El bueno del señor Mamoru Hosoda se ha ganado por parte de la prensa especializada el título honorífico de “El nuevo Hayao Miyazaki”. Que lo asocien con el afamado estudio de animación es todo un halago, pero también implica que ha de ser capaz de mantenerse a la altura de las expectativas, lo cual no es nada fácil.
Lo cierto es que el ocaso del estudio de Miyazaki y el auge del padre de “Wolf Children” han ido de la mano. El estilo de películas de Hosoda refleja ese buen saber de Ghibli a la hora de darnos grandes historias que tanto padres como hijos pueden disfrutar en compañía.
Con el estreno en cines de la película “El niño y la bestia” la editorial Planeta se ha sumado al evento lanzando el manga de Renji Asai.
Acompáñanos hasta la legendaria Jûtengai para aprender de las lecciones de Kumatetsu y su joven discípulo Kyûta.
Sinopsis
La muerte de su madre ha empujado a Ren a una vida en las calles de Tokyo. Tras un fortuito encuentro con la imponente bestia Kumatetsu el joven huérfano se convertirá en su aprendiz. Al principio Ren, rebautizado por su maestro como Kyûta, detestará su nueva vida. Sin embargo, poco a poco comenzará a seguir las enseñanzas de su nuevo tutor que lograrán llevarlo por el buen camino. Juntos caminarán un sendero de aprendizaje mutuo que los encauzará hacia sus destinos.
Guión
Al guión directamente le falta algo, y ese algo tiene nombre propio: Satoko Okudera. La obra de «El niño y la bestia» trata sobre el hecho de la paternidad del mismo modo que «Wolf Children» fue un relato sobre la maternidad. Sin embargo, Satoko Okudera hace algo más que darle el toque de «La Mujer» a los guiones. Los hace comprensibles a la par que sesudos; agradables para el público adulto y divertidos para los más pequeños de la casa. Esto es algo que se echa en falta en esta película, y mucho.
La trama es simple y muy liviana. Está descaradamente enfocada a un publico infantil que necesita que se le reafirme constamente aquello que está viendo para facilitar su comprensión.
Los personajes pueden parecer bastante cuadriculados pero en el fondo son carismáticos a la par que cercanos.
El ritmo de la historia es homogeneo y mantiene una correcta coherencia. Se ve a la legua que es una obra para un público muy joven, lo cual sin bien contentará a la chavalada, no agradará tanto a los adultos que busquen una trama más profunda y elaborada.
El dibujo
El nivel artístico en conjunto es innegable. Los diseños de los personajes, la escenografía, vestuario y uso de la iluminación está a la altura de los trabajos previos de Hosada.
El dibujo, tanto de los humanos como de las bestias, es carismático e infantil. Hay algo en los trazos de Kumatetsu que recuerda a la estructura facial del personaje de Sherlock Hound.
A grandes rasgos Renji Asai hace muy buen trabajo a la hora de plasmar en formato manga la superproducción de Hosoda. El espíritu del film se mantiene bien vivo pese a la ausencia de la música, las secuencias cinemáticas por ordenador o los efectos especiales.
El principal problema del manga, a nivel visual, es el mismo que presenta la película. Asai se ve obligado a re-interpretar las escenas ofrecidas en la gran pantalla y pese a que lo intenta acaba pecando de las mismas limitaciones.
Jûtengai no tiene ni de lejos el impacto visual que tenían los increíbles escenarios a los que nos ha acostumbrado el autor. No hay ni rastro de aquellos espacios naturales que cortaban la respiración en Summer Wars o en la historia de Yuki y Ame. La ciudad de las bestias es un decorado de fondo, un wallpaper de ordenador que figura como lugar donde sucede la acción. Aquellos que esperen que la escenografía se convierta en un personaje vivo al igual que lo fue antes se sentirán muy defraudados.
Edición
El trabajo editorial de Planeta salva bastante de la quema esta adaptación de la película al manga. Han dividido el metraje total de la película en dos tomos formato B6 con sobrecubiertas y un par de páginas a color por ejemplar. Tanto la calidad del papel como el acabado de su ensamblado son francamente buenos en relación calidad precio.
A nivel de maquetación la obra se nota muy esmerada, y salvo por alguna pequeña Nota del Traductor perdida hacia el centro del lomo del tomo, el resultado es muy bueno.
Las tareas de su optima traducción son obra de Daruma y más concretamente de Maite Madinabeitia.
¿Sabías que…?
· El guion de la obra es obra del propio Hosada y eso es algo que queda bastante patente en el resultado final.
·Renji Asai, encargado de la adaptación de la película al manga es también autor de un par de obras propias como son La Ambición del Pecador o Campo de batalla: Masurao.
·La cinta ganó la Concha de Oro a la mejor película de animación en el 63º Festival de San Sebastián.
· Fue el segundo film más visto en Japón durante el 2015, llegando a recaudar dentro de sus fronteras un total de más de 43 millones de euros.
·Pese a que la prensa escrita internacional ensalzó de forma muy positiva el trabajo de dirección de la película, los medios de Internet, como Metacritc o Rotten Tomatoes, han sido menos benévolos con sus valoraciones puntuándola a la baja.
Conclusión
Como todo manga que adapta una película el resultado del film repercute directamente en la versión impresa del mismo.
El niño y la bestia es un trabajo que cumple a grandes rasgos aquello que promete. Es una obra familiar de marcado carácter infantil que hará las delicias de los más peques de la casa. El manga es una lectura amena y agradable, fiel reflejo de lo que se puede ver en la gran pantalla.
Sin embargo El niño y la bestia es también una obra de carencias. Está falta de todo lo que hace grande el nombre de Mamoru Hosada. Si bien Renji Asai hace una muy meritoria labor de adaptación no es capaz de paliar con su dibujo un argumento que da muestras de ser obra de un guionista primerizo.