SAINT SEIYA (LOS CABALLEROS DEL ZODIACO). CAPÍTULO HADES SANTUARIO

Mientras Atenca reza para impedir el derretimiento de los polos, los Caballeros continúan su ascenso hacia el Templo de Odín para liberar a Hilda del maleficio del Anillo de los Nibelungos. Tras combatir sobre los hielos, Hagen de Merak arrastra a Hyoga hasta una caverna volcánica en la que el Caballero del Cisne se ve debilitado por el insoportable calor: Mientras tanto, Shun de Andrómeda se siente atraído por la bella melodía del arpa de Mime de Benetnasch, un temible adversario capaz de leer la mente e incapaz de mostrar emociones. Pero esto no es más que el preámbulo de la amenaza del despiadado Alberich de Magrez, dispuesto a aniquilar a Seiya y a sus amigos con la trampa de su Coraza de Amatista y ocupar el lugar de Hilda como regente de Asgard.