Envidia, orgullo, ira, avaricia, lujuria, gula y pereza; Los pecados capitales. Las distintas representaciones de los males humanos que llevan a cualquier alma a su perdición. Han sido adaptados e interpretados en muchas obras de distintas formas. En One Piece encontramos dichos pecados representados a través de los distintos miembros de los Schichibukai o “Los siete grandes piratas”. Cada uno, a su manera, representa uno de los siete pecados y aquí veremos cuál y cómo representan dichos piratas estos males. En cuestión de spoilers habrá referencias a los siete miembros por orden de aparición:
Orgullo: El primer contacto de la banda principal con los Schichibukai fue con el espadachín más fuerte del mundo: Dracule Mihawk. Sus ganas de matar el aburrimiento y tener un poco de atención le hicieron destruir toda la flota de Don Krieg y perseguirlo por el East Blue hasta que se topó con Zoro. Tras su primer duelo quedó más que claro la diferencia de habilidad entre el número uno y los demás. Mihawk representa el objetivo de Zoro y así lo hará durante toda la aventura: Una meta a la que alcanzar, y como tal, siempre actuará con la elegancia y el poder que le corresponde al más fuerte del mundo.
Avaricia: El deseo de poseerlo todo lo vemos personificado en las figuras de Cocodrilo y Barbanegra. El segundo sustituyó al primero tras su derrota contra la banda del sombrero de paja, y aparte de quedarse temporalmente con su posición, también se quedó con el pecado de la avaricia. Ambos están dispuestos a sacrificar cualquier vida inocente para llegar a ver sus planes realizados: Cocodrilo instigó una rebelión únicamente para derrocar a la monarquía, posicionarse como el gran salvador y de paso conseguir la ubicación de una de las armas ancestrales de la serie. Barbanegra, por su parte, lleva su ambición a límites insospechados tras usar la posición de Schichibukai como mera baldosa para sus planes, tirando los privilegios de la posición una vez ha conseguido sacar a los presos de la cárcel de Impel Down y robado la fruta del diablo de Barbablanca.
Pereza: Si la avaricia era el deseo de poseerlo todo, la pereza es la de conseguir sus objetivos a través del esfuerzo ajeno, y dicho pecado le corresponde a Gecko Moria. Tras su derrota contra uno de los cuatro emperadores, Kaido, Moria quedó sin tripulación. A través de su fruta diabólica es capaz de robar las sombras de cualquier persona e imbuirla en otro cuerpo para que le obedezca. De esta forma logró reunir toda una tripulación zombi cuya característica principal era la de que no podía morirse. Sus poderes además, le permiten sacar su propia sombra para que luche por él, y en caso de extrema necesidad, reunir a todas las sombras robadas para apropiarse de la fuerza ajena.
Ira: El deseo de herir a los demás. Irónicamente, el usuario de la ira es el más tranquilo de todos: Bartholomew Kuma. Siempre en silencio, grande e intimidante pero a la vez: Impasible. Anteriormente le conocían como Kuma el tirano dada su crueldad, pero aunque ahora parezca más tranquilo, a la hora de enfrentarse a sus enemigos es cuando despliega toda su brutalidad. Usar el daño ajeno para herir aún más a todos sus enemigos y el hecho de que no exteriorice su rabia lo hacen de un pirata temido por todos aquellos que conozcan su nombre.
Lujuria: Boa Hancock es quién representa el deseo del placer. La mujer más hermosa del mundo y líder de la isla de las amazonas. Con su belleza es capaz de hacer que se le perdonen todos los pecados que haya cometido y con su fruta aviva esa lujuria petrificando a todos aquellos que caigan a sus pies. Como si fuera la misma medusa de la mitología clásica puede petrificar y romper a sus víctimas al ser también poseedora del haki. No fue hasta su encuentro con Luffy donde se encontró a la primera persona que resistió a sus encantos, haciendo que en el momento de conocer su historia cayera bajo la enfermedad del amor.
Gula: El pecado de la gula se le suele atribuir a personajes que lo consumen todo, dejando nada para los demás. Suelen ser figuras obesas cuya única aspiración es comer y comer, pero hay otras formas de interpretar a la gula. Una de ellas la vemos con Jinbe, que renegó de su posición ante la guerra de Marineford y luego se dedicó a buscar una nueva bandera a la que la isla de los hombres-pez podía acogerse. Su dedicación para ayudar a los demás lo lleva a echarse toda la responsabilidad a sus espaldas. No importa que Arlong sea el causante del malestar de Nami y otros humanos, no importa que estar bajo Big Mom signifique a renunciar a su sueño de navegar con Luffy. Para Jinbe todo el peso de sus actos lo nota en cada confrontación, y aun cuando su tripulación le apoya a que persiga sus sueños seguirá queriendo demostrar todo su aprecio a los demás dando un esfuerzo mayor en cada obstáculo.
Envidia: Y por último, Doflamingo. El que fue dragón celestial en su momento y ahora mueve los hilos de todo aquel que tiene por debajo. Su habilidad le permite hacer enfrentar a cualquier aliado con sus hilos y su posición en Dressrosa la consiguió manipulando a toda la población, creando una jaula metafórica y luego literal para poder jugar con las vidas de los demás. El ver como los demás dragones celestiales siguen teniendo sus privilegios le enerva hasta tal punto que fue capaz de crear todo un mercado negro de armas para tener controlado a uno de los cuatro emperadores, Kaido.
Los pecados capitales han sido un recurso idóneo a la hora de crear personajes con sus propias manías y ambiciones, y en One Piece, hemos podido ver, ya sea siendo aliados como enemigos, como los piratas más poderosos y temidos pueden llegar a representar los deseos que más ensucian el alma humana.
Sera que no hay series con esa inspiración y pones One Piece, me da a mi que cuanto menos es muuuuy rebuscado por no decir que estás en la nube kinton…