Con la derrota de Piccolo y Vegeta a manos de Freezer ya todo parecía perdido, sobre todo cuando éste alcanza su forma definitiva. Las transformaciones del tirano galáctico son todo un regalo para la vista, convirtiéndose en un ser cada vez más temible, impío y monstruoso fase tras fase. Sin embargo, su forma final resulta ser frágil en comparación con las anteriores, pero en Dragon Ball las apariencias siempre engañan, y el ejemplo más reciente lo encontramos en el aspecto escuálido y aniñado del Super Saiyan God. El ki no se mide por el físico, sino por la fuerza de la oscuridad o luz de nuestro interior.
Por otro lado, la muerte es un aspecto a tener en cuenta en esta saga, y es que la carnicería que realizan Freezer y sus secuaces durante esta etapa quedará para la historia. Aparte de la erradicación del pueblo namekiano casi en su totalidad, Freezer acabó con dos grandes pilares de la franquicia: Vegeta y Krilín. La muerte de Vegeta siempre se recordará como una de las más emotivas de la serie, pues fue la primera vez en la que vimos llorar al orgulloso príncipe de los saiyans, relegando la autoridad y venganza de su raza a las manos de Kakarotto. Vegeta se tragó amargamente su orgullo, cosa que no había hecho antes, desencadenando su evolución personal para el resto de su vida. Ya nunca volvería a ser como antes.
Si esta muerte supuso un gran shock para Son Goku, la pérdida de su mejor amigo sería el detonante de la luz intergaláctica. Cuando Son Goku vio estallar por los aires a Krilín a manos de Freezer, la rabia de su corazón puro dio a luz a su poder más esencial. Son Goku se convirtió en Super Saiyan para vengar a su amigo del alma, a toda su raza y al pueblo namekiano. La luz iluminaba ahora un planeta Namek inundado por ríos de sangre, oscuridad estelar y rayos de odio.
El planeta Namek no pudo soportar la batalla titánica de la esperanza y la tiranía, reventando en mil pedazos a causa de la bola mortal de Freezer. Por suerte, Son Goku derrotó a este último con un furioso Kame Hame Ha y logró escapar a tiempo de la explosión planetaria, gracias a una nave espacial de las Fuerzas Ginyu.
La luz finalmente imperó, pero la intensidad de la oscuridad dejó secuelas vitalicias para los Guerreros Z. Todos nuestros héroes maduraron, murieron y evolucionaron tras la batalla contra Freezer.
Texto por Mr.Kaytos
Sin duda esta fue una de las mejores sagas de la serie