Tenía que pasar. Entre tanta filtración de escándalos fiscales en todo el mundo y en diversos sectores, la corrupción ha empañado públicamente al mundo del manga. No es nada novedoso dado que en el propio mercado japonés es bastante frecuente encontrar noticias bochornosas relacionando a trabajadores de la industria con la mafia japonesa, la yakuza, aunque en la mayoría de los casos se hace de tapadillo, siendo más relevantes los bochornos que atañen al mundo del espectáculo y los medios de comunicación más que al mundo del manga en sí.
Pero en esta ocasión la repercusión ha sido internacional dado que el nombre de uno de los mangaka más conocidos de todos los tiempos figura en el caso de evasión de impuestos «Paradise Papers». El creador de Dragon Ball y Dr Slump aparece junto a otras once celebridades japonesas en el marco de la fuga de millones de documentos relacionados con inversiones en el extranjero. En concreto Toriyama es nombrado por sus inversiones en una empresa estadounidense especializada en el sector inmobiliario. La empresa en cuestión fue investigada en 2005, cuando las autoridades fiscales federales de los EE.UU determinaron que las políticas de contabilidad para declarar las pérdidas por deterioro de valor de la propiedad no cumplían con las normas reglamentarias. Un caso seguido por el Tribunal Supremo de los Estados Unidos en 2015 dictaminó que los inversores pueden estar obligados a pagar impuestos sobre estas inversiones, que no ha sido el caso hasta entonces.
A Toriyama se le preguntó acerca de su implicación en el escándalo y no ha querido hacer declaraciones alegando que «a causa de mi apretada agenda, dejo de lado las cuestiones fiscales, por lo que no tengo nada que decir al respecto».
Fuente: Manga Mag