El periódico israelí Haaretz ha publicado, a través del escritor Rogel Alpher, un editorial sobre Dragon Ball Super bautizando a la serie de sádica (seguro que Boing, con su sangrante censura diaria, estaría muy de acuerdo con semejante opinión). Hemos traducido el contenido especialmente para todos vosotros, así que agarraos bien:
Dragon Ball Super es una serie sádica amada por los niños, probablemente porque así es como ven ellos el mundo. Sus personajes no paran de amenazarse de muerte unos a otros, con destrucción, aniquilación y perforamientos. Son crueles y sádicos. Estos personajes parecen tener enfermedades musculares, o haberse bebido cinco tazas de doble café espresso en cinco minutos. El estrés llega a niveles de ataque cardíaco. Los niños ya han descubierto el lugar en el que viven.
Al haberse creado en Japón, siguiendo la tradición del anime, estos personajes hacen gala de unos ojos enormes, pero con expresiones vacías. Alpher concluye que los niños están contemplando un reflejo del mundo real, un panorama agotador y exigente.
Y esto es todo queridos lectores. ¿Qué os ha parecido el editorial de este periódico? ¿Compartís algunas de las ideas mencionadas en el artículo de opinión? Sin duda alguna, la polémica está servida.