El pasado 23 de octubre, la policía de Kyoto arrestó a Shunki Iwasaki, residente del barrio de Setagaya de Tokyo por vender falsificaciones de cartas del juego de cartas oficial de Yu-Gi-Oh!.
El juego de cartas de Yu-Gi-Oh! está basado en el manga homónimo obra del mangaka Kazuki Takahashi. Es un juego de estrategia que se enmarca dentro de los Juego de Cartas Coleccionables (JCC) o Trading Card Games (TCG). Konami es la empresa que tiene los derechos de fabricación y distribución a nivel mundial. Tanto a nivel regional como mundial se organizan diferentes competiciones, que atraen a gran multitud de participantes ya que el premio para los ganadores consiste en una carta promocional y exclusiva del evento.
Hace ocho meses, las autoridades kiotenses iniciaron una investigación a Iwasaki a raíz de la denuncia de una mujer que presentó en la prefectura de Shimogamo de Kyoto. La denunciante explicó que compró una carta del juego de cartas coleccionables a Iwasaki, pagándole la cifra de 400.000 yenes (unos 3.120 euros aproximadamente). Al recibir su pedido, notó que el fondo de la ilustración era mucho más colorido de lo que debía tener y que por tanto, no era una carta oficial.
A mediados de febrero, la policia de Kyoto detectó indicios de criminalidad de Shunki Iwasaki, quien publicó una lista de productos en el portal de Yahoo! Subastas, uno de los mercados en línea más populares de Japón, donde el presunto criminal estaba vendiendo una carta llamada Lorelei, el Arsenal Sinfónico.
Lorelei, el Arsenal Sinfónico, es una carta promocional y exclusiva que se entregó a los ganadores del Campeonato del Mundo de Yu-Gi-Oh! que tuvo lugar en el año 2008. Los investigadores afirman que únicamente existen seis ejemplares de dicha carta, no siendo posible obtenerla mediante la compra de mazos, ediciones especiales o sobres individuales.
La policía al investigar dicha carta pudieron observar que llevaba el logotipo oficial del juego de cartas de Yu-Gi-Oh!. Shunki Iwasaki también sospechaba que la carta era una falsificación pero que él no había realizado la falsificación de Lorelei. Sin embargo, las autoridades niponas detuvieron a Iwasaki por presuntos delitos de fraude y vulneración de los derechos de autor.
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