Shirobako es también el nombre que recibe la caja blanca donde se guardaban las cintas de película, una vez concluido el rodaje. En este anime, cada capítulo es un shirobako de esfuerzos coordinados, tanto dentro de la trama como detrás de ella, generándose así una especie de meta-anime que logra que valoremos mucho más el mundo de la animación. Este es el reto que se propone Tsutomu Mizushima, quien también fuera director de proyectos como Another o xxxHOLiC, avalado por los activos integrantes de P.A. Works.
Sinopsis
La historia sigue a un grupo de cinco chicas que, tras sus experiencias en el club de animación de su escuela secundaria, luchan por salir adelante en la industria del anime. Aoi Miyamori es productora de animación, Ema Yasuhara animadora, Misa Tōdō animadora 3DCG, Shizuka Sakaki una seiyuu principiante y Midori Imai, futura guionista. Gracias a ellas y a sus compañeros de trabajo, se plasman las alegrías, penurias y preocupaciones cotidianas que tienen lugar en un estudio de animación y cómo cooperan entre todos para superarlas.
“Sin el corazón de un niño no puedes hacer anime”
Tras 7 episodios visionados, podemos afirmar que con Shirobako vamos aprender mucho de la industria. De hecho, durante sus 6 primeros capítulos, cada vez que habla alguno de los miembros del equipo se incluye una anotación con su nombre y su ocupación, lo que nos permite ir familiarizándonos con cada fase de su producción.
Partiendo desde momentos antes del estreno de un anime en el que andan trabajando, van plasmando lo apasionante y estresante del proceso creativo y su materialización en un proyecto real. Es aquí donde nos revelan que su trabajo es más vocacional que otra cosa, mostrándonos su día a día: dolores de espalda, animadores que caen exhaustos o duermen en sus oficinas, comiendo de microondas porque no disponen de tiempo para cocinar, llevando a cuestas sus grandes éxitos y sus grandes fracasos, o controlando sus gastos porque a muchos les cuesta llegar a fin de mes.
A esto hay que sumarle las dificultades que supone tener a mucha gente trabajando en poco espacio (donde hasta poner o quitar el aire acondicionado puede convertirse en un problema) y el estrés de una rutina regida por estrictos plazos, y evidenciándose así la necesidad de coordinación para sacar adelante siquiera un único episodio. Esta calendarización siempre es susceptible de sufrir cambios inesperados debido a entregas que se retrasan o fallos técnicos de última hora, como la caída de un server.
Sin embargo, su pasión por el anime y el espíritu del trabajo en equipo logran que no pierdan la ilusión por lo que hacen. A pesar de los guiños a la competitividad entre estudios, este es un anime dedicado a todos los que trabajan en esta industria en general y a aquellos que la consumimos.
El guión
Con un planteamiento sencillo -cinco amigas que prometen triunfar en la industria de la animación su último día de instituto-, Shirobako escoge tres ideas básicas y las abarca de un modo excepcional:
- Cuál es el proceso de producción de un anime, incluyendo un análisis de la situación de la industria y sus trabajadores.
- Un retrato de la filosofía del trabajo en Japón.
- El paso de la adolescencia a la madurez por medio de sus protagonistas.
Ambientada en la actualidad, con guiños a estudios reales que aquí son parodiados, aspira a ser una visión bastante cercana a la realidad. En su análisis del sector, Shirobako no vacila a la hora de dedicar un par de episodios a uno de los eternos debates entre otakus, crítica y profesionales: ¿anime en 2D o también en 3D? Resulta muy interesante escuchar lo que los animadores tienen que decir al respecto, ya que se reflejan los principales argumentos a favor y en contra: rapidez en la producción, dramatismo que se transmite… ¿Estamos de veras en “la era del 3D”, como dice uno de los personajes? ¿Le están “robando” el trabajo a los animadores en 2D, como critica otro? La forma en la que resuelven este dilema -y que no spoilearé porque merece ser vista y oída- es sencillamente maravillosa.
