Después de que Eidos fuese comprada por Square Enix, era de suponer que su franquicia más famosa recibiese un lavado de cara (algo muy de moda en estos tiempos). Y el nuevo Tomb Raider recupera el espíritu de aventura de sus orígenes, y su futuro se ve muy prometedor. Uno de los cambios menos importantes en el juego, pero bastante importante en lo que corresponde a su promoción es que en esta ocasión no hay modelo de Lara Croft, algo que siempre caracterizó al estreno de cada juego de la saga de la cazadora de tesoros.
«Tras la brutal tormenta que destrozó el barco donde viajaba, una asustada joven es arrastrada hasta una playa desconocida. Aislada, pero no sola, su único objetivo será sobrevivir.»
Con este argumento, se nos muestra a una Lara Croft de 21 años inexperta, que se ve atrapada en una situación que no buscaba. La acción tendrá lugar en una isla al sur de Japón en la que ha acabado su barco en la que, como ya avisa su argumento, Lara no estará sola, pero a veces la compañía puede no ser la que se quisiera.
El juego, desarrollado por Crystal Dynamics, nos mostrará un mundo abierto (igual que sucede en muchos títulos actuales) en el que Lara tendrá que sobrevivir y curar sus heridas cuando haya sido atacada. Lara Croft también ha cambiado de aspecto, menos voluptuosa y con ropa menos provocativa (a mi me gusta más ahora), y además comenzará sin armas y habrá que irlas consiguiendo según avancemos por la aventura.
Este nuevo Tomb Raider será multiplataforma para XBox 360, PC y PS3.