A principios de marzo nos despertábamos con la noticia de que la joven actriz Jang Ja-yeon, conocida por su papel de Sunny en la versión coreana de Hana Yori Dango, había sido encontrada sin vida en su apartamento. Desde entonces mucho ha llovido y lo que parecía un suicidio por depresión se ha convertido en una trama de sexo y corrupción que puede terminar destapando un secreto a voces en la industria del entretenimiento: no es oro todo lo que reluce.
El mismo día del funeral se dio a conocer que la actriz había dejado un documento que probaba que había sido obligada a ejercer de acompañante de hombres que podían influir en su carrera, llegando a mantener relaciones sexuales con algunos de ellos bajo amenazas. Parece que uno de estos “señores” le tiró una botella a la cabeza al negarse a complacer sus deseos. El documento detalla también otras vejaciones como palizas, acoso e insultos telefónicos. Y parece que todo esto no fueron incidentes puntuales; venían repitiéndose de forma continua por más de un año hasta el momento de su muerte.
Aunque el documento encontrado por la policía contaba con cuatro páginas, el ex-manager de la actriz afirma que este documento constaba originalmente de siete.
La familia de Jang Ja-yeon ha realizado una petición oficial para comenzar la investigación de siete personas que podrían estar implicados en abusos y acoso a la actriz. Además, también se han interpuesto cargos por difamación, entre otros a su manager, Yoo Jan-ho, y dos personas más, de las que no se conoce el nombre, que están acusados de haber filtrado la nota de suicidio a los medios de comunicación para ensuciar el nombre y la reputación de la artista.
El domingo 22 de marzo un grupo de la policía llevó a cabo una redada en la sede de la agencia Entertaining Venue, de la cual formaba parte Jang Ja-yeon, bajo la sospecha de que el edificio se usaba como punto de encuentro entre hombres con poder y chicas del mundo del espectáculo. Se descubrió que la planta baja se había reconvertido en un bar y que en la tercera planta había una habitación con baño.
Yoo Jan-ho, mánager de Jang Ja-yeon de la actriz, ha sido interrogado sobre los polémicos documentos mientras se recupera en el hospital, ya que intentó suicidarse cuando comenzó el espectáculo mediático, aunque fue encontrado por un empleado antes de morir. De momento, tras las declaraciones de Yoo, otro productor implicado ha huido a Japón.
En el año 2002, ya saltó a la palestra un escándalo donde se acusó a tres legisladores del Partido Democrático de Corea de tener relaciones con tres actrices, y donde Yoo habría sido el intermediario de estas relaciones, ya que las tres chicas se encontraban a su cargo.
Los medios coreanos especulan sobre la posibilidad de que el caso de Jang Ja-yeon no sea aislado y se trate de una práctica habitual, lo que podría explicar el alto número de suicidios en el mundo del espectáculo coreano.