One Piece: Arlong, Hody Jones y el racismo

La aventura en One Piece se divide en distintos arcos e islas y sucede lo mismo con sus temas: Dependiendo de la saga en la que se encuentre, la serie trata una temática u otra, siempre relacionada de alguna forma con la idea de la libertad que tiene Eiichiro Oda. En ocasiones puede ser una disputa entre el Estado y la rebelión por los hilos de otra figura, mientras que en otras trata aspectos como la religión o el racismo.  Habrá spoilers hasta antes de entrar en el Nuevo Mundo.

Este último aparece por primera vez en el arco de Arlong y Nami. Al principio parece que la amenaza de los piratas de Arlong son un obstáculo más. Un enemigo lleno de odio por los humanos por considerarlos inferiores y que no duda en explotarlos hasta que se ven obligados a luchar inútilmente por sus vidas.  Tras su derrota en manos de Luffy parece que el tema queda ahí, y pasarían muchas sagas antes de volver a tratar el tema.

Cuando la tripulación llega al archipiélago Sabaody vemos las primeras muestras de racismo en la sociedad de la serie: Los humanos consideran a todos aquellos que no sean como ellos, sean gigantes, sirenas u hombres pez, inferiores a ellos. Hay casas de subastas de esclavos, que aunque sean ilegales operan bajo el conocimiento de la marina e incluso es un lugar frecuentado por los nobles más importantes e incluso los dragones celestiales. El ir secuestrando sirenas y demás seres no humanos no hace sino que acentuar las diferencias entre las distintas sociedades. Diferencias que acabaron marcando a los hombres pez en su propia isla.

Hody Jones es el fruto de años de discriminación, esclavitud y odio hacia los que no eran humanos. Tanto él como sus compañeros vieron de primera mano el odio que tenían los adultos hacia los humanos. Nunca recibieron ninguna muestra de discriminación por parte de los humanos, pero no importaba. Los bajos fondos de la isla eran el mejor escenario para que la pobreza y el odio sacaran lo peor de sus habitantes y Hody Jones fue el máximo exponente de ello.

Luffy y su tripulación pudieron ver todas las caras de años de racismo entre humanos y hombres pez. En Sabaody pudieron ver el asco de la gente ante Hatchan, los privilegios de la mayor clase social de la serie y el trato inhumano que tenían con aquellos que vendían en calidad de esclavos. En la isla de los hombres pez vieron las distancias que sus habitantes tenían con ellos incluso tras salvar la isla, el odio que habían heredado Hody Jones y los demás de la ira de Arlong y la violencia que estos profesaban ante los mismos habitantes de la isla. Aquellos que habían optado por apoyar a la fallecida reina eran considerados enemigos de los verdaderos hombres pez, aquellos que huyan del combate ante la derrota contra Luffy y los demás eran sacrificados con la misma furia que habían impartido hacía los humanos. El odio era igual tanto para los humanos como para cualquier otro, y de la misma forma que el odio, la esperanza llegó para ambos.

La donación de sangre que hizo Jinbei hacia Luffy tras su victoria fue el punto y aparte a años de odio e ira. Por muy diferente que fueran por fuera, por dentro compartían la misma sangre roja y no hay mayor simbolismo para dejar claro que estemos ante quien estemos todos somos iguales por dentro. Arlong no lo supo ver, y construyó Arlong Park como copia a Sabaody dada a la envidia y la rabia que sentía ante los que se  consideraban superiores al resto; Hody Jones no necesitó de experiencias para odiar a todos los demás y así, Eiichiro Oda logró ampliar el trasfondo de Arlong y Nami y mostrar una realidad tan cruda como la que existe hoy en día. Diferencias sociales y odio imperan en muchos lugares, sobretodo allá donde no haya privilegios y en One Piece, se ha sabido tratar el tema del racismo dando distintos matices al conflicto y poniendo una solución simbólica que logra ser la mejor conclusión para el primer arco tras los dos años de entrenamiento.