pantalla, un elemento que hemos heredado de DQIX para Nintendo DS y que ha perfeccionado la versión para N3DS de DQVII.
Y ya que sale mencionado, al contrario que en DQVII, donde se tuvo que partir de cero para remodelar el sistema de juego incluyendo gráficos, los añadidos estuvieron un poco pillados por los pelos (el sistema de intercambio de tabletas vía streetpass o internet). En DQVIII tendremos a nuestra disposición más mejoras funcionales, como la inclusión de nuevas mazmorras; la compatibilidad con la cámara de la consola; dos personajes jugables; la trama ha sido expandida; nuevos trajes para equipar; y muchos otros extras como los ya presentes en el post-game original.
Dragon Quest VIII es el broche de oro a toda una década de Dragon Quests en nuestras fronteras, partiendo y finalizando con el mismo juego pero en versiones para consolas diferentes. Ha sido el umbral al pasado y la puerta hacia el futuro de la franquicia, que a buen seguro ha llegado para quedarse. Si bien por el camino hubo bajas, como el MMMORPG Dragon Quest X, el porvenir de la saga se presenta muy optimista con la próxima llegada de los manga con Planeta Cómic y Dragon Quest XI para PS4, Switch y N3DS entre más remasterizaciones y secuelas. Mientras tanto, Square-Enix nos brinda la oportunidad de revivir una vez más el que para muchos (entre los cuales me incluyo) es el mejor Dragon Quest de todos los tiempos, ahora con menor impacto visual y sonoro, pero con extras de sobra para incentivar su compra.
Que no lleve el audio japonés es una verdadera cerdada.
Era de esperar cuando se recortó en la banda sonora y nos quedamos sin la sinfónica 🙁 Al menos el doblaje en inglés no está mal, pero si vuelven a hacer otro remaster en el futuro sería genial que mantuvieran, al menos como opción, el audio y doblaje originales
Hay dos errores en el artículo:
1- La herencia de la aparición de enemigos en el mapa viene de DQ IX para Nintendo DS. Gustó bastante, y es por eso que decidieron implementarto en el remake de DQ VII y en el port de DQ VIII para 3DS.
2- El DQ que se ha estrenado en PS4 Y 3DS (y en algún momento en Switch), es el XI y no el IX como pone el artículo.
Muchas gracias por las anotaciones, lo corregimos 🙂
Al contrario, gracias a vosotros por el trabajo que hacéis! Un saludo!