Gracias a que algunos de los personajes de la trama aún no están trabajando de forma estable, nos llegan las dificultades que existen para conseguir entrar en la industria; una cuestión que no sólo depende de la valía, como sucede en el casting de Shizuka (a las primeras seiyuus siempre las olvidan antes porque son listas demasiado numerosas). También se hacen referencia de forma directa e indirecta a obras conocidas, pero sin que se convierta en una colección de guiños como los de Danna ga Nani wo Itteiru ka Wakaranai Ken, también estrenada esta temporada. Shirobako es una serie hecha por animadores para mostrar su pasión por lo que hacen a cualquier persona que se preste a verla, y no simplemente a otakus. Ése es quizás otro de sus mayores aciertos, ya que aunque se emplea bastante jerga, queda bien ilustrada para aquellos que no la conocen de antemano.
Para aligerar el acelerado ritmo narrativo que exige ser fieles al estrés de una producción, al tiempo que atendemos al funcionamiento del estudio conocemos las inquietudes de las protagonistas. Esto da lugar a unos personajes tridimensionales bastante bien construidos. Shirobako es un perfecto ejemplo de que las mujeres pueden ser protagonistas de grandes animes sin una trama romántica de por medio. Aquí las interacciones entre los personajes resultan sumamente interesantes sin subtramas amorosas ni grandes dramas o traumas de por medio, y nos identificamos con ellos por medio de otras cuestiones. En ese sentido, es un anime muy equilibrado, donde personajes masculinos y femeninos tienen un peso muy similar.
“Si fallo en el presente, no habrá futuro”, dice una de las protagonistas, pero se le exigen buenos resultados y en plazos cortísimos, sin darle tiempo a mejorar. El miedo de este grupo de amigas no reside en la idea de “quedarse solas”, sino que su mayor temor es fracasar profesionalmente. Se trata del miedo al futuro y a no alcanzar sus sueños, a quedarse estancadas o a no encontrar su verdadera vocación; miedos reales que todos conocemos y que nos ayudan a construirnos a nosotros mismos. Su lucha en el mundo laboral es un factor más dentro de su propia madurez. “Lo que haces mientras esperas es lo que vale. Si sólo esperas a Godot, no pasará nada” es una referencia a la obra de Becket que tiene lugar en uno de los episodios de esta serie, y que a la vez pone palabras a una de los principales mensajes de Shirobako.
Como decía al principio, Shirobako también nos ayuda a entender la filosofía del trabajo que tienen en Japón. Un saludo habitual entre los personajes de este anime es “Muchas gracias por tu trabajo”. Y es que “Aquellos que culpan a otros deberían renunciar” no sólo es el título de uno de los episodios de Shirobako, sino un pensamiento muy nipón. La materialización en actitudes de dicho pensamiento queda vigente en este anime, donde a su vez se juega con representaciones de la esclavitud laboral en clave cómica, ridiculizándolas. El tono humorístico es de hecho uno de sus grandes aciertos, dando pie a momentos muy divertidos sin perder por ello su mensaje crítico.
La industria de la animación es una industria dura, donde rara vez se hacen favores, pero los personajes están unidos por algo muy grande, la pasión por el anime (sólo hay que ver sus escritorios, llenos de muñecos), entendiendo que ningún estudio crece sin fracasos. Como dice uno de los muñequitos-alucinación de Miyamori: «Es un trabajo raro, y ellos lo son más aún».
Respecto a los diálogos, a la vista de la cantidad de citas textuales que he incluido en este artículo, sólo queda añadir un agradecimiento a las cabezas pensantes que los han parido: coherentes, consistentes, con buenos gags y planteando cuestiones interesantes. Hasta el capítulo 7, ya han participado dos guionistas: el multifacético Michiko Yokote (Blood+, Bleach, Gintama, Naruto, Ranma ½, Gravitation, Junjō Romantica…) y Reiko Yoshida (que curiosamente también guioniza la serie sobre mangakas Bakuman, y otras como Angelic Layer, parte de la saga Digimon, Free! – Iwatobi Swim Club, o la OVA Rurouni Kenshin: Reflection).
Diseño y animación
De la animación destacaría sobre todo algunas imágenes fijas y los conseguidos efectos de iluminación en muchas de ellas, tirando precisamente de 3DCG (que todo hay que decirlo, no está especialmente bien integrado en las escenas de las carreras de Aoi). Aún así, el nivel de detalle está muy logrado en algunos cortes, con un estilo de dibujo y una elección de colores bastante agradable.
En cuanto al diseño de personajes, es más heterogéneo en el caso de los personajes masculinos, algo que no sucede en el mismo grado en el caso de los femeninos, envueltos por cierta aura moe. Shirobako es uno de esos animes en los que agradeces que las chicas lleven el pelo de colores vivos y peinados muy diferenciados para poder distinguirlas entre sí, porque tienen prácticamente la misma cara. Un mal menor asumible, ya que sus personalidades sí contrastan bastante (casando a la perfección con sus respectivas seiyuus), pero en un primer momento su estética me causó cierta desazón.
Por lo demás, la animación está bastante lograda, mimada al detalle, y hasta la fecha no han bajado el nivel. En conjunción con la música y el estilo de dibujo, lo cierto es que se hace bonito de ver.
Música
La música, más narrativa que otra cosa, es obra de Shirō Hamaguchi, que también ha participado en las bandas sonoras de animes como One Piece y Oh My Goddess!, o colaborado con la saga de Final Fantasy. El tema del opening se llama Colorful Box, de Yoko Ishida (con la que Hamaguchi coincidió en Oh My Goddess!, y que algunos recordarán por el ending de Sailor Moon R, Otome no Policy). El ending se titula Love Letter Animetic, cantado por las seiyuus de Aoi, Ema y Shizuka.
Conclusión
Shirobako es un anime muy ameno que denota haberse producido con un inmenso cariño, con el fin de acercarnos a los aficionados lo que se esconde detrás de cada serie que ve la luz, y también de aquellas que se quedan en el camino. Si hay algo que dejan claro es que, verdaderamente, “Sin el corazón de un niño no puedes hacer anime”.
Sin embargo, hay muchas formas en las que nosotros también podemos apoyarles. Shirobako ha sido licenciada por Sentai Filmworks en Norteamérica, donde puede verse en emisión simultánea cada jueves a las 17’30h en Crunchyroll. Lamentablemente aún no se han adquirido licencias para el Estado español. Demostrar que el público del anime existe, incluido el público adulto, es una buena manera de dar salida al esfuerzo y la dedicación de sus apasionados responsables, para que puedan continuar produciendo obras de calidad y en las mejores condiciones posibles.
Otros datos de interés
- Una adaptación al manga escrita por Kenji Sugihara e ilustrada por Mizutama ha empezado a serializarse en noviembre de 2014 gracias ASCII Media Works, que ya iniciara su publicación en la revista Dengeki Daioh el pasado septiembre.
Ficha técnica
- Estreno en JP: 2014-10-09
- Fecha de finalización: marzo 2015
- Estado: en emisión (Tokyo MX, )
- Formato: serie de TV original
- Nº de capítulos: 24
- Título original: SHIROBAKO
- Animación: P.A. Works
- Producción: P.A. Works, Sentai FilmworksL, Warner Bros.
- Dirección: Tsutomu Mizushima
- Guión: Michiko Yokote, Reiko Yoshida
- Supervisor de serie:Michiko Yokote
- Diseño de personajes original: Ponkan8
- Diseño de personajes:Kanami Sekiguchi
- Director de sonido:Tsutomu Mizushima
- Música: Shirō Hamaguchi
- Género: Slice of life, Comedia
Reparto
- Aoi Miyamori: Juri Kimura
- Ema Yasuhara: Haruka Yoshimura
- Shizuka Sakaki: Haruka Chisuga
- Misa Tōdō: Asami Takano
- Midori Imai: Hitomi Ōwada
Como extrabajador del gremio tengo unas ganas locas de meterle mano a este anime,en cuanto tenga un hueco me pongo a ello.