Soy una mata gigantes

En el 27º Salón del Cómic de Barcelona, Norma Editorial nos sorprendía a los aficionados al manga, y al cómic en general, con una obra fruto de la colaboración entre el norteamericano Joe Kelly y el hispanojaponés Ken Niimura, una obra cuya protagonista se dedicaba a matar gigantes.  

Soy una Matagigantes (I kill giants) nos pone en la piel de Bárbara Thorson, una niña elocuente, inteligente e irónica, que puede llegar a irritar a cualquier persona que intente establecer un diálogo con ella gracias a sus contestaciones o a sus razonamientos. Estas cualidades no son las únicas que posee Bárbara, ya que puede ver seres fantásticos. 

Ella es la única capaz de ver a los gigantes, las hadas, y un sin fin de seres mágicos que pueblan nuestro mundo, por eso sus compañeros del colegio piensan que está loca y apenas intentan tener relación con ella, cosa que tampoco le importa mucho a nuestra protagonista, ya que es feliz con sus libros y con su Coveleski, el martillo de origen nórdico que lleva siempre encima con el que podrá llevar a buen puerto la misión que tiene encomendada: matar gigantes. 

Pero todo esto cambia el día que llega una nueva compañera, Sofía, que hace que poco a poco Bárbara entable una amistad con ella. Ésto provoca que lentamente salga de su mundo de fantasía y tenga que enfrentarse al mundo real y a los problemas cotidianos, problemas que ha estado evitando durante mucho tiempo, poniendo en peligro el éxito de su misión principal: abatir al gigante. 

El dibujo de Ken Niimura muestra una fluidez y un dinamismo que nos recuerda a obras procedentes de Japón, gracias a su estética manga de la que el autor ha hecho galas en otras ocasiones. Como la mayoría de las obras niponas de las que el autor bebe, este título es en blanco y negro y no por ello el dibujo se resiente ni pierde calidad, ya que los fondos están plagados de detalles y los personajes cargados de emociones, sentimientos y movimiento, consiguiendo dar vida a todo lo que rodea la historia. 

La edición que nos presenta Norma Editorial es rústica con sobrecubiertas y a un gran tamaño para poder disfrutar de las 224 páginas de las que consta el título